Lunes, Septiembre 16

Se trata de las cruces de camino o cruces del viajero, que están presentes en el Perú desde hace casi cinco siglos. Fueron colocadas en los extramuros de las ciudades como señal de bienvenida y protección para quienes emprendían un viaje. Pero este no fue su único rol.

La cruz, elemento más importante de la cristiandad, tiene un rol articulador entre comunidades. Por ello, la presencia de las cruces de camino también tuvo un fin pedagógico en los primeros años del cristianismo en el Perú.

Hitos urbanos

Rafael Sánchez-Concha Barrios, historiador y profesor universitario, explicó a El Comercio que la cruz de camino es de origen medieval. “Aparecieron en nuestro país en el virreinato temprano. Poseen todos los elementos de la pasión de Cristo, las ’armas Christi’, que también se le presentaron al papa Gregorio I durante una misa”, detalló. En esa línea, Gustavo Buntinx, historiador y curador de arte, declaró que las cruces de camino son “símbolo de redención y martirio”.

Así también, Sánchez-Concha indicó que la cruz de camino tuvo un propósito didáctico en el virreinato: enseñar la pasión de Jesús a través de sus símbolos. Al respecto, Buntinx narró que las cruces se colocaron sobre las apachetas, puntos de acopio de piedras ubicados en la separación de los caminos y que gozaban de carácter sagrado en épocas prehispánicas.

Las apachetas se formaban con el aporte de cada viajero. Durante la campaña de extirpación de idolatrías, los predicadores no se dedicaron únicamente a destruir cultos prehispánicos, pues también los integraban al culto nuevo. Por eso, colocaron cruces de camino sobre las apachetas”, manifestó.

Buntinx afirmó que estos símbolos fueron esenciales para formar el imaginario sincrético en el que se configuró la peruanidad durante la época virreinal. “La peruanidad se moldeó durante el virreinato como una articulación entre razas, lenguas y culturas distintas que configuraron lo que hoy llamamos Perú. La cruz de camino es un símbolo que forjó el sincretismo católico-andino”, destacó.

Por todo lo expuesto, el historiador califica a estos símbolos como un emblema de la peruanidad. Por su parte, Sánchez afirmó que son un símbolo de la identidad católica del Perú. “Actualmente, mantienen su función primaria: recordar la pasión de Cristo, el núcleo de la fe y la promesa de salvación”, aseveró.

¿Dónde se ubican las cruces de camino de Lima?

Buntinx precisó que las cruces de camino llevan elementos colocados por las comunidades que las rodean, así como las apachetas se configuraban con las piedras que dejaba cada viajero. Al respecto, Sánchez-Concha explicó que las cruces de camino no son símbolos de una sola congregación católica, sino que están integradas y protegidas por las comunidades cercanas.

Buntinx destacó que, en mayo, mes de la tradicional fiesta de las cruces, las iglesias y vecinos se reúnen a rezar a su alrededor, limpian sus elementos y, en algunos casos, las sacan en procesión. Tal es el caso de la cruz de Yerbateros en Ate.

En Lima, tenemos muchos testimonios de estas cruces. Una de las más conocidas y veneradas es la Cruz del Viajero, erigida en 1672. Se encuentra en un parque homónimo de Pueblo Libre y fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 1998; además, tiene una organización de vecinos que se encargan de su cuidado y culto.

La cruz se encuentra en la avenida Sucre, que en tiempos virreinales era uno de los caminos que unía el Callao con Lima. Por este motivo, muchos viajeros pedían la protección de Dios durante el trayecto. “Cuenta la tradición que en este lugar oró Simón Bolívar cuando pasó unos días de descanso en la quinta de Los Libertadores de Magdalena Vieja [nombre anterior de Pueblo Libre]”, explicó la historiadora Nanda Leonardini.

Existen otras cruces en la capital que pasan casi desapercibidas. Una de ellas se encuentra entre la Av. Paz Soldán y la calle Santa Luisa de San Isidro. En el mismo distrito se ubica la cruz de Limatambo, en la Av. República de Panamá, cerca del colegio San Agustín.

En Surco, podrá observar cruces de camino en el Parque de la Amistad, en la entrada de la urbanización Gorrochano y en el parque La Bolichera.

En Barrios Altos, la zona que mejor preserva la riqueza patrimonial de la Lima virreinal, existen dos cruces en iglesias emblemáticas. Una de ellas se encuentra junto a la iglesia de Santo Cristo de las Maravillas.

Otra está el frontis de la iglesia de Santiago Apóstol del Cercado, que se encontró anclada a uno de sus muros y viene siendo restaurada para su futura reinstalación por el equipo de Prolima, la gerencia que recupera el valor cultural del centro histórico de Lima.

Por sus rasgos, se estima que fue elaborada a inicios del siglo XIX. Está constituida por madera tallada y tiene acabados que emulan el nudo de un árbol, realzados por sus tonalidades rojas, amarillas y verdes. Su puesta en valor forma parte de una serie de trabajos para restaurar integralmente la fachada de la iglesia”, explicó Prolima.

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