Desde los mates de muña o de coca que nos fortalecen el alma, pasando por huatias o pachamancas que nos hacen reconectar con nuestras raíces; hasta las creaciones más modernas donde se combinan técnica y buen uso de los ingredientes. El menú aquí es inagotable, y los hoteles de la zona han sabido sacarle partido con propuestas cada vez más interesantes y -sobre todo- diferenciadas.
LEE TAMBIÉN: Urubamba de lujo: ¿en qué consiste la nueva experiencia gastronómica servida al aire libre?
En el Aranwa Sacred Valley Hotel & Wellness este es el punto de partida para una oferta variada, donde el pasado se encuentra con el presente a través de la cocina. Construido a orillas del río Vilcanota en lo que fuera una antigua hacienda colonial del siglo XVII (la hacienda Yaravilca), el espacio de 115 habitaciones e impresionantes espacios al aire libre acaba de renovar su lista de experiencias culinarias, pensadas para turistas locales y extranjeros. En general, la afluencia es 50-50 con una importante presencia de huéspedes peruanos.
“Nuestra propuesta gastronómica está enfocada en valorar nuestros insumos locales. Trabajamos con productos orgánicos como las papas nativas de Chinchero, verduras de nuestro propio huerto y de los jardines de Urubamba y Yucay; usamos cacao traído de Quillabamba y el choclo mundialmente famoso de Huayllabamba; sal gruesa de Maras, y así en adelante”, explica Ralph Estrada Medina, cocinero cusqueño al frente de las cocinas del Aranwa Valle Sagrado.
Desde el restaurante Pukawi (palabra quechua que se utiliza para dar nombre al lugar donde se va a consumir los alimentos), Estrada da rienda suelta a su inventiva sin renunciar a la tradición. “Tratamos de innovar utilizando técnicas ancestrales como la cocción con piedras, pero siempre con toques modernos para que nuestros clientes tengas experiencias únicas”, continúa. Su carta tiene desde saltados y pastas, hasta frescos tiraditos y cebiches; todo elaborado desde cero en las instalaciones de dicho espacio.
Hace unos meses, precisamente, el hotel hospedó a un huésped ilustre cuya visita supuso también un pequeño reto culinario: nada menos que Gianluca Lapadula, quien compartió en Instagram una foto de los jardines del Aranwa. ¿En qué consistía su alimentación?
“Lapadula tenía una dieta sumamente restringida, por su condición de deportista, y la cumplió estrictamente. Nosotros sabíamos con anticipación de todo esto y el staff del hotel estaba informado”, sostiene Estrada. El régimen del futbolista consistía básicamente de una alimentación alta en proteínas (pollo y res a la plancha o parrilla) con vegetales; el mate de coca, por supuesto, estaba fuera de la lista. “Su familia sí pudo probar más cosas”, añade el chef.
Picnics a orillas del río, noche de pizzas en la cocina colonial, matrimonios, eventos corporativos, pachamancas y huatias (con terrones de tierra, al estilo tradicional) están a la orden del día por aquí. La buena noticia es que el hotel también ofrece la opción de “full day” para disfrutar de las instalaciones y del restaurante solo por el día. Las experiencias pueden personalizarse al gusto y posibilidad de cada visitante, ya sea una dieta restrictiva o un viaje pensado para probar hasta el último grano de choclo cusqueño.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/F6LNHWOMFJAYHHD6GE5F7AXUEQ.jpg)
A continuación, Estrada nos comparte una receta sencilla con uno de los productos más deliciosos y saludables de la zona: la generosa trucha.
Trucha andina para 4 personas
Ingredientes:
- 800 g de filete de trucha
- 200 ml de crema de leche
- 800 g de papas nativas cocidas
- 200 g de hongos setas o champiñones
- 150 g de cebolla china
- 30 ml de vino blanco
- 200 g de queso andino
- 30 g de mantequilla
- Una pisca de huacatay
Paso 1
Preparamos una salsa colocando en una sartén a fuego medio la crema de leche, el queso rayado y un poco de vino blanco. Cocinamos unos minutos hasta obtener consistencia, y reservamos.
Paso 2
Salpimentamos el filete de trucha y lo sellamos en una sartén hasta que esté bien dorado. Reservamos.
Paso 3
En una sartén bien caliente agregamos mantequilla, las papas cocidas, las setas u hongos, la cebolla china (parte blanca) y salteamos por unos minutos hasta que estén doradas. Añadimos vino blanco y un poco de huacatay picado, y seguimos cocinando por 1 minuto.
Montado
En un plato servimos la salsa de queso como base. Luego colocamos las papas salteadas con los hongos y la cebolla china. Por último, coronamos con la trucha sellada, y disfrutamos.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/ZONHR4PZIFEBFCMMQQ6JQOD47E.jpg)
/
Más información:
Web: https://aranwahotels.com/
Instagram: @aranwahotels