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En simultáneo con los acontecimientos de ayer en Venezuela, durante la emisión del programa El Mundo Ahora, a través de la web de El Comercio, trasladamos esa inquietud a analistas, periodistas y activistas.
Luis Parada, comerciante venezolano y representante del partido opositor Voluntad Popular en nuestro país, reconoce que las últimas manifestaciones callejeras no han sido tan multitudinarias como las de hace unos meses producto de la violentísima represión.
“Aún así, los demócratas han salido a protestar a pesar del amedrentamiento, a pesar de todos los presos políticos y a pesar de que el país tiene el centro de tortura más grande de Latinoamérica”, puntualiza.
Agrega que la estrategia de la presión debe continuar en busca del colapso interno del régimen. “Buscaremos la manera de que la calle no se calle, de que la presión interna no ceda”, anota.
La periodista venezolana Ronna Rísquez resalta “el mensaje de fuerza y muy alentador” que dio María Corina Machado el jueves 9 con su presencia en la movilización en Caracas y su salida de la clandestinidad luego de más de cuatro meses. “Que se presentara, que diera un discurso y que los venezolanos la vieran y comprobaran que sigue luchando por la libertad de Venezuela, lo mismo que Edmundo González desde afuera, es un mensaje muy poderoso”, afirma.
Remarca, en todo caso, que lo que viene no será sencillo: “De todas maneras, a ella [Machado] le toca ahora afinar y ajustar la estrategia y seguir adelante con este camino hasta el final. No ha sido ni será fácil, pero hay que confiar en ella y en González, y esperar las líneas que van a trazar”.
Por ello, apunta Rísquez, en este momento el reto de la oposición y de María Corina Machado y de González Urrutia es actuar para que la esperanza y el apoyo de la gente hacia su causa no decaiga, algo que no es tan fácil pedir a los ciudadanos en Venezuela, donde no existe un escenario convencional en el que las personas puedan ejercer su derecho a la protesta libremente,
“Venezuela lleva 25 años con gobiernos autoritarios, que violan los derechos humanos, que violan las libertades. Lamentablemente no es fácil salir de este tipo de regímenes”, expresa.
María Puerta, profesora de Gobierno Americano en el Valencia College de Orlando (Florida), hizo hincapié en el papel de la comunidad internacional.
“Será muy importante lo que ocurra en el plano regional. Debemos reconocer que es necesario emplazar a gobiernos como los de Colombia y Brasil, que prometieron mediar para una salida pacífica. Si bien han reconocido su fracaso hasta ahora, de alguna forma también están contribuyendo a reconocer un régimen político viciado”, cuestiona la politóloga.
El politólogo venezolano Luis Nunes, quien reside en el Perú desde hace varios años, se pronuncia en la misma línea y considera que los próximos pasos de la oposición tendrán que ser una “mezcla de ofensiva nacional con ofensiva internacional”. “Se espera mucha presión de la comunidad internacional, muchas manifestaciones, muchas declaraciones”, señala.
Las primeras acciones de la comunidad internacional se dieron el mismo viernes 10, poco después de la juramentación de Maduro para un tercer mandado consecutivo. Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y la Unión Europea no solo emitieron duros comunicados contra el régimen, sino que aumentaron las sanciones contra sus integrantes.
Para Puerta estas medidas están muy por delante de las reacciones de los países de la región, donde, señala la experta, lamentablemente no hay mecanismos más prácticos y tangibles para impedir la consolidación de un régimen dictatorial en Venezuela.
Sobre la efectividad del aumento de las sanciones, la analista apunta que estas medidas no van a lograr un cambio de régimen por sí solas, pero sí pueden lograr esa meta si tienen impacto sobre quienes toman las decisiones políticas.
“Por eso las sanciones adicionales a los miembros del régimen de Maduro son importantes y ahora que se consumó la dictadura sus repercusiones van a ser diferentes que antes. La única manera en que haya un quiebre en la coalición de Maduro, en la que por cierto hay muchas divisiones, es presionando aún más, no solamente a nivel interno, sino también a nivel externo porque el régimen está ahora mucho más aislado de lo que estaba antes del 28 de julio pasado”, comenta.
No las tiene todas consigo
En cuanto a las huestes chavistas, Parada resaltó que la toma de posesión se hizo en un salón de ceremonias de la Asamblea Nacional y no en el recinto de siempre, mucho más amplio. “Vimos la consumación de un golpe de Estado, pero con el temor del delito cometido”.
Nunes dio sus razones para creer en un no tan lejano quiebre dentro del sector militar que sostiene al discípulo de Hugo Chávez: “Ya no alcanza para pagar la trata de blancas, el whisky y todos los privilegios que tiene esta pequeña cúpula de generales, y eso que Maduro está muy preocupado de tenerlos contentos. A mí me parece que ese es el factor inicial desencadenante de la caída del régimen desde dentro”.
Parada señala que una prueba de la ruptura al interior del esquema de las fuerzas de seguridad es se ha visto una disminución significativa de los cuerpos represivos en las calles de Venezuela.
“Las fuerzas armadas no están reprimiendo en la misma sintonía y magnitud que en años anteriores. A Maduro solo le está quedando un reducto de la inteligencia y de los grupos externos que protegen a la dictadura, como cubanos e iraníes. También le quedan los colectivos, que son grupos armados. Pero hay una gran deserción de las tropas venezolanas”, señala.
Puerta explica que el régimen reconoce su debilidad desde el punto de vista de la legitimidad política. Señala que Maduro y compañía probablemente creen con que la violencia y la persecusión política es suficiente para ganar legitimidad, pero no es así. “El pueblo venezolano sabe que Maduro perdió la elección y está convencido que este viernes se instauró en Venezuela un régimen de facto”, dice.
Por eso, la experta cree que la apuesta de Maduro en este momento es desmovilizar a los ciudadanos venezolanos a través de represalias e intimidación.
“Las detenciones de esta semana nos indican que van a profundizar la persecución política. La única manera que hay de mantener la cohesión social es salir a la calle a pesar de las amenazas”, afirma.
Rísquez pide no perder de vista que existen una serie de indicadores que muestran que el chavismo está en su peor momento en términos económicos, de apoyo internacional -cada vez son más gobiernos los que no lo reconocen que los que lo reconocen- y de respaldo popular.
“Esos son factores que son importantes y que pesan en este momento. Además hay divisiones internas dentro del chavismo que no necesariamente se conocen, como quedó demostrado con la detención y posterior liberación de María Corina Machado. Evidentemente hubo una orden de alguien y luego una contra orden de alguien con más poder. Es lógico concluir que esas dos órdenes -apresarla y liberarla- vinieron de dos sectores distintos del gobierno, lo cual muestra algún tipo de diferencia dentro del régimen”, concluye.