
¿Cuánto conocemos realmente a la persona con la que compartimos la vida? Esa pregunta fue el punto de partida de la dramaturga alemana Doris Dörrie para escribir “Desnudos“—originalmente titulada Happy. Ein Drama—, una obra que disecciona con crudeza y humor la fragilidad de los vínculos amorosos. Su impacto traspasó el teatro: tuvo una adaptación cinematográfica bajo el título Nackt y ha sido llevada a escena en distintos países.
En esta versión, Desnudos reúne a Connie Chaparro, Ismael La Rosa, Virna Flores, Karina Jordán, Renato Bonifaz y Fernando Niño. Dirigida por Mikhail Page y con producción de Makhy Arana, la obra sigue a tres parejas atrapadas en la rutina y las dudas sobre sus relaciones. Un simple juego de reconocimiento a ciegas de los cuerpos de sus parejas se convierte en una prueba de fuego: ¿quétanto se conocen realmente?
Uno de los mayores desafíos de esta puesta en escena es la desnudez en el teatro, un elemento que no solo supone un reto para el elenco, sino que exige precisión en la dirección para que la exposición física no opaque el trasfondo de la historia.
“Al principio, me repetía que mi cuerpo es mi herramienta de trabajo y que estar desnuda es parte de la formación actoral, pero enfrentarse al público así no deja de ser un reto. Lo interesante es que lo que realmente se quiere transmitir va mucho más allá”, comenta Connie Chaparro en entrevista con El Comercio.

Más allá de lo físico
El desnudo en la obra no es solo una cuestión literal, sino una excusa para despojarse de algo más profundo: las máscaras con las que nos presentamos ante el otro. La historia explora la vulnerabilidad, la confianza y la construcción de las relaciones a lo largo del tiempo, poniendo a prueba cuánto conocemos realmente a nuestra pareja.
“La obra nos muestra que las relaciones no son tan banales como parecen luego de estar mucho tiempo juntos, sino que es algo que se construye. Lo físico puede tener relevancia, pero lo que uno tiene por dentro es lo que realmente forma una relación”, menciona Connie Chaparro.

A través del humor y el drama, la obra plantea una mirada honesta sobre el amor y las dudas que surgen en la convivencia. Más allá de la atracción inicial, cuestiona la verdadera esencia de una pareja y cómo el paso del tiempo redefine la intimidad y la conexión emocional.
“Desnudarte es mostrarte tal y como eres, quitándote las caretas y dejando que la otra persona te vea en tus buenos y malos momentos, que sepa quién eres en realidad más allá de lo que uno muestra. Es vulnerabilidad por ambas partes, pero también confianza”, señala el director de la obra, Mikhail Page.
Con una temporada que va hasta el 30 de abril, Desnudos desafía al espectador a observarse a sí mismo y a su relación desde una perspectiva más honesta. Al final, la obra nos deja con una pregunta que resuena más allá del escenario: ¿Cómo reconoces a tu pareja más allá de lo físico?