
El problema cobró mayor visibilidad tras la denuncia de una usuaria en X, quien señaló que en la zona se encuentran dos centros comerciales —El Polo y Jockey Plaza—, diez colegios —San José de Monterrico, Santa Margarita, Nuestra Señora del Consuelo, Regina Pacis, Magíster, Markham, María de los Ángeles, Pío XII, Salkantay y Weberbauer—, cuatro universidades —Universidad de Lima, UPC, ESAN y Universidad de Piura—, y cuatro clínicas —Tezza, San Pablo, Internacional y Monterrico—.
“Entiendo que todas estas instituciones cumplen una función social, pero alguien tiene que ordenar esto y poner un freno. Están generando daño psicológico. Esto es inmanejable, intransitable y descontrolado. Estamos en una ciudad que no se disfruta, sino que te absorbe”, expresó la denunciante.
Este diario comprobó que, un viernes a las 6 de la tarde, el tiempo promedio para recorrer los 3.8 kilómetros que separan el Jockey Plaza del centro comercial El Polo es de 45 minutos. Según los vecinos, la congestión acumulada en esta zona puede extenderse hasta por 10 kilómetros.
Testimonios
Ante esta situación, El Comercio conversó con Eduardo García Smith, líder de la Asociación de Vecinos de Surco, quien explicó que la concentración de clínicas y colegios impide la movilidad fluida en la zona. “El problema afecta principalmente el sector 7 del distrito, donde están El Polo, las clínicas y los colegios, y el sector 8, donde se ubican la Universidad de Lima, la UPC, ESAN y otros centros de estudio”, detalló.
“Este es un problema de años. La municipalidad ha arreglado las pistas, pero cuando comienza el año escolar o los ciclos universitarios, el flujo vehicular aumenta y la congestión se vuelve insoportable”, agregó.
Asimismo, señaló que la situación también se agrava por la falta de personal de tránsito. “Los policías solo resguardan el paso de congresistas y ministros, cerrando calles hasta por media hora, lo que genera aún más tráfico. Lo peor es que, en un día normal, no se encuentran policías de tránsito por ningún lado”, criticó.
Por ello, García Smith pidió a las autoridades una mayor fiscalización del tráfico y la suspensión de nuevas licencias de construcción en los sectores más congestionados.
Por otro lado, Lidia Silva Rojas, vecina del sector 7 de Surco, expresó a El Comercio que transitar por las vías de la zona se ha vuelto insostenible debido al tráfico generado por la presencia de diversas universidades y colegios en los alrededores. “Esto crea un cuello de botella terrible, lo que también ocasiona una gran pérdida de tiempo en el tráfico”, sostuvo.
Indicó que esta situación afecta gravemente la calidad de vida de los vecinos. “Perturba nuestra tranquilidad. Además, se pueden generar accidentes de tránsito porque los autos están prácticamente pegados. Falta mayor gestión y planificación. Se necesita una solución integral en la que intervengan tanto la Municipalidad de Surco como la Municipalidad Metropolitana de Lima”, expresó.
“Solo hay medidas a corto plazo, como la presencia de serenos para regular el tránsito en determinadas horas, pero cuando no están, todo es un caos. Los vecinos estamos preocupados porque ya empezó el año escolar y los ciclos universitarios. Ahora nos sentimos encerrados y sin poder movilizarnos. Las universidades deberían planificar mejor sus horarios para evitar tanto tráfico. A su vez, nuestra municipalidad distrital debería coordinar con el municipio de Lima para encontrar una solución, como, por ejemplo, proponer un proyecto de tránsito subterráneo”, añadió.
Del mismo modo, Raúl Ríos, vecino del sector 7 de Surco, comentó que, cuando no es temporada escolar, la movilidad en la zona es fluida. Sin embargo, a mediados de marzo, la situación se vuelve caótica. “Por ejemplo, los vecinos de Los Álamos de Monterrico tardamos hasta 50 minutos solo para salir de nuestras casas debido al tráfico, cuando en condiciones normales tomaría apenas tres. Imagínate esa abismal diferencia”, dijo.

También advirtió sobre la falta de presencia policial en la zona. “Como no hay policías, los serenos de la Municipalidad de Surco hacen todo lo posible. Pedimos una adecuada semaforización y más policías de tránsito. Esta situación molesta a los vecinos todas las mañanas. El tráfico es un desastre. Le pedimos a los serenos que nos apoyen más, pero a veces están en operativos. Solicitamos una mejor distribución de su personal”, agregó.
Análisis
El arquitecto urbanista, consultor, investigador y docente en arquitectura, urbanismo y planificación urbana, Carlos Morales Dávila, expresó a El Comercio que cuando se concentra una gran cantidad de equipamientos urbanos, como colegios, universidades, clínicas y centros comerciales, la zona se vuelve atractiva para las personas, lo que genera una alta demanda de transporte. “El tráfico aumenta, al igual que la contaminación acústica. Esto tiene un impacto negativo en la calidad de vida de las personas y también puede incrementar el riesgo de accidentes de tránsito”, señaló.
Explicó que este fenómeno responde al rápido crecimiento de la ciudad. “Estos sectores de Surco fueron, en un inicio, áreas de viviendas unifamiliares, pero con la expansión urbana comenzaron a construirse edificios comerciales. Sin embargo, el gran problema es que este desarrollo no ha ido acompañado de una planificación integral que articule y garantice una movilidad adecuada sin afectar el tránsito”, indicó.
“Uno de los principales problemas es que las vías metropolitanas, bajo la competencia de la Municipalidad de Lima, no están completas. Generalmente, tienen dos sentidos y una berma central, pero en ciertos tramos se convierten en una vía de doble sentido, lo que genera saturación. A corto plazo, una solución sería optimizar la semaforización; a largo plazo, rediseñar las vías e incorporar más ciclovías y zonas peatonales”, agregó.

