Viernes, Septiembre 27

Una de las principales preocupaciones para cualquier padre o cuidador es, sin duda, la salud de los niños. Mientras atraviesan una etapa de crecimiento y aprendizaje, es común que, en medio de su rutina- el colegio, las actividades extracurriculares y sus tiempos libres- comiencen a presentar síntomas, como estornudos, congestión nasal, secreción y tos. Por lo general, ante estos signos, los adultos suelen cuestionarse sobre si se trata de una alergia o un resfriado común, siendo este uno de los mayores desafíos en relación a la salud infantil, ya que en ambos casos la sintomatología suele ser bastante similar en un inicio. Sin embargo, existen diferencias clave, las cuales son fundamentales para determinar el tratamiento adecuado y evitar complicaciones innecesarias.

En definitiva, la confusión entre las alergias y los resfriados es bastante frecuente. Por un lado, como indicó la doctora Nandy Vega, subdirectora médica de MAPFRE a Hogar y Familia, los niños pueden llegar a contraer entre 6 a 10 resfriados al año, especialmente durante los meses más fríos. Por otro lado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las alergias son una de las seis enfermedades crónicas más comunes en la población infantil. Por lo tanto, los cambios de temperatura y el contacto con otros niños en el colegio o en actividades recreativas son algunos de los factores que pueden contribuir a dicha duda. Además, dado que su sistema inmunológico aún se está desarrollando, los menores son más susceptibles a múltiples afecciones respiratorias, lo que genera una mayor preocupación en los padres de familia.

“Las alergias son una respuesta exagerada del sistema inmunológico ante sustancias que generalmente son inofensivas, conocidas como alergenos, entre las que se destacan: el polen, los ácaros del polvo, el moho, el pelo de animales y ciertos alimentos. Básicamente, el cuerpo identifica estos alergenos como peligros y libera histamina, lo que provoca los síntomas alérgicos. Mientras que, el resfriado común es una infección viral del tracto respiratorio, causada por virus, como el rinovirus, el cual se contagia a través del aire o por el contacto directo con superficies contaminadas”, explicó Vega.

¿Cómo se diferencian los síntomas entre ambas condiciones en los niños?

De acuerdo a el doctor Jorge Saravia, neumólogo de la Clínica Internacional, los síntomas de las alergias y el resfriado son los siguientes:

Alergias:

  • Secreción Nasal: Generalmente clara y acuosa.
  • Estornudos: Frecuentes y en ráfaga.
  • Picazón: Picor en la nariz, ojos y garganta.
  • Ojos lagrimosos: Ojos rojos y con picazón.
  • Tos seca

Resfriado:

  • Secreción Nasal: Generalmente más espesa y de color amarillo o verde a medida que avanza el resfriado.
  • Estornudos: Pueden ocurrir, pero no son tan frecuentes como en las alergias.
  • Fiebre: Puede haber fiebre leve en algunos casos.
  • Tos con flema
  • Dolores corporales y fatiga: Es más común sentir cansancio y malestar general.

“Además de diferenciarse en las causas y en algunos síntomas, como la fiebre —que no suele aparecer en las alergias—, la duración también es un aspecto importante. Los síntomas de una alergia pueden durar semanas o incluso meses, especialmente si la exposición al alérgeno es constante, ya que las alergias suelen ser estacionales. En cambio, los síntomas del resfriado común tienden a desaparecer en un plazo de 7 a 14 días”.

¿Hay alguna época del año en la que sea más difícil diferenciar entre alergias y resfriados en niños?

Las alergias a menudo tienen un patrón estacional o puede ser perennes, como las alergias al polvo o a los ácaros que se pueden desencadenar a lo largo del año, sobre todo, si tenemos en cuenta que, los síntomas de las alergias suelen aparecer rápidamente tras la exposición al alergeno y desaparecen una vez que se elimina la fuente principal. Por otro lado, como refirió Carlos Mendoza Fox, neumólogo pediatra de la Clínica Ricardo Palma, el resfrío común es más frecuente durante los meses fríos, cuando los virus circulan más activamente y los niños pasan más tiempo en interiores, lo que facilita la transmisión.

“Cabe señalar que la primavera y el invierno son épocas complicadas debido a los altos niveles de polen y los cambios de temperatura, lo que incrementa las reacciones alérgicas, especialmente en casos de alergias como la rinitis alérgica, por lo que estas se confunden fácilmente con los resfriados. No obstante, es importante que los padres sepan que, los síntomas más distintivos de las alergias son la picazón en los ojos y la nariz, signos que no son comunes en los resfriados”, sostuvo la médico de MAPFRE.

¿Es posible que los niños presenten una alergia y un resfriado a la vez?

Por supuesto, los niños pueden presentar alergias y resfriados al mismo tiempo. Según el doctor Álvaro Altamirano, asesor médico de Laboratorios Elifarma, los menores que son alérgicos y que normalmente están en tratamiento para abordar la rinitis alérgica, durante los meses escolares, es común que se contagien de algún virus debido a la interacción con otros compañeros infectados. En este contexto, aunque estos infantes tienen una condición alérgica, también pueden comenzar a mostrar síntomas de una infección viral, como dolor de cabeza, dolor de garganta, tos y fiebre.

