El 2025 confirmó algo que ya se intuía desde temporadas anteriores: el Perú se consolidó como una plaza infaltable en el mapa sudamericano de conciertos. El arranque del año fue contundente. Shakira volvió al Estadio Nacional en dos momentos clave —febrero y noviembre—, reafirmando su vigencia y capacidad de convocatoria. A ello se sumaron hitos como la llegada, por primera vez a Lima, de System of a Down y Dua Lipa; el regreso de Linkin Park a los escenarios tras la muerte de Chester Bennington; el sólido espectáculo de Imagine Dragons; la constante racha de “sold out” de Super Junior; y el gran cierre de año a cargo de Guns N’ Roses y Limp Bizkit.
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Uno de los fenómenos de taquilla fue Erreway: cinco conciertos, con cuatro funciones agotadas, confirmaron el peso de una nostalgia bien administrada. En el plano local, los 25 años de Hermanos Yaipén se celebraron por todo lo alto, mientras que las tres fechas agotadas de Mauricio Mesones en el Gran Teatro Nacional ratificaron su alcance popular. Los festivales completaron el panorama: Vivo x el Rock regresó luego de seis años, reactivando una marca histórica; Una Noche de Salsa volvió a congregar a miles de personas en el Estadio Nacional; y ULTRA Perú sostuvo su lugar dentro del circuito electrónico, con Martin Garrix encabezando el cartel.
Lo bueno, lo malo y lo feo
La música también se movió en formato disco y canción. Entre los lanzamientos de este año estuvieron “Distimia” de Los Membrillos, “Gestos remotos” de Fe Baca, “DINAMITA” de Lorena Blume, “Volver” de Sofía Kourtesis, “Afroperurban: Los de verdad nunca mueren” de Nero Lvigi, “Latin Chola” de Milena Warthon, “Soy” de Daniela Darcourt y “Quizá no es para tanto” de Jaze. En el terreno de los singles, resaltaron “Frazada de tigre” de La Tigresa del Oriente —quien luego tendría una inesperada aparición junto a Karol G—, “Chuco” del dj ayacuchano Kayfex, “Pituko” de A. CHAL y “Ya es Navidad”, colaboración de Cielo Torres con Edgar Vivar por la temporada festiva.
El año también nos dejó un recuento amargo. El concierto de Anuel AA acumuló casi seis horas de retraso tras una postergación previa. Orishas canceló su presentación por la lesión de uno de sus integrantes. Morrissey suspendió por segundo año consecutivo, esta vez alegando agotamiento. El festival La Francophonie, que anunciaba la participación especial de Air, fue cancelado el mismo día del evento. Flava, un nuevo intento de festival, no alcanzó el mínimo de entradas necesarias para su realización. Emmanuel y Luis Fonsi también cancelaron por incumplimientos contractuales de la productora local.
El tramo más oscuro llegó fuera del escenario. El fallecimiento de Víctor Yaipén, líder de la Orquesta Candela y figura central del legado Yaipén, marcó un punto de quiebre para la cumbia peruana. Desde el campo de la música académica, la partida del compositor Celso Garrido Lecca también se hizo sentir.
A ello se sumó una escalada de violencia que golpeó directamente al sector musical: el atentado contra el bus de Armonía 10 terminó con la muerte de Paul Flores, “Ruso”, y la suspensión de múltiples conciertos a nivel nacional; un ataque contra Agua Marina dejó varios heridos, entre ellos a los hermanos Luis y Manuel Quiroga Querevalú, lideres de la agrupación. También fueron asesinados el artista José Israel Oria Infante, “26is”, y su productor Luis Antonio Venegas Carrasco, así como Víctor Javier Vela Matos, “Baby Flow”, el artista Trvko, en el contexto de protestas políticas; y Johan Mora, líder de La Timbera Orquesta, junto a su bailarina Ariana Cañola, en el Callao, cerrando un año en el que la música sonó fuerte, pero también los minutos de silencio.
El Dato
Este año Bad Bunny superó a Taylor Swift como el artista más escuchado, mientras el tema “Die With A Smile” de Lady Gaga con Bruno Mars se posiciona como la canción con mayor cantidad de reproducciones en Spotify.




