Una madre y su hija, ambas militantes de Alianza para el Progreso (APP), fueron contratadas por el Congreso, reveló “Cuarto Poder” este domingo.
Se trata de Cecilia Salazar Mattos, la madre, quien trabajó como técnica de la Oficina de Personal y Bienestar, la misma en la que ahora trabaja su hija, Alexandra Tafur Salazar.
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La joven es odontóloga de profesión y no tiene experiencia en labores parlamentarias, pero consiguió trabajo en noviembre de 2024, y no para ejercer como dentista en el policlínico del Congreso, sino para asuntos administrativos.
Según el Portal de Transparencia del Parlamento, Cecilia Salazar laboró como técnica en el área de Desarrollo y Bienestar. Menos de un año después, fue convocada como asesora principal por Rosio Torres, miembro de su partido, APP, con un sueldo que supera los S/13 mil.
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El puesto que dejó vacante fue ocupado por su hija, Alexandra Tafur Salazar, de 24 años. El cargo, la oficina y el sueldo se repiten. La joven evitó declarar sobre el tema.
El área que habría hecho el requerimiento, en este caso, sería Recursos Humanos, que en ese momento todavía estaba bajo la jefatura de Heidy Figueroa, también militante de Alianza para el Progreso, el mismo partido de la madre y la hija.
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Consultada sobre la contratación de la madre de la joven como su asesora principal, la congresista dijo que ambas son amigas desde hace muchos años. “Nos conocemos hace muchísimos años. Somos amigas, muchísimos años”, subrayó.
¿Quién es Cecilia Salazar?
Cabe indicar que Cecilia Salazar sería mucho más que una amiga de la congresista. Para la Fiscalía de la Nación, su asesora principal habría cumplido un papel clave en los presuntos recortes salariales por los que ambas vienen siendo investigadas.
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Salazar Mattos fue contratada como asesora de nivel 2 en el despacho de la legisladora –desde julio de 2021 hasta agosto del 2022- con un sueldo superior a los S/8 mil. Renunció meses antes que estalle el escándalo de recortes salariales.
Posteriormente, fue recontratada en el área de Desarrollo y Bienestar Social liderada por otra militante de APP. Allí se mantuvo hasta que Rosio Torres volvió a abrirle las puertas de su despacho con un puesto y un sueldo mayor.
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Según la tesis fiscal, Cecilia Salazar habría sido la responsable de recolectar y depositar el dinero de los recortes de sueldo de los trabajadores del despacho de Torres para luego depositarlos a las cuentas bancarias de Juan Daniel Pérez Guerra, sobrino de la parlamentaria.
Además, según el testimonio de un extrabajador de la congresista, quien por razones de seguridad pidió proteger su identidad, la asesora y amiga de Rosio Torres, no solo podría ser su principal delatora sino también su “cómplice”.
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Para Marco Montoya, experto en contrataciones públicas, la contratación de la hija es completamente irregular porque la norma prohíbe que se haga lo mismo con los padres, parientes directos, hasta en el segundo grado.
