En el distrito de Nauta, ubicado en la provincia de Loreto, en la región del mismo nombre, reside una población cuya vida está marcada por el entusiasmo genuino de los que habitan en la Amazonía peruana, pero también por una natural preocupación ante un problema que apremia, golpea y resta oportunidades de desarrollo: la pobreza.
En su más reciente informe de Evolución de la Pobreza Monetaria 2015-2024, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) arrojó que, en el año 2024, la pobreza monetaria afectó al 27,6% de la población del país, lo que equivale a 9 millones 395 mil personas. Esta cifra, no obstante, representa una reducción de 1,4 puntos porcentuales respecto al año 2023, lo que significa que aproximadamente 386 mil personas dejaron de estar en situación de pobreza.
Además, dio cuenta de que Cajamarca y Loreto – donde se encuentra el distrito de Nauta – presentaron los mayores índices de pobreza monetaria con el 45,0% y el 43,0%, respectivamente.
Ante esta situación, un equipo de estudiantes de la I.E. 601594 Regina Leonor Cortes Alvarado, uno de los colegios más emblemáticos de Nauta, decidió tomar acción y salió a buscar respuestas con la finalidad de proponer soluciones a la problemática de la pobreza en su lugar de residencia.
En su trabajo de campo y después de conversar con distintos profesionales, concluyeron que problemas como el abandono de los padres, la falta de acceso a servicios básicos como agua y luz, el trabajo adolescente y la inseguridad, así como el consumo y la venta de drogas, sumergen a Nauta en una espiral de carencias que le afecta sobremanera.
Para la psicóloga Rocío Cervantes uno de los factores que genera pobreza en Nauta es el abandono de los padres. “Aquí en Nauta podemos encontrar cantidad de embarazos adolescentes y hay casos en los que los bebés son abandonados. Otra razón que influye es el cambio de pareja, muchos padres tanto varones como mujeres suelen abandonar el hogar dejándolo a cargo del otro”, indicó la profesional.
Añadió que el abandono puede generar consecuencias emocionales como la depresión o la tristeza profunda en la pareja afectada y en los hijos, lo que, a su vez, les genera desconfianza y les impide relacionarse con otras personas.
“La tendencia de riesgo es que desarrollen ansiedad o depresión. Al adolescente, por ejemplo, le gusta jugar fútbol, pero a raíz de que veía que sus padres discutían prefiere decir ‘no, gracias y se le ve triste, bajan sus notas”, comentó.
La falta de acceso a servicios básicos como agua y luz también constituye un factor que no permite el desarrollo de la población. La ingeniera química Otiz Ruiz, subgerente de gestión de riesgos de desastres de la Gerencia de Servicios Municipales y Gestión Ambiental de la Municipalidad Provincial de Loreto – Nauta, explicó que los factores causantes de la pobreza hídrica son la falta de redes de distribución de agua y la limitada capacidad del área técnica municipal para tratar los volúmenes. “También tenemos una fuente de captación que no es muy amplia, pero está mejorando, (además) la infraestructura débil de las viviendas y sus propios sistemas de agua”, detalló.
“No tenemos suficientes redes de distribución de agua, estamos sobresaturados, el servicio está sobredemandado. Pero estamos en proceso de una ampliación con los diferentes proyectos en camino”, agregó.
Sucede igual con la falta de acceso a la energía eléctrica, realidad que no solo afecta a las familias sino también a los emprendedores y pequeños empresarios. Jonathan Lozano, dueño de Jasiel, una conocida pastelería en Nauta cuenta que los cortes de luz no le permiten utilizar con eficiencia la maquinaria que emplea para su producción diaria.
La psicóloga Rocío Cervantes identifica también al trabajo adolescente como otro factor de pobreza, debido a que muchos jóvenes se convierten en padres a temprana edad y dejan los estudios para ponerse a trabajar.
Según Silvia Guerrero Sánchez, coordinadora del Centro Emergencia Mujer de Loreto – Nauta, en dicho distrito se registra un 20% de embarazo adolescente. “Esto es cruel porque trunca los sueños de ir más allá como el estudiar una carrera”, señala.
En la Policía local existe un área llamada ‘Policía Comunitaria’, la cual realiza un trabajo preventivo para evitar el consumo de drogas, principalmente, en el sector más joven de la población.
El rol de la educación en la lucha contra la pobreza
Javier Ferreyra, especialista en educación en el área de Gestión Pedagógica de la UGEL Loreto – Nauta, indicó que de acuerdo con los reportes de las pruebas estandarizadas que se realizan de forma anual, Nauta presenta una “ligera mejoría” en el aspecto educacional, aunque se encuentra “muy por debajo del promedio” a nivel nacional.
“De todas maneras, así sea un peldaño que subamos, tenemos que tomarlo con mucha responsabilidad y optimismo para ver qué más podemos ir haciendo para nosotros ir superando esta situación. Estamos con el tema de la planificación, de las acciones que venimos haciendo enfocados en poder reorientar y ayudar a las instituciones educativas a darle alternativas para ir mejorando”, declaró.
“Estamos convencidos de que una persona puede desarrollar capacidades para ir resolviendo sus problemas. Dentro de ello, el generar una economía circular, que le permita obtener lo básico, lo otro va cayendo por su propio peso si hablamos de mejorar la alimentación. Entonces, de una u otra manera estamos ayudando a que este problema (pobreza) vaya minimizando. El camino desde el sector educación es mejorar la capacidad de los estudiantes para que puedan resolver sus problemas”, acotó.
Desde la UGEL, indicó que se vienen generando acciones con distintas organizaciones y sectores para ayudar a contrarrestar la pobreza local. “Nosotros articulamos actividades con municipios, con empresas que intervienen zonas en nuestra jurisdicción para generar actividades que nos ayuden a mejorar el estatus y las condiciones de la población, y haya una economía más dinámica para que las familias puedan ir resolviendo los temas de pobreza y alimentación”, detalló.

Autores de la nota
Nota realizada por los corresponsales escolares de la I.E. 601594 Regina Leonor Cortes Alvarado: Xavi Andrei Asipali Meza, Pedro Rony Navarro Tamani, Alessandra Nicole Acho Huancho, Maximiliano Dávila Apagueño y Nora Florita Huanuiri Palla, junto al docente Manfren Gerardo Gonzalo Sivirichi, bajo la mentoría del periodista de El Comercio Ernesto Cegarra.
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Nota realizada por los corresponsales escolares de la I.E. 601594 Regina Leonor Cortes Alvarado: Xavi Andrei Asipali Meza, Pedro Rony Navarro Tamani, Alessandra Nicole Acho Huancho, Maximiliano Dávila Apagueño y Nora Florita Huanuiri Palla, junto al docente Manfren Gerardo Gonzalo Sivirichi, bajo la mentoría del periodista de El Comercio Ernesto Cegarra.













