La fiscalía de Corea del Sur dio de plazo hasta el sábado al presidente destituido Yoon Suk-yeol para presentarse voluntariamente a declarar por su fallido intento de imponer una ley marcial, informó el martes la agencia de noticias Yonhap.
Suspendido del cargo el sábado en una votación parlamentaria, Yoon está investigado por presunta insurrección tanto por la fiscalía surcoreana y por un equipo especial de la policía, el Ministerio de Defensa y los investigadores anticorrupción.
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El martes, la fiscalía advirtió a Yoon que debe comparecer para un interrogatorio antes del sábado o puede enfrentarse a una orden de arresto, dijo Yonhap citando fuentes del ministerio público.
La unidad especial de investigación también pidió el lunes que el presidente suspendido se presentara el miércoles para ser interrogado, pero la oficina de Yoon declinó.
En paralelo, el Tribunal Constitucional inició el lunes los trámites para ratificar o no la destitución del presidente aprobada el sábado por la Asamblea Nacional.
Una portavoz del tribunal indicó que los jueces prevén una audiencia preliminar para el 27 de diciembre, pero que la presencia de Yoon no es necesaria.
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El líder conservador de 63 años fue destituido por su breve intento de imponer una ley marcial por primera vez en casi 40 años de democracia, hundiendo al país en su peor crisis política en años.
El Tribunal Constitucional dispone ahora de seis meses para decidir sobre el caso. Si ratifica la destitución, deberán celebrarse elecciones en un plazo de dos meses. Entretanto, el poder recae de forma interina en el primer ministro Han Duck-soo.