El especialista advirtió que esta problemática se agrava por la falta de un sistema de transporte público eficiente, lo que obliga a más personas a movilizarse en vehículos privados, empeorando la calidad de vida de los vecinos. “El impacto en la salud mental de los ciudadanos es considerable, ya que el tráfico genera altos niveles de estrés. Además, la exposición a partículas contaminantes de los vehículos afecta la salud física”, sostuvo.
“Deberíamos aprender de las supermanzanas en Barcelona, que son zonas donde se concentra una gran actividad urbana. En estos espacios se establecen polígonos donde se reduce el tráfico, permitiendo que los vehículos solo realicen giros en U, lo que facilita la recuperación del centro como espacio público para los peatones”, añadió.
Por su parte, el arquitecto urbanista Santiago Dammert afirmó a este diario que, más allá de la alta concentración de colegios y centros comerciales, lo que realmente debería preocuparnos es la congestión vehicular. “Es natural que la ciudad crezca. El problema aquí es la deficiencia del transporte público, que impide un desplazamiento rápido y eficiente. Tener muchas escuelas, universidades y comercios juntos es positivo, pero el verdadero inconveniente es que no contamos con un sistema adecuado para llegar a ellos de manera eficiente”, expresó.
Indicó que Lima no cuenta con un buen diseño vial. Por ejemplo, los semáforos no están coordinados entre sí, lo que impide una gestión eficiente del tráfico. “Además, las calles están mal diseñadas, lo que provoca embotellamientos. Se debe crear un manual de diseño urbano vial que priorice la seguridad del peatón y brinde cruces seguros. También es fundamental invertir en semaforización y mejorar el transporte público”, señaló.

“Los vecinos pierden horas de trabajo, descanso y tiempo con sus familias debido al tráfico. Para solucionar esto, es importante fomentar el uso de infraestructura ciclista, pero el problema de vivir en una ciudad disfuncional no desaparecerá sin un sistema de transporte público formal y eficiente. Deberíamos seguir el ejemplo de países como Colombia, donde existen planes de movilidad sostenible en ciudades como Bogotá, Medellín y Cartagena”, concluyó.
Descargos
El subgerente de Tránsito de la Municipalidad de Surco, Mario Figallo, declaró a El Comercio que “comprendemos la preocupación de los vecinos por la congestión vehicular en estos sectores y hemos implementado diversas medidas para optimizar la circulación. Entre ellas, se ha habilitado el uso de carriles reversibles en puntos clave, como la Av. Velasco Astete, con el objetivo de mejorar el flujo vehicular en las horas de mayor demanda. Además, se han realizado ajustes en la programación semafórica en avenidas estratégicas como Primavera, Club Golf Los Incas, El Derby y La Encalada”.
Asimismo, destacó que se está coordinando estrechamente con la Municipalidad Metropolitana de Lima para optimizar la sincronización de los semáforos en zonas de alta congestión, especialmente en los horarios de mayor tránsito. “También hemos ampliado carriles en puntos estratégicos, lo que ha permitido implementar giros a la izquierda, mejorando la capacidad vial y facilitando una mayor fluidez en la circulación”, añadió.
El funcionario precisó que, actualmente, no se están otorgando licencias para nuevos colegios y universidades, y reconoció que la alta concentración de estos establecimientos, junto con la presencia de clínicas, influye en el tráfico de la zona. “Por ello, la municipalidad está evaluando ajustes en la gestión del tránsito, incluyendo la posible implementación de rutas alternativas y la optimización de accesos y salidas en áreas de alto flujo vehicular”, explicó.

Finalmente, Figallo resaltó que el distrito cuenta con un equipo de inspectores de tránsito que diariamente contribuyen a la regulación vehicular. Sin embargo, debido a la extensión del territorio y la alta demanda, es necesario reforzar su presencia en puntos críticos. “También tenemos convenios vigentes con la ATU y la Gerencia de Movilidad Urbana (GMU), lo que nos permite mejorar la regulación del transporte público y de carga en el distrito. Adicionalmente, estamos en conversaciones para, en el futuro, suscribir un convenio con la Sutran”, agregó.