La extorsión sigue ganando terreno en el Perú y afecta a todo tipo de negocios, desde los grandes a los más pequeños. Al año, este delito podría generar alrededor de S/ 6.000 millones en pérdidas económicas, dicha cantidad representa el 0,7 % de nuestro PBI, según un informe de elaborado por la Pontificia Universidad Católica de Lima (PUCP).
Este delito no solo afecta a transportistas, bodegueros o empresas de construcción. Propietarios de peluquerías, vendedores ambulantes, comedores populares, mototaxistas y hasta artistas pagan cupos a estos delincuentes.
“La extorsión no va dirigida a sectores de gran capacidad económica, se centra principalmente en las periferias donde no hay casi control ni presencia de las fuerzas del orden y que son espacios muy vulnerabilizados por la informalidad”, explicó Erika Solis, investigadora del IDEHPUCP.
Empresas de todo tipo pagan cupos
Los montos varían de acuerdo al rubro y tamaño del negocio. Por ejemplo, 7 de cada 10 transportistas son extorsionados y las empresas para las que laboran pueden pagar un cupo entre S/ 15.000 a S/ 30.000 mensuales. Si hablamos solo de mototaxistas, en Trujillo, Chiclayo y Piura, la cuota es de S/ 500 semanales, y la mitad de ellos cede a los extorsionadores por temor a ser asesinados.
Las bandas extorsivas también cobran cupo al comercio informal. En el emporio Gamarra, estos delincuentes “lotizan las calles para ofrecerlas a los ambulantes”, refiere la vocera del gremio Susana Saldaña. A cambio de un pago que podría oscilar entre S/ 100 y S/ 4.000, según el recuento de PUCP.
El impacto de la extorsión no solo perjudica a los propietarios de las empresas extorsionadas, también a trabajadores y a la comunidad en general. En el caso del sector construcción, hay 300 obras paralizadas porque “no hay garantía de seguridad”, refiere Guido Valdivia, director ejecutivo de la Cámara Peruana de Construcción. El rubro perdió alrededor de S/ 1.000 millones el primer semestre de este año.
“Como la construcción formal es aproximadamente el 4,4 % del PBI Nacional: el 4,4% de 5,800 millones es aproximadamente US$ 256 millones o S/ 980 millones, pero las obras que se dejan de ejecutar, porque no hay garantías de seguridad, implican una cifra mucho mayor todavía”, refirió Valdivia.
El costo de la inseguridad en el Perú
El Perú no solo es azotado por la extorsión, la tasa de homicidios también preocupa. Según información de la Policía Nacional, el 8 de octubre en pleno estado de emergencia se registraron 7 asesinatos en menos de 12 horas.
La inseguridad ciudadana, según la Cámara de Comercio de Lima, le cuesta al país S/ 35.000 millones; es decir, el 3,5 % del PBI anual, lo que desalienta la inversión, como lo dijo hace un mes el presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde.
“Obviamente afecta. La decisión de invertir se vuelve menor. Conozco extranjeros que quieren venir a América Latina, pero tienen miedo por la inseguridad. Y obviamente nosotros tampoco nos sentimos seguros. Es una situación que tiene que corregirse”, refirió en el último reporte de inflación de septiembre.