Domingo, Mayo 19

La historia de La Ibérica empieza en 1909, tienen más de 100 años de historia.

Al hablar de la historia de La Ibérica, hay que mencionar sin duda alguna a su fundador, Juan Vidaurrázaga Menchaca, quien fue un visionario porque vio la oportunidad de agarrar el cacao que tenía tan cerca en Quillabamba, la leche del valle de Arequipa y el azúcar que había en la costa de Arequipa, en Chucarapi. El señor Vidaurrazaga vio la oportunidad y fue el primero que lo hizo hace 115 años.

Más allá de eso, también era un hombre emprendedor y muy sensible en términos sociales. Siempre ayudaba a la gente. De hecho, funda La Ibérica para dar trabajo. Esa mística que imprime en la empresa se ha mantenido hasta hoy.

“La empresa fue arequipeña para atender al mercado del sur del país hasta el 2000. Luego de eso, La Ibérica se vuelve una empresa nacional y, de hecho, hoy su principal mercado ya no es Arequipa, sino Lima, donde se vende el doble”.

¿Las siguientes generaciones continúan esos pasos?

La segunda, la tercera y ahora la cuarta generación siguen esa sintonía. La empresa, evidentemente, tiene esa pasión por la calidad, pero la familia sigue apoyando a muchísimas instituciones benéficas en el país, sobre todo en Arequipa, Cusco, Quillabamba y Lima.

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¿Qué hitos importantes han marcado a la empresa?

En la segunda guerra mundial importaban productos de Europa, pero se dejaron de importar. Un caso emblemático para nosotros fue el tema de la almendra, que venía de España y se cambió el abastecimiento a castaña de Madre de Dios. Desde ese momento hasta hoy, el mazapán se hace de castaña y es uno de los pocos en el mundo que se hace así.

Otro hito importante es que, desde el primer día hasta hoy, se trabaja con cacao Chuncho de la Convención del Cusco. Es un cacao de muy buen aroma, sabor, textura y La Ibérica lo toma porque es el abastecimiento de cacao más cercano que tenía. Hoy el cacao Chuncho es catalogado como uno de los mejores del mundo. Esa relación que tiene La Ibérica con el cacao Chuncho es un hito fundamental para el éxito de la empresa.

¿Qué cambios importantes tuvo la compañía en su historia?

La empresa fue arequipeña para atender al mercado del sur del país hasta el 2000. Luego de eso, La Ibérica se vuelve una empresa nacional y, de hecho, hoy su principal mercado ya no es Arequipa, sino Lima, donde se vende el doble.

¿Con cuántas tiendas cuentan?

Tenemos 58 tiendas en el Perú y siete en Santiago de Chile.

“La conexión que tiene La Ibérica con el cacao Chuncho es un hito fundamental para el éxito de la empresa”

¿A qué otros países apuntan?

Empezamos en Miami desde fines del 2020 y entramos a Bolivia donde nos fue bien, pero con los problemas que tiene su divisa, el negocio cayó un poco y emprendimos en Chile, donde nos ha ido bastante bien. En este momento estamos emprendiendo y nos encontramos muy próximos a entrar a México y Canadá, y estamos explorando Argentina, un país que se está abriendo y al que nos interesa entrar también.

¿Cuál ha sido la clave del éxito de la compañía?

La clave ha sido la calidad. En La Ibérica hay una pasión por la calidad, por hacer productos sabrosos de buena textura y con buenos empaques. Utilizar materias primas de calidad es fundamental, no buscamos sustituirlas.

¿Cuáles han sido sus últimas inversiones en el país?

Este año hemos abierto dos tiendas (en Surquillo y Surco), estamos trayendo dos máquinas nuevas de Alemania que deben llegar en junio. El año pasado trajimos dos máquinas de Italia. Es decir, seguimos invirtiendo en nuestra planta, en nuestros canales de comercialización y lo que nos impulsa es la demanda.

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¿Cómo han crecido sus ventas en los últimos años?

Hasta el 2021 tuvimos un récord de ventas, crecimos a doble dígito y tuvimos un crecimiento en la rentabilidad en tres dígitos. En el 2022 volvimos a romper el récord creciendo también a dos dígitos y con una rentabilidad de tres dígitos. Y, este año, venimos creciendo igual. Creemos que podemos crecer mucho más en el Perú, vemos que el mercado demanda nuestros productos y seguimos invirtiendo. Este año nos está yendo súper bien.

“En La Ibérica hay una pasión por la calidad, por hacer productos sabrosos de buena textura”

La Ibérica inició fabricando chocolates de taza, ¿cómo es el proceso de innovación para saber con qué productos ingresar al mercado?

Tomamos bastante información de los mercados más desarrollados y hacemos un proceso de desarrollo del producto. Sí tenemos que comprar tecnología, pueden pasar dos años para el lanzamiento de un producto, pero, por lo general, el proceso de desarrollo dura 12 meses.

¿Qué novedades tienen planteadas para el futuro de la empresa y cuáles son sus estrategias para cumplir otros 100 años?

Seguir innovando. El año pasado lanzamos 21 productos y este año estamos planificando lanzar 12. El tema de la innovación ha sido nuestra fortaleza en los últimos tres años. Lanzamos chocotejas, barquillos, que es una categoría totalmente nueva y chocoperlas -que son unas esferas de chocolate con almendra y pistacho-. De hecho, el lanzamiento de las chocoperlas lo llevamos a Bélgica y hemos ganado el mayor galardón de calidad que puede otorgar el International Taste Institute, que son tres estrellas.

¿Y cuáles serán sus lanzamientos para este año?

Hace poco hemos lanzado nuestra alpaca, un producto nuevo conceptualizado como souvenir. La mayor población de alpacas en el mundo está en Arequipa y es muy reconocida la industria de confecciones de tela de alpaca arequipeña, así que hemos hecho un producto sumamente atractivo. Hace un mes lanzamos dos mini tabletas, una de naranja y una de frambuesa, y estamos por lanzar más sabores de chocoperlas, más sabores de chocotejas y algunas opciones de Milky adicionales.

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