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La mañana de este sábado 28 de mayo, Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, notificó el primer caso importado de viruela del mono en el país. A pesar del contagio comunitario en diversas regiones, la transmisibilidad del virus es considerada de bajo impacto. No obstante, para reducir la probabilidad de contagios a gran escala, es necesario guardar especial cuidado con animales mamíferos de compañía.
En entrevista con Infobae México, Carol Perelman, bioquímica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), divulgadora de la ciencia y miembro de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia, aseguró que las personas con diagnóstico positivo a la enfermedad deben alejarse de animales domésticos como gatos, perros y, especialmente, roedores, mientras transitan por la enfermedad.
“Hay que evitar estar en contacto con animales porque puede quedar el virus en reservorio y lo que no queremos es que sea endémico. Evitar que pase a animales y que ahí siga resurgiendo. Hay que hacer contenciones”.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la transmisión del virus de la viruela símica de animales a humanos, conocido como zoonosis, es producido por el contacto directo de las personas con sangre, líquidos corporales, lesiones de la piel o mucosas de animales infectados.
Si bien el contagio del virus se encuentra asociado con simios, el organismo ha señalado la existencia de indicios de infección en diferentes especies de animales. Sin embargo, aunque no se ha identificado el reservorio natural de la viruela símica, los roedores podrían ser los animales más aptos para fungir como huéspedes del virus y propagarlo a otras especies animales con mayor facilidad.
Incluso, el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) emitió una recomendación para que las personas contagiadas con el agente patógeno extiendan la cuarentena de 25 días a sus animales de compañía. Y es que en caso de que un animal contagiado establezca contacto con otros puede generar una cadena de transmisión lo suficientemente amplia para llegar hasta especies silvestres con la capacidad de convertir la epidemia en una enfermedad endémica.
De acuerdo con la división de epidemiología de la Secretaría de Salud, una endemia es “la presencia constante o la prevalencia habitual de casos de una enfermedad o agente infeccioso en poblaciones humanas dentro de un área geográfica determinada”. En ese sentido, el virus puede alojarse en el país y propiciar brotes sin la necesidad de que los agentes contagiosos sean importados.
Perelman indicó que existen dos cepas del virus de la viruela símica. Una de ellas se encuentra con mayor frecuencia en la región de la República Democrática del Congo y es más agresiva. Por el contrario, la que se ha encontrado en países como Portugal y Bélgica corresponde a la cepa occidental, la cual fue catalogada por la especialista como “más benigna” en el sentido de ser menos riesgosa, aunque al momento ha demostrado un índice de mortalidad del 1 por ciento.
“No sabemos aún si estamos ante un virus que cambió su forma de transmisión, porque lo único que se tenía eran casos esporádicos de gente que había tenido contacto con animales contagiados. Ahora ya hay casos en 22 países en el mundo, incluida América Latina donde ya existe transmisión comunitaria”, señaló.
En ese sentido, ante la ausencia de datos certeros acerca de la naturaleza del virus, Perelman recomendó el uso de cubrebocas, así como la implementación de medidas de higiene con la finalidad de reducir el riesgo. Además, aunque México no cuenta con los recursos en la actualidad, señaló la existencia de una vacuna aprobada recientemente contra la viruela símica, así como un medicamento antiviral para combatirla.
Por otro lado, negó que en el país deba existir una alerta para emprender la campaña de vacunación que cesó en el año de 1972 debido a la erradicación de la viruela.
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