“Es fundamental tener en cuenta que, Lima debido a su microclima, presenta condiciones que favorecen a las enfermedades respiratorias. Básicamente, la ciudad se encuentra bajo un “techo” de nubes tipo efecto invernadero, lo que, sumado a la humedad del mar y la polución del aire causada por los vehículos y las fábricas, crea un ambiente en el que se respira aire contaminado, especialmente durante el invierno y la temporada escolar. Sin lugar a duda, esto aumenta el riesgo de desarrollar estos problemas respiratorios; sin embargo, en diciembre, la situación cambia, ya que la contaminación tiende a dispersarse en la atmósfera y la calidad del aire mejora, lo que provoca que muchos niños que anteriormente sufrían de tos, secreción nasal y otros síntomas respiratorios experimenten una notable mejoría”.

¿Cuándo es importante llevar a un niño al médico para determinar si lo que padece es una alergia o un resfriado?

Es importante acudir al médico si los padres notan que su hijo presenta una congestión de manera recurrente, especialmente si no está acompañada de fiebre ni de malestar general. Además, si el menor tiene predisposición genética, es decir, si alguno de los progenitores es alérgico, es muy probable que el niño también desarrolle alergias. Igualmente, como recalcó el neumólogo de la Clínica Internacional, si el infante manifiesta dificultad para respirar, fiebre alta o una erupción cutánea, es recomendable buscar atención médica de inmediato.

Por su parte, el doctor Mendoza mencionó que, cuando un niño va a consulta con síntomas leves, no se le suelen solicitar exámenes auxiliares, pues el diagnóstico del resfriado común es netamente clínico. Sin embargo, en el caso de la rinitis alérgica sí es necesario corroborar dicho cuadro mediante pruebas específica.

Entre las más comunes están el análisis de sangre, en el cual se extrae una muestra del paciente para medir los anticuerpos de inmunoglobulina E (IgE) específicos a determinados alergenos, como ácaros, polen, moho, algunos medicamentos, caspa animal, entre otros. Si los niveles están altos, es probable que el menor presenta una alergia. De igual manera, se llevan a acabo las pruebas cutáneas que consisten en colocar una pequeña cantidad del alergeno sobre la piel, generalmente en el antebrazo o la espalda y, luego se hace una pequeña punción en la piel, por lo que si el niño es alérgico, aparecerá una pequeña hinchazón o roncha en la zona.

“Con respecto al tratamiento, las alergias se pueden manejar con antihistamínicos, descongestionantes, corticoides nasales y principalmente, mediante la evitación de los alergenos. Mientras que, en el caso del resfriado común, el tratamiento es sintomático, ya que se emplean analgésicos para la fiebre y el malestar, así como también se sugiere el reposo y una buena hidratación”, expresó el neumólogo pediatra.

¿Cuáles son las posibles complicaciones de no tratar una alergia y un resfriado adecuadamente?

Cuando los niños padecen de rinitis alérgica, es común que durante la noche presenten congestión nasal, lo que en algunos casos puede ser bastante severo, ya que puede ocasionar apnea del sueño, ronquidos, y que los infantes respiren por la boca debido a la obstrucción nasal. Como consecuencia, según el doctor Altamirano, el niño se despertará frecuentemente por la incomodidad, ya sea por la congestión, los ronquidos o la irritación en la garganta, lo que impide que duerma bien, afectando así a su rendimiento escolar.

“Otro aspecto importante es la relación entre la rinitis alérgica y el asma, pues se ha observado que entre el 30% y el 40% de los niños con este tipo de alergia desarrollan asma en el futuro. Además, alrededor del 80% de los menores que debutan con asma también tienen rinitis alérgica, lo que sugiere que ambas enfermedades están estrechamente vinculadas. Asimismo, presentan un mayor riesgo de sinusitis y debido a la comezón constante en la nariz, pueden experimentar sangrados. En cuanto al resfrío no tratado, este puede desencadenar un proceso bronquial agudo, otitis, neumonía viral o bacteriana y sinusitis”.

¿Qué medidas preventivas ayudan a evitar los resfriados y las alergias en los niños?

En primer lugar, como señaló Carlos Mendoza, para prevenir las alergias, la mejor alternativa es evitar la exposición a los alergenos, al igual que mantener el hogar limpio y bien ventilado para que circule el aire y que no se concentren los alergenos en el ambiente. Con respecto a los resfríos comunes, estas suelen ser medidas generales, como llevar una adecuada alimentación, tener un sueño de calidad, hacer actividad física, lavarse frecuentemente las manos y mantener una buena higiene respiratoria, es decir, cubrirse al toser o estornudar.

“Si el niño está enfermo, es preferible que los padres no lo manden al colegio, ya que podría incrementar el contagio entre los compañeros de clase. En caso tenga contacto con otras personas, es importante que porte una mascarilla y que el ambiente siempre esté correctamente ventilado. Aunque las vacunas antigripales, como la de la influenza, no previenen el resfriado, sí pueden evitar complicaciones con infecciones virales similares”.

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