Jefferson Cáceres siempre estuvo abierto al cambio. A finales del 2022, en su segunda temporada alternando con el primer equipo de Melgar, asumió que tenía que cambiar de aires para sumar minutos y seguir creciendo. Con 20 años afrontó el reto, tomó sus maletas y se fue a Juliaca a ganarse un espacio en Binacional. Han pasado casi tres años desde entonces y el fútbol volvió ponerlo en una situación similar: en agosto de este 2025, cuando parecía que iba a tener más espacio en Sheffield United, tuvo que dejar Inglaterra para mudarse a Escocia y fichar por el Dunfermline Athletic.
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En menos de tres años transitó por la altura de Juliaca; volvió a jugar al pie del Misti; luego intentó hacerse un nombre en el frío de Sheffield; y ahora viene reescribiendo su historia en la ciudad de Dunfermline, disputando su primera temporada en la Segunda División de Escocia con el sueño de ascender. “El año pasado me tocó vivir un gran momento en Melgar y ahora acá está siendo un poco más duro, pero he pasado por muchas cosas desde que estuve a préstamo en Juliaca, que me han hecho sacar carácter”, le dijo a El Comercio, haciendo un balance de cómo ha sido este salto de la Liga 1 al fútbol del ‘Viejo Continente’.
En el último tiempo, si bien los futbolistas peruanos que destacan en el torneo local han tenido la oportunidad de emigrar, muy pocos se han sostenido en el extranjero antes de un abrupto retorno. Jefferson Cáceres quiere que su historia sea otra, que cada traspié o cada dificultad sea un impulso hacia algo mejor, y no un escape que lo lleve al pasado para volver a la comodidad de los días en donde todo era más tranquilo en Arequipa. Sea en Inglaterra o Escocia, sabe que tiene que hacer todo lo que esté en sus manos para seguir afuera.
“Con bastante entusiasmo, con ganas de sumar minutos. Se dio la posibilidad de venir acá. Me sorprendió bastante el nivel futbolístico, es bastante intenso y físico a comparación de Perú. Lo decidí porque sabía que me iba a sumar en mi carrera y estoy acá también para tratar de sumar minutos”. En tres meses en el Dunfermline Athletic, Cáceres ya suma dos asistencias en 10 partidos y con el correr de las jornadas ha tenido que adaptarse a distintas posiciones ofensivas, asumiendo las exigencias del norirlandés Neil Lennon.
“He jugado de ‘9’, de ’10’, de extremo izquierdo. Lo que básicamente me piden es que que haga jugar al equipo, que trate de agarrar los segundos balones y a partir de eso generar juego. También el tema defensivo, de marcar, de presionar con intensidad”. Hoy corre más que sus primeros días en el Club Esther Grande de Bentín, de donde Melgar lo reclutó en el 2019. Hoy, consciente de sus limitaciones físicas por su talla y contextura delgada, también trabaja el doble para reducir esa brecha con el resto y competir para llegar a la máxima categoría del fútbol escoses.
Un breve paso por Sheffield
En febrero de este año, Sheffield United, apoyado en un sistema de captación de talentos que se apoya en la inteligencia artificial, desembolsó 1.5 millones de dólares por la transferencia de Jefferson Cáceres desde Melgar. En las noticias retumbó: un peruano en Inglaterra. Acto seguido, las expectativas aumentaron frente a la posibilidad de volver a ver a un compatriota en el fútbol de élite, no sin antes pisar tierra y entender que primero debía pasar por un proceso de adaptación. La Championship debía esperar.
Por más que destacó en el equipo Sub-21 y apareció en lista en un partido frente al Stoke City, Sheffield perdió la definición de los play-offs de ascenso a manos del Sunderland. El sueño de la Premier League se esfumó en un abrir y cerrar de ojos, por lo que Cáceres tuvo que empezar de cero con un nuevo entrenador, luego de la llegada del español Rubén Sellés para tomar la posta del inglés Chris Wilder.
