El ministro de Unificación surcoreano, Kim Yung-ho, afirmó hoy que Corea del Norte, mediante la insistente realización de pruebas de armas, parece querer convertir la península coreana en una región en perpetuo riesgo de confrontaciones bélicas “como el Medio Oriente”.
“Corea del Norte parece tener la intención de hacer (de la península) una región donde existan riesgos constantes de conflictos militares, como el Medio Oriente”, dijo hoy Kim, cuya cartera se encarga de las relaciones con el Norte, en una entrevista radiofónica.
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“No deberíamos caer en la trampa norcoreana”, añadió en la citada entrevista en referencia a los cinco test armamentísticos que ha realizado el régimen desde que arrancó el año, además de unas prácticas de artillería que realizó en la tensa y disputada frontera marítima occidental.
En la última semana Pionyang ha realizado tres pruebas con misiles de crucero tanto en la costa del mar Amarillo como en la del mar de Japón (llamados mar del Oeste y del Este, respectivamente, en las dos Coreas).
A su vez, Kim, un conocido “halcón” en lo que se refiere a su enfoque de las relaciones con el Norte, aseguró que el Gobierno sureño publicará pronto un informe sobre la situación económica en Corea del Norte que muestra que el sistema público de suministro de alimentos ha colapsado.
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Su ministerio tiene previsto hacer público el informe -para el cual ha entrevistado a más de 6.300 norcoreanos que han huido del país- este mismo mes.
Las palabras de Kim llegan en un momento de gran tirantez entre las dos Coreas, que técnicamente siguen en guerra ya que el conflicto que las enfrentó (1950-1953) se cerró con un alto el fuego en vez de un tratado de paz.
El clima ha empeorado especialmente después de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, declarara recientemente que el Estado vecino es el principal enemigo y que la reconciliación entre ambos países es imposible para después ordenar la destrucción de un icónico monumento en Pionyang que exaltaba una futura reunificación de la península.