Jueves, Diciembre 12

“Busca a Dios. Dios es poder. Dios es fe”, había escrito en las cuatro paredes del cuarto que alquilaba en el asentamiento humano Los Lúcumos de Pachacámac de VMT. La madrugada del último lunes, policías y familiares de la menor llegaron hasta este recinto y encontraron el cuerpo de la menor. La madre de la víctima, en medio del shock solo gritaba que Jerson la había matado, mientras él respondía “yo no quise hacerlo”.

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Minutos antes del macabro hallazgo, Margaret, madre de la menor, interactuó con él y un policía. “Tú debes saber algo más. ¿Por qué tienes tantas versiones?”, le reclamaba a Juárez. Él respondía de manera desafiante, e incluso le pedía que se calmara. “Yo seguía llamando, seguía llamando… más tarde para ver si me contestaba el señor, porque quería saber sobre la niña, porque me preocupa… yo también tengo mi hijita”, declaró el feminicida ante la madre y el oficial, detallando cómo, presuntamente, intentó comunicarse con la familia de la víctima para avisar que la había encontrado.

Interacción del feminicida con la madre de la menor antes de que se encuentren sus restos.

Lo que la madre y el policía no sabían era que estaban hablando con el sujeto que le había arrebatado la vida a la menor que buscaban. Juárez se comunicaba bien con la policía, movía las manos y hacía señas mientras describía los hechos, pero sus respuestas no eran concretas. Buscaba la validación de la autoridad cada vez que terminaba de relatar un hecho. Al final de una breve conversación, otro policía ordenó que se revisara el lugar en el que él habitaba.

Para la psicóloga forense Silvia Rojas, la actitud colaborativa que buscaba mostrar una falsa empatía responde a un perfil psicópata. “No se trata de un psicótico. No es que no tenga conciencia de la realidad. Es un psicópata, una persona que se da cuenta de sus actos y crea situaciones para disuadir, ganar ventaja”, declaró la experta.

Lamentablemente fue en ese momento de la noche que Margaret encontró a su hija sin vida. Un día antes había sido reportada como desaparecida ante la policía. La medianoche del sábado 7 fue la última vez que se la vio, luego de que escapó corriendo de su casa a raíz de una discusión que tuvo.

“Le llamé la atención, la iba castigar, quizá en su nerviosismo se fue corriendo. Yo sabía que ella no se iba ir más allá. El tipo estaba por ahí y como la vio llorando, se la llevó a la fuerza”, contó Margaret.

La desaparición

Ella contó que, al notar que su hija no regresaba a casa, decidió buscarla. Mientras eso sucedía, su suegra recibió una llamada de un número desconocido, pero no respondió. “El número quedó registrado y llamé. Me dijo que era Joaquín, que había visto a mi hija corriendo y la ayudó”, contó. Con la información del número sospechoso, se acercó a la comisaría de José Gálvez, donde la ayudaron, pero aún así se tardaron en ubicar a la niña.

“Yo no estoy en desacuerdo en nada con lo que me apoyó la Policía, sí me apoyó la Policía, solamente el único detalle, entiendo que de repente hayan tenido trabajo y no lo hayan podido localizar en el momento”, contó la madre.

Poco después un patrullero accedió a ayudarla a buscar a la menor, y como se narró líneas arriba, se la encontró envuelta en unas frazadas. “Su actitud era como que con él no era. Abrió la puerta, se puso a defecar frente a la puerta. No me importó e igual entré. Comencé a buscar y apareció una huella en el suelo”, contó Margaret sobre la noche que encontró a su hija.

Margaret describió que en el cuarto de Juárez solo había una cama, sábanas colgadas en las paredes y una alfombra. “Jalé la alfombra y tenía peso. Pedí ayuda al policía. Le preguntó [a Juárez] qué había ahí y él dijo, ‘ahí está pues jefe, yo la maté’. Estaba envuelta en frazadas. No sé por qué fue tan cruel”, dijo la madre.

Este martes, el Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur ordenó siete días de detención preliminar contra Jerson Alexander Juárez Tapia, confeso asesino de una niña de 12 años en Villa María del Triunfo. Aunque había sido capturado en la escena del crimen, fue trasladado al hospital María Auxiliadora debido a que los familiares y vecinos le propinaron una golpiza. Ahora se encuentra detenido en la sede de la Dirincri donde permanecerá en una carceleta.

El abogado de la familia, Mario Arribas informó a El Comercio que hubo una supuesta demora por parte de la Policía en la emisión de la alerta sobre la desaparición de la menor, por lo que consideró que no se actuó con celeridad en la investigación. Remarcó que la PNP debió tratarlo como un posible caso de desprotección de menor, secuestro o trata de personas, y no como una simple desaparición..

Además, Arribas aclaró al jefe de la Región Policial Lima, general PNP Enrique Felipe Monroy, que la denuncia por la desaparición de la menor se interpuso en la comisaría solo horas después de ocurrido el hecho y no “al día siguiente”, como lo expresó dicho oficial de la PNP.

El comandante general de la Policía Nacional, teniente general PNP Víctor Zanabria, aseguró que la familia de la adolescente de 12 años que fue asesinada en Villa María del Triunfo contrató a un hacker para obtener información de Jerson Juárez, que en ese momento era el principal sospechoso y que posteriormente confesó el crimen.

Cabe precisar que los padres de la adolescente señalaron que una persona allegada a la familia les entregó la dirección del domicilio y el nombre completo del propietario del celular desde el cual llamaron a la abuela de la víctima antes de ser asesinada.

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