Sin embargo, pese a que fue considerado en la gira de pretemporada, sumando un gol y una asistencia, el área deportiva del club tuvo que hacer cambios sobre la marcha para poder fichar y le tocó recibir la noticia de su adiós. “El técnico me comentó que no iba tener los minutos que yo deseaba. Hablé con mis representantes de esa posibilidad y decidimos venir acá (Escocia), sabiendo que iba a tener continuidad. Por liberar un cupo extranjero también habían tomado esa decisión, es parte del fútbol y son cosas que escapan de uno”. No había tiempo para lamentos, había que tomar un vuelo a Dunfermline y a empezar de cero. Nueva ciudad, nuevos retos y un contrato hasta junio del 2027, aunque con una opción para regresar. “Hay una opción de que pueda volver al Sheffield, ellos tienen la primera opción”.
Dunfermline, familia y tranquilidad
“Estoy muy enojado con Jefferson. No puedes hacerlo y simplemente no hay necesidad de hacerlo. Lo solucionaremos internamente”. Con esas duras palabras, Neil Lennon le recriminó a Jefferson Cáceres tras ser expulsado a los 44′ en la derrota por 2-0 ante el Partick Thistle, el pasado 27 de septiembre. Fue la primera tarjeta roja de su carrera y una lección para mantener la cabeza fría en el instante más caliente.
En esos instantes de adversidad, en esos días donde el ruido pesa y las dudas aparecen, Jefferson tiene a Emily, su esposa, con quien se casó en junio de este año y quien lo acompaña en esta travesía lejos del Perú. Sin ella, asegura, todo sería más difícil. “Es un soporte para mí, llegar a casa y poder conversar con ella. A veces hay partidos en donde quizá no me va bien, por lo que es bueno llegar a casa y tener con quien conversar, decir lo que uno siente. Mi esposa me ayuda bastante, me apoya y es algo me suma”. No habla un juvenil de 23 años, habla un hombre casado y que tiene las cosas claras.

Lejos de los reflectores y la sobreexposición, Cáceres ha tomado su llegada al fútbol escoses como una oportunidad para liberarse de presión y trazarse sus propias metas a su ritmo, sin dejar de lado las exigencias del Dunfermline Athletic. “Lo que más quiero ahora es estar tranquilo, De hecho, no he conversado con nadie más. He buscado mi tranquilidad, que no me nombren mucho, que la gente se de olvide de mí entre comillas, poder trabajar tranquilo y en algún momento llegar a donde quiero”. Trabajar en silencio y responder en la cancha; esa es su premisa.
El principal objetivo de Jefferson y sus compañeros es mantenerse en puestos de play-offs para no llegar ajustados a la recta final. La tarea no será sencilla: la última vez que Dunfermline Athletic estuvo en la Premiership fue en la campaña 2011-12.
“Estoy teniendo acá rodaje, aún no se me da posibilidad de marcar, pero son momentos de cada jugador. Lo importante es el equipo, de seguir sumando, de seguir aportando de donde me toque y creo que el fútbol es así. Es lo que siempre he soñado de chico, eso me hace seguir luchando día a día para para poder quedarme aquí y que las cosas puedan cambiar. Tengo siete a ocho meses fuera del país y creo que he mejorado bastante en el aspecto físico”, nos cuenta, interpretando su presente como un trabajo constante para consolidarse en el exterior, algo que muy pocos pueden conseguir.
¿Y la Selección Peruana? Todo a su debido momento. Desde la Videna ya enviaron algunas cartas de reservas cuando estaba en Sheffield, pero la convocatoria aún no llega. Cáceres no se desespera, sabe que todo caerá por su propio peso y sabe que debe estar listo para cuando se dé. “La convocatoria va a llegar en su momento. Ahora mi cabeza está enfocada en mi club y en seguir mejorando. Sé que tarde o temprano va a llegar”. Lejos de su familia, lejos de Arequipa y lejos de todo aquello que lo forjó, Jefferson da señales de madurez. Que el tiempo le dé la razón; eso esperamos todos.












