“Durante años, la información sobre las entradas a Machu Picchu no ha sido auditable”

—Los empresarios cusqueños ya se han expresado en contra de las manifestaciones en Machu Picchu y el presidente del Consejo de Ministros reiteró su posición respecto a la sanción por bloqueo de vías.

Acabamos de asistir a una declaración hecha por el presidente del Consejo de Ministros, una declaración que saludamos desde Canatur porque transmite que el Estado no va a negociar ante amenazas.

Lo que viene sucediendo en Machu Picchu es que un grupo minúsculo de personas ha secuestrado colaboradores, empresarios turísticos, turistas nacionales y extranjeros. Desde el Ministerio Público y la Policía se debe identificar cuando antes a estos personajes [que impulsan la protesta].

—Ese lunes se cumplieron cinco días de paro, ¿de cuánto seguirán siendo las pérdidas diarias si esto continúa?

El distrito de Machu Picchu pierde más de S/ 1,1 millones diarios, pero, lo más terrible, es que estamos ante una situación muy crítica de cara al turismo de todo este año. Justamente es en estos meses donde la gran mayoría de ciudadanos norteamericanos y europeos, grandes emisores de turismo, deciden viajar por el mundo.

—¿Hay riesgo de que vuelvan a poner advertencias de viajes al Perú?

Ya hay una advertencia. Los ‘warnings’ mantienen escalas y la embajada de Estados Unidos ya publicó en sus redes los avisos informando justamente sobre esta situación en Machu Picchu.

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—Las manifestaciones son por la implementación de la nueva plataforma de venta de boletos, pero, ¿era un cambio necesario?

No ha sido un cambio intempestivo. Los actores del sector hemos participado desde la época del ministro Alejandro Neyra [noviembre 2020 – julio 2021] en reuniones de coordinación para unificar todo el sistema de ventas de los atractivos y monumentos que gestiona el Ministerio de Cultura.

En la Comisión de Turismo del Congreso se dijo que había entre 300 y 400 entradas diarias de desface porque Concetur, la empresa que lleva a los turistas a la Llaqta de Machu Picchu, declaraba que había subido mil [personas] y la boletería y control de ingreso decía que solo habían entrado 700 u 800.

A un promedio de S/ 152 cada entrada, por 400 entradas diarias son S/ 60 mil diarios. Hablamos de casi S/ 32 millones al año. Dinero que deja de entrar a las arcas para cuidar y salvaguardar esa maravilla.

“Las otras plataformas no se presentaron porque saben que van a pasar estas cosas, porque chocas contra la corrupción pura y dura”

—Joinnus ha pedido al ministerio que acelere el vencimiento del contrato, han llegado a ese punto.

Joinnus ha sido el tonto útil porque ha prestado su plataforma, su tecnología. Quién le va a retribuir todo lo que ha trabajado, nadie se pregunta eso. El daño al empresario privado, ¿quién lo va a resarcir?

Los empresarios buscamos que nuestras empresas sean rentables, es algo normal, nadie trabaja gratis. Yo he estado muy pendiente de lo que se habló en el Congreso, en la Comisión de Turismo cuando se informó que el Ministerio de Cultura ha invitado, de forma transparente y amplia a todas las plataformas nacionales e internacionales pero, finalmente, solo se presentaron dos: Teleticket y Joinnus.

Las otras plataformas no se presentaron porque saben que van a pasar estas cosas, porque chocas contra la corrupción pura y dura.

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—¿Qué pasó con la web del ministerio?

Es importante que entendamos que en el organigrama del Ministerio de Cultura existen 10 direcciones desconcentradas y una es la del Cusco, pero no son órganos independientes. Tienes presupuesto, capacidad de proponer su plan de trabajo, pero dependen del ministerio.

La plataforma, durante años, ha sido manejada por la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, no por el Ministerio de Cultura. Si pedías al ministerio información de cuántas personas ingresaron a Machu Picchu, nacionalidad, cuántos pagaron o eran estudiantes, el ministerio no tenía la capacidad de ponerse en una pantalla, ingresar y ver en la nube la data transparente.

Se tenía que mandar un oficio a la dirección del Cusco y ellos te respondían cuando querían, te decían lo que para nadie era auditable. Durante años no ha sido auditado.

“Si pedías al ministerio información de cuántas personas ingresaron a Machu Picchu, nacionalidad, cuántos pagaron o eran estudiantes, el ministerio no tenía la capacidad de ponerse en una pantalla, ingresar y ver en la nube la data transparente”

—¿Y con la nueva plataforma esto mejoraría?

Es la platafoma de cultura que utiliza una tecnología que ha desarrollado esta empresa, Joinnus. La empresa ha dado su desarrollo, ha ampliado esa plataforma y la ha puesto al servicio del Ministerio de Cultura, que no ha invertido ni un sol.

Es decir, el Ministerio de Cultura tiene una plataforma que valdría miles de dólares y tardaría mucho tiempo en desarrollar. Te dan una tecnología que es una plataforma que tiene un comercio electrónico, una base de datos que te permite que todo esté en la nube, totalmente auditable y, según las transacciones que se hagan, existe un porcentaje [de ganancia] por cada una.

Si hay pocas, Joinnus o quien esté, está en pérdida, pero no invierte el ministerio y eso no se está diciendo. ¿Dónde está lo negativo?