MADRID, 1 Feb. (EUROPA PRESS) –
Fósiles antiguos han arrojado nueva luz sobre un tipo de gusano marino vinculándolo a la época de una explosión evolutiva que dio lugar a la vida animal moderna.
Investigadores de la Universidad de Durham (Reino Unido) y la Universidad del Noroeste de Xi’an (China) examinaron 15 fósiles excepcionalmente conservados del gusano anélido Iotuba chengjiangensis, fechados a principios del periodo Cámbrico, hace 515 millones de años.
Los restos fosilizados incluían pruebas de los intestinos y riñones de los gusanos y revelaron que tenían una estructura inesperadamente compleja similar a la de otros gusanos anélidos.
Los investigadores afirman que esto significa que los anélidos -o gusanos segmentados- se diversificaron en diferentes linajes unos 200 millones de años antes de lo que se pensaba y formaron parte del salto evolutivo conocido como la explosión cámbrica.
La explosión cámbrica supuso un enorme aumento de organismos hace entre 540 y 530 millones de años -como muestran los registros fósiles- y vio aparecer muchos de los principales grupos que componen la vida animal en la Tierra.
Los resultados se publican en la revista Proceedings of the Royal Society B.
El coautor del estudio, el Dr. Martin R. Smith, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Durham, declaró en un comunicado: “Sabemos que las principales líneas animales que vemos hoy surgieron durante la explosión cámbrica, pero siempre pensamos que los gusanos anélidos llegaron tarde a la fiesta, y sus principales subgrupos no empezaron a diversificarse hasta casi 200 millones de años después”.
Pero los fósiles increíblemente conservados que hemos estudiado y la estructura de estas pequeñas criaturas asombrosas ponen en entredicho esta imagen y demuestran que los gusanos anélidos -incluido el Iotuba chengjiangensis- parecían seguir el patrón de acontecimientos iniciado por la explosión cámbrica”.
“Los fósiles detallados de este tipo de gusano son extremadamente raros, por lo que fue estupendo poder estudiar el registro fosilizado de este diminuto animal con tanto detalle. Resulta que no llegaron tarde a la fiesta en absoluto, sólo estaban escondidos en una habitación lateral”.
Los investigadores afirman que Iotuba chengjiangensis era un gusano de jaula capaz de mover la cabeza dentro y fuera de una jaula hecha de espinas erizadas. Esto convierte al gusano en un pariente cercano de familias de gusanos marinos anélidos como Flabelligeridae y Acrocirridae.
El Dr. Smith añadió: “Estas familias son como los peldaños superiores de una escalera evolutiva. Para que estos grupos hayan aparecido tan pronto, debió de producirse un dramático origen invisible de la diversidad de los anélidos modernos en plena explosión del Cámbrico. Resulta que muchos de los anélidos que hoy conocemos y amamos pueden haber empezado a evolucionar mucho antes de lo que pensamos“.
El autor principal de la investigación, el Dr. Zhifei Zhang, de la Universidad del Noroeste de Xi’an (China), declaró: “Los anélidos son uno de los mayores y más exitosos filos de animales que florecen tanto en ecosistemas terrestres como marinos, con el linaje vivo más diversificado, Polychaeta, viviendo en el mar.
“Los más conocidos son, por ejemplo, las lombrices de tierra, las sanguijuelas y los gusanos almeja. También hay al menos 20.000 especies y 80 familias de Polychaeta en el mar moderno. Sin embargo, sus primeros registros geológicos de fósiles en yacimientos cámbricos, incluso en los conocidos Konservat-Lagerstätten, son bastante escasos.
“¿Se debe esto a que los delicados gusanos no existían, o simplemente no se conservaban? Nuestra investigación da la primera respuesta esclarecedora: la biodiversificación de los gusanos segmentados se produce mucho antes de lo que se pensaba”.