
Una figura ambigua se proyecta en la sala como si flotara. Parece parte de un mobiliario, pero al acercarse, pierde forma. En “Daytime Nighttime”, la nueva exposición de la Galería Gato, nada es fijo: ni las obras ni las interpretaciones. La muestra entonces se convierte en un espacio donde los sentidos se confunden y las certezas se evaporan.
Esta segunda exposición de la galería reúne a tres artistas de distintas partes del mundo: Nicolas Lamas (Perú), Erika Hock (Kirguistán) y Sihan Guo (China). A través de esculturas, instalaciones y composiciones visuales, cada uno aborda la transformación de lo tangible. Lamas fusiona lo humano con lo animal y lo tecnológico; Hock explora estructuras espaciales que invitan a la interacción; Guo juega con la frontera entre lo abstracto y lo figurativo.
Para Axier Villanueva, director del espacio, la propuesta va más allá del montaje. “Más que un espacio expositivo, Galería Gato es un territorio de fricción, dualidad y multiplicidad”, afirma. “Apostamos por diálogos donde voces dispares coexisten sin perder autonomía”. En ese sentido, la galería busca posicionarse como un espacio de encuentro entre artistas consolidados y nuevas voces de la escena contemporánea.
“Daytime Nighttime” estará abierta hasta el 23 de mayo. En un contexto donde lo visual suele buscar respuestas inmediatas, esta exposición desafía al visitante a detenerse, a mirar dos veces y, sobre todo, a aceptar que no todo tiene que encajar en una sola forma.