El pleno incluyó este tema en su agenda, en dos oportunidades previas, desde el jueves 22 de agosto, pero nunca se llegó a debatir. El mismo presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, reconoció a El Comercio que “no hay consenso para la votación”. ¿Qué cambió para que la Junta de Portavoces decida incluir nuevamente el tema en agenda? La verdad es que no mucho, pues aún no se tienen los votos asegurados.
Las fuentes allegadas a la Mesa Directiva indicaron que se busca ejercer presión en las bancadas para definir posturas. Al tratarse de una reforma constitucional, la segunda votación debe darse en la presente legislatura que finaliza el 15 de diciembre (salvo se dicte ampliación). Es decir, queda menos de un mes de plazo para la definición, que a lo mucho podrían significar al menos ocho sesiones plenarias.
Bajo ese escenario, los tiempos apremian y casi todas las bancadas tienen definidas sus posturas. Pero dos grupos parlamentarios en particular mantienen el limbo de los votos. Una reforma constitucional requiere 87 adhesiones y estas dos bancadas son claves.
Además…
La reelección parlamentaria
En marzo de 2024, el pleno aprobó la fórmula de bicameralidad que incluía la restitución de la reelección parlamentaria. La decisión se adoptó por 91 votos a favor, 31 en contra y tres abstenciones, luego de un debate de casi dos horas y un breve receso para una reunión de los directivos portavoces.
Bancadas claves
En la primera votación de mayo, la fórmula recibió 92 votos a favor -superando los 87 requeridos- pero al tratarse de una reforma constitucional, debía ser ratificada en una segunda votación en la siguiente legislatura. Los votos se consiguieron gracias al respaldo de ocho bancadas de derecha y de centro. Seis meses después algunas posturas han cambiado.
José Luna Morales, secretario general de Podemos, adelantó a El Comercio que la bancada de su partido votaría en contra o abstención. “Hemos realizado una evaluación más profunda y consideramos que la reelección debería darse para el próximo periodo; es decir, a partir del 2027″, afirmó e indicó que sus alcaldes ya estaban informado sobre la postura del partido.
Esto representa un cambio de postura en Podemos, puesto que el mismo Luna había asegurado en octubre a este Diario que sí apoyarían la fórmula. El partido de los Luna cuenta con ocho alcaldes en Lima, y todos habían mostrado sus deseos de aspirar a la reelección, pero ahora el partido aspira a abrir la cancha para postular a nuevos rostros a nivel nacional en las elecciones de 2022.
El cambio de postura de Podemos es clave porque cuentan con 13 votos (en la primera votación, ocho miembros de la bancada votaron a favor de la reelección). Con 13 votos menos, es difícil conseguir los 87 votos requeridos.
El panorama se torna más difícil con la postura de Acción Popular. Tal como adelantó este Diario, la dirigencia del partido de la lampa tiene una postura en contra de respaldar la segunda votación puesto que -al igual que Podemos- consideran que debería regir desde 2027. “Hasta ahora, la postura de la mayoría en el partido es contra la reelección. Los argumentos son temas de estrategia política”, apuntó Chávez, en setiembre pasado.
Dos meses después, la dirigencia y la bancada de Acción Popular tendrán una reunión clave, este miércoles 20, para definir la postura final. El legislador Luis Aragón indicó a este Diario que se trata de una “postura personal” del presidente de su partido, y que la bancada apoyaba la fórmula en su mayoría.
Pero la postura de Julio Chávez no es personal. Al cierre del martes 19, la dirigencia de Acción Popular preparaba un pronunciamiento en contra de la reelección de alcaldes y gobernadores para 2026. “n el mejor de los escenarios votaremos en bloque en contra del proyecto, o en mayoría”, sostuvo el presidente del partido de la lampa, previo a la publicación del pronunciamiento.
Acción Popular tiene 10 votos. En caso de votar en contra, serían 23 votos menos para la fórmula (contando también a Podemos).
Otras fuentes legislativas indicaron que tampoco se tenía asegurado el voto de Renovación Popular, pero la legisladora Norma Yarrow aseguró que votarían a favor de la ratificación. “Renovación Popular inicialmente dudó lo de los movimientos regionales, pero después de un análisis, vimos por conveniente apoyar la eliminación de estos. Necesitamos fortalecer los partidos y la reelección de alcaldes”, explicó la legisladora.
La ratificación de la reelección de alcaldes y gobernadores viene acompañado de un ajuste adicional: la eliminación de los movimientos regionales. En este último punto se basan las bancadas de izquierda para oponerse a la fórmula.
Todo depende de las bancadas de derecha y las de centro. Esto mantiene en el limbo, no solo la votación, sino también el debate. Fuentes de la Mesa Directiva aclararon que la inclusión del tema en la agenda no implicaba necesariamente el debate (como pasó en agosto). “Va a depender de si hay los votos. Incluso podría iniciarse el debate y pasarse a un cuarto intermedio”, advirtieron las fuentes consultadas.
En medio de este limbo, en los pasillos del Congreso se empieza a repetir rumores sobre exigencias de prebendas a cambios de los votos a favor de la reelección de alcaldes y gobernadores. Fuentes legislativas refirieron que se habla de “bolsones” por parte de alcaldes distritales y provinciales -los más interesados en la aprobación- para alcanzar y asegurar los votos.
Muchos de los alcaldes y gobernadores se cambiaron de camisetas políticas, en octubre pasado, con la proyección a postular a la reelección. De no poder reelegirse, su panorama de complica porque la mayoría de cupos para postular a otros cargos, como el propio Congreso, se definieron en julio pasado. Ante ese escenario, la mayoría de autoridades subnacionales evalúa postular como vicegobernadores o tenientes alcaldes, así como postular a familiares para mantener en poder en sus localidades.