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La policía brasileña allanó el jueves la casa y las oficinas del exjefe de inteligencia del expresidente Jair Bolsonaro como parte de una investigación sobre espionaje ilegal en favor del líder ultraderechista y su círculo íntimo.
Las autoridades dijeron que la policía ejecutó órdenes de registro e incautaciones contra 12 sospechosos, entre ellos Alexandre Ramagem, el exdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin), quien ahora es legislador federal por el Partido Liberal, de Bolsonaro.
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Los allanamientos fueron autorizados por el juez de la corte suprema y presidente del tribunal electoral, Alexandre de Moraes, quien presuntamente fue objetivo del espionaje.
“La policía federal ha identificado la existencia de una organización criminal creada para vigilar ilegalmente a personas y autoridades públicas (…) sin autorización judicial”, dijo el Supremo Tribunal Federal en un comunicado.
La policía dijo que los allanamientos se realizaron en 21 lugares de la capital, Brasilia, el estado de Minas Gerais (sureste) y Rio de Janeiro, donde Bolsonaro apoya la candidatura de Ramagem a alcalde en las elecciones de octubre próximo.
Las diligencias “indican que un grupo criminal creó una estructura paralela en la Abin y utilizó sus herramientas y servicios para actuaciones ilícitas, produciendo informaciones para uso político y mediático, para la obtención de beneficios personales e incluso para interferir en investigaciones de la Policía Federal”, dijo la policía en un comunicado.
Según documentos judiciales, los investigadores alegan que Abin utilizó un programa de vigilancia israelí conocido como FirstMile, que rastrea datos de geolocalización de dispositivos móviles, para espiar a cientos de políticos y otras figuras durante la presidencia de Bolsonaro (2019-2022).
Los objetivos de espionaje incluían presuntamente a Moraes, el juez de la Corte Suprema Gilmar Mendes, el expresidente de la Cámara de Diputados Rodrigo Maia y el exgobernador del estado de Ceará Camilo Santana, quien ahora es ministro de Educación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
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“Pura persecución”
Ramagem, de 51 años, dijo que la policía se llevó computadoras y teléfonos de su residencia en Brasilia.
Negó que FirstMile fuera utilizado indebidamente bajo su gestión para rastrear el paradero de supuestos adversarios de Bolsonaro y sus hijos.
“Esa herramienta es legal dentro de Abin, su uso es legal. Fue vendida a varias instituciones en Brasil, incluso a nivel estatal. ¿Por qué estamos siendo investigados?”, dijo en una entrevista con el canal de televisión GloboNews.
El líder del Partido Liberal, Valdemar Costa Neto, calificó la investigación de “persecución” contra Bolsonaro y su partido.
“Esto es pura persecución, y podría terminar haciendo que Ramagem sea elegido (alcalde) más fácilmente en Río de Janeiro”, afirmó en un comunicado.
Otro supuesto objetivo del espionaje ilegal era ayudar a Flavio Bolsonaro, senador e hijo del expresidente, a preparar su defensa contra una investigación de corrupción. Tachó la acusación de “mentira”.
Ramagem reconoció que tenía una relación cercana con Flavio Bolsonaro, pero dijo que cualquier actividad de Abin relacionada con los hijos de Bolsonaro se restringía al papel de la agencia de brindar seguridad a la familia presidencial.
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Siete agentes de la Policía Federal fueron suspendidos de sus cargos bajo sospecha de estar implicados en el espionaje ilegal, detalló la policía.
Jair Bolsonaro, de 68 años, ha enfrentado varias pesquisas judiciales desde que fue derrotado en las elecciones en 2022 por el izquierdista Lula.
En junio, el tribunal electoral le prohibió postularse para un cargo público durante ocho años por acusar de fraude al sistema de votación de Brasil sin pruebas. También es objeto de investigaciones por corrupción y abuso de poder.
