Martes, Diciembre 3

De enero 2023 a junio del 2024, se han registrados 54.986 casos de diabetes en Perú, reveló el último informe de la CDC Perú: Sistema de Vigilancia Epidemiológica. Esta afección, que se caracteriza por niveles altos de glucosa en sangre, no sólo amenaza la calidad de vida, sino que también desencadena complicaciones severas en distintos órganos, cuando no se maneja adecuadamente. Con un control riguroso, los riesgos asociados a esta enfermedad pueden mitigarse, permitiendo que las personas vivan una vida más saludable y plena.

La Dra. Viviana Ulloa Millares, especialista en endocrinología de Novo Nordisk CLAT, describe la diabetes como una serie de síndromes que se caracterizan por hiperglucemia crónica, lo que significa niveles de glucosa persistentemente elevados en la sangre. Estos niveles altos de glucosa dañan progresivamente órganos vitales como el corazón, los riñones y los ojos, generando una carga física y emocional en los pacientes.

¿Qué tipos de diabetes existen?

Existen cuatro tipos principales de diabetes. La diabetes tipo 1, que se presenta principalmente en niños y jóvenes, surge debido a una falta total de insulina, mientras que la diabetes tipo 2, más común en adultos, es causada por una combinación de resistencia a la insulina y una producción insuficiente de la misma.

La diabetes gestacional afecta a algunas mujeres durante el embarazo y aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 posteriormente. Finalmente, otros tipos de diabetes se asocian con condiciones genéticas u otras enfermedades, siendo menos comunes pero igualmente serios.

¿Qué consecuencias puede traer la diabetes no controlada?

La diabetes es una enfermedad que tiene múltiples complicaciones si no se controla adecuadamente. Como explica el Dr. Víctor Noriega, endocrinólogo de la Clínica Anglo Americana, el exceso de glucosa en la sangre daña los vasos sanguíneos, lo que puede resultar en afectaciones graves a varios órganos. Estas complicaciones incluyen problemas cardiovasculares, renales y visuales. “La hipertensión y la dislipidemia son problemas comunes en personas con diabetes, y estos factores, combinados con el azúcar alta en sangre, incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares”, afirma Noriega.

Uno de los órganos más afectados por la diabetes es el ojo, que puede sufrir de retinopatía diabética, una de las principales causas de ceguera en adultos. Según el Dr. Segundo Nicolás Seclén Santisteban, médico endocrinólogo e investigador de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, se calcula que en América del Sur y Central más de 30 millones de personas padecen diabetes, cifra que podría aumentar a 50 millones para el 2040. En el Perú, la diabetes afecta a más de 2 millones de personas, y el 25% de estos pacientes desarrolla problemas visuales, siendo los adultos mayores un grupo especialmente vulnerable.

La ceguera es una de las consecuencias más graves de la diabetes no controlada, especialmente en adultos mayores. El Dr. Seclén recomienda que las personas con diabetes se realicen controles visuales frecuentes, y si se detecta retinopatía diabética, es fundamental someterse a pruebas de agudeza visual y controles regulares con el oftalmólogo.

¿Cómo prevenir las complicaciones de la diabetes?

Afortunadamente, un estilo de vida saludable y un control médico constante son efectivos para reducir las complicaciones de la diabetes. A continuación, expertos comparten algunos consejos para un manejo adecuado de la enfermedad:

  • Control regular de la glucosa: Mantener los niveles de glucosa en un rango seguro es crucial para prevenir el daño en los vasos sanguíneos y en órganos vitales. Según el Dr. Noriega, la tecnología de monitoreo continuo de glucosa facilita un control más preciso de los niveles de azúcar en sangre, permitiendo ajustar el tratamiento de manera personalizada.
  • Alimentación saludable: La dieta es un pilar fundamental en la prevención y manejo de la diabetes. Una alimentación rica en vegetales, frutas y baja en grasas y azúcares contribuye a mantener estables los niveles de glucosa. Es importante evitar los carbohidratos refinados y azúcares añadidos, que pueden causar picos de glucosa en la sangre.
  • Ejercicio físico regular: La actividad física, tanto aeróbica como anaeróbica, ayuda a mejorar el control de la glucosa y reduce el riesgo de complicaciones. Se recomienda realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana.
  • Revisiones médicas periódicas: Las consultas médicas regulares permiten detectar y tratar complicaciones en sus fases iniciales. Los pacientes deben realizarse evaluaciones preventivas de función renal, cardiovascular y visual para mantener un control integral de su salud.
  • Apoyo familiar y acompañamiento: El entorno social y familiar juega un rol fundamental en la gestión de la diabetes. “La familia puede ayudar al paciente a cumplir con su tratamiento y adoptar hábitos saludables, lo que mejora el pronóstico a largo plazo”, menciona el Dr. Noriega.

La diabetes necesita atención multidisciplinaria

Para optimizar el tratamiento de la diabetes, es esencial contar con un equipo de salud multidisciplinario que incluya médicos, enfermeras, nutricionistas, psicólogos y expertos en actividad física. Esta atención integral no sólo mejora el manejo de la enfermedad, sino que también ayuda a prevenir complicaciones y mejora la calidad de vida del paciente. La Dra. Ulloa destaca que cada paciente tiene necesidades diferentes, y por ello es crucial que los tratamientos se adapten de manera individual.

Si bien diabetes no tiene cura, existen diversos tratamientos que permiten controlarla y prevenir sus complicaciones. Para los pacientes con diabetes tipo 1, la insulina es el tratamiento esencial, y actualmente existen variantes de insulina que reducen el riesgo de hipoglucemias. En el caso de la diabetes tipo 2, los médicos pueden recomendar insulina o inyectables no insulínicos, así como terapias orales como la metformina y los inhibidores de la DPP4 y SGLT2, que actúan sobre blancos moleculares específicos para reducir los niveles de glucosa.

El Dr. Noriega subraya que “no existe una fórmula única para todos; cada paciente requiere una terapia adaptada a sus necesidades”. Este enfoque individualizado es clave para lograr un control efectivo de la diabetes y evitar complicaciones a largo plazo.

Prevención, la mejor estrategia contra la diabetes

Aunque la diabetes es una enfermedad crónica, existen medidas preventivas que pueden reducir su incidencia, especialmente en personas con factores de riesgo, como el sobrepeso, el sedentarismo y una dieta inadecuada. Llevar un estilo de vida saludable que incluya una dieta balanceada, actividad física regular y chequeos médicos preventivos es la mejor estrategia para prevenir esta enfermedad y sus complicaciones. La Dra. Ulloa recomienda “una alimentación equilibrada con verduras diarias y tres porciones de fruta al día, evitando los azúcares añadidos” como una de las medidas clave para prevenir la diabetes.

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