— ¿A qué hora te levantas y qué es lo primero que haces?
A las 5:40 a.m. Me preparo para salir a montar bicicleta y medito sobre todos los escenarios que pueden salir distintos a como los planifiqué para ese día. Ese momento temprano me da orden mental para el resto del día.
— De los libros que ha leído, ¿cuál recomendarías?
Definitivamente alguno sobre arquitectura o sobre el cosmos o la física cuántica. Son los dos grandes temas que me apasionan. La arquitectura es, al final, una manera de entender cómo vivimos. Esto es fundamental para entender que lo que hago es finalmente una oportunidad para pensar el espacio, la ciudad y la experiencia de habitar. Y el segundo porque me interesa la manera en que esos temas nos obligan a cuestionar nuestras certezas y a entender que lo que vemos es solo una parte del todo, desafiando nuestra intuición.
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— ¿Qué objeto no puede faltar en tu vida?
No tengo apegos materiales y menos con esa relevancia. Pero si me incomoda si no hay una cuchara en la mesa. Más aún en una cocina como la nuestra, llena de texturas que necesitan de una superficie cóncava para disfrutarse por completo. Es un objeto que encarna a la perfección la relación entre diseño y funcionalidad.

— ¿Cine o teatro?
Cine. El teatro me genera una cierta desconexión. Las exigencias propias del formato —proyectar la voz, amplificar gestos y exagerar emociones para acortar la distancia con el público—terminan restándole naturalidad a la interpretación.
— ¿Qué aplicativos no pueden faltar en tu celular?
Ninguno. Podría seguir usando feliz el Nokia de la serpiente. Valoro las aplicaciones por su utilidad, pero extraño cuando la vida no giraba en torno al teléfono.
— ¿Netflix, Amazon, HBO, Apple o Disney?
Las encuentro todas redundantes. Tienen una “obligación” de ofrecer contenido de manera constante, lo que las lleva a ser menos selectivas y llenar sus catálogos de material irrelevante. Preferiría menos opciones.
— ¿El auto de tus sueños?
Una camper van pequeña, de esas que tienen cocina y camas en la parte de atrás. Me atrae la idea de viajar con pocas comodidades, solo lo esencial. Poder moverme, dormir en distintos lugares y disfrutar tanto del trayecto como del destino, acompañado de familia o amigos.

— ¿Destino favorito en vacaciones?
Algún lugar aislado, con poco viento, y sin mayores atractivos que el paisaje. Un lugar donde no haya mucha agenda y donde nadie pregunte “y cuál es el plan hoy?”. Idealmente, complementado con lugares o construcciones que pueda visitar por su diseño arquitectónico.
— ¿Qué deporte practicas?
Practicaría todos si tuviera tiempo pero con dos hijos pequeños, trato de repartir el poco tiempo libre entre bicicleta de montaña o ruta, surf, pádel, krav-magá, hiit, muay-thai o indoor cycling. Eldeporte me permite desconectarme de la rutina y enfocarme en mí. A los 46 años disfruto mucho compartir con mis hijos esos momentos de movimiento y juego. Siento que el deporte es también un vehículo para prolongar esa etapa compartida con ellos.
— ¿Cocktail o trago favorito?
Una Guinness. Con mucha espuma. Entre 6-8 °C. Y el “two-part pour”.
— ¿Cuál es tu restaurante favorito?
Cualquiera donde el producto sea el protagonista y la cocina no intente impresionar.
— ¿Un lugar en el que quisieras estar para relajarte y trabajar a la vez?
Algún lugar que, en los momentos de pausa, me ofrezca lo opuesto a lo que estoy haciendo. Uno que contraste lo suficiente como para devolverme perspectiva.
— Descríbete en tres palabras.
Autocrítico, racionalista y ecuánime.
— ¿Tienes algún talento oculto?
La paciencia. En un entorno donde todo es inmediatez, creo que la paciencia se ha vuelto una ventaja competitiva.
— Una frase que te defina.
“Vísteme despacio, que estoy de prisa.” Es una forma de recordar que mantener la calma es esencial, sobre todo cuando todo conspira para perderla. En momentos de presión o crisis, esa pausa consciente es la que permite frenar la inercia del caos y enfocarse en hacer las cosas bien, no solo rápido.

— ¿Qué empresa es una inspiración para ti?
Aquellas que logran mantener coherencia entre propósito, calidad y forma de hacer las cosas, sin importar la escala.
— ¿Con qué referente de tu rubro te gustaría cenar?
Prefiero cenar con alguien fuera de mi rubro. Alguien con quien hablar de temas donde no hay respuestas cerradas. Disfrutaría una conversación con Leonard Susskind, Avi Loeb, Miguel Alcubierre, Juan Maldacena…
— ¿Quién te dio el mejor consejo y cuál fue?
Todavía no siento que me hayan dado el mejor consejo de mi vida. Escucho mucho, observo y aprendo de lo que otros hacen, pero creo que los verdaderos consejos se entienden con el tiempo, no cuando se reciben. Tal vez el mejor aún esté por llegar, o tal vez uno lo construye solo, a partir de lo vivido.
— ¿Una decisión empresarial que cambiarías?
Haber empezado tan temprano sin haber tenido un espacio seguro para cometer errores. La experiencia se construye también desde la tolerancia al fallo.
— ¿Qué pregunta clave harías para contratar a alguien?
“¿Qué harías si nadie te dijera cómo hacerlo?” La autonomía revela más que cualquier currículum.

— ¿Cuál es tu mayor orgullo?
Además de mi familia, haber construido —y seguir construyendo junto a mis socios— un proyecto de vida desde cero sin alguien que me haya allanado el camino. No hubo atajos ni logros prestados. Todo lo que he construido ha sido el resultado de trabajo constante, decisiones propias y una convicción de fondo: avanzar, aunque sea más lento, pero con coherencia manteniendo intactos los mismos principios y valores con los que comenzamos hace más de 20 años.
— ¿Cuál es el gran tema del que no se habla en los medios?
De ciencia. Fuera de los colegios, y más allá del currículo básico —en muchos casos obsoleto—, casi no se habla de física, química o biología con un enfoque que despierte curiosidad. Poco se conversa sobre física cuántica, el cosmos, las leyes del universo, la gravedad, los agujeros negros, la física de partículas, el entrelazamiento cuántico, el período de inflación, los quásares, la dilatación del tiempo, etc. Son temas que amplían la mirada y ponen en perspectiva nuestro lugar en el universo.
— ¿Cuál es la principal virtud de los peruanos?
Ninguna exclusiva de una territorialidad, pero sí creo que existe una capacidad notable de adaptarse. Es una sociedad que aprende a resolver sobre la marcha, a encontrar caminos donde no los hay. Y hay un dato que lo refleja bien: somos el país con más empresarios per cápita del mundo. Emprender, en el fondo, es claramente otra forma de adaptarse.
— ¿Y su principal defecto?
La falta de civismo. Hay una carencia profunda de conciencia sobre las normas básicas de convivencia en el espacio público.














