Los países de América Latina y el Caribe enfrentan una oportunidad única de impulsar la productividad agrícola para garantizar la seguridad alimentaria, mejorar los medios de vida rurales y proteger el medio ambiente, según un nuevo informe insignia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El estudio, titulado Productividad agrícola en América Latina y el Caribe: qué sabemos y hacia dónde vamos, reveló que, aunque la producción total se ha multiplicado casi por seis desde 1960, el crecimiento reciente se ha basado más en la expansión de insumos, como la tierra, la mano de obra, los fertilizantes, la maquinaria y el agua, que en el aumento de la productividad.
Newsletter exclusivo para suscriptores
Entre 2010 y 2020, la productividad total de los factores (PTF), una medida clave de eficiencia, creció apenas un 0,9% anual, en comparación con un promedio anual del 1,7% durante los 60 años anteriores. Esta desaceleración amenaza la capacidad de satisfacer la creciente demanda de alimentos en una región donde el 28% de la población se enfrenta a la inseguridad alimentaria y casi cuatro de cada diez habitantes rurales viven en la pobreza.
- PUEDES VER: La bolsa española abre a la baja y el Ibex 35 pierde 0,89%
“Este informe ofrece una hoja de ruta práctica basada en evidencia para que los responsables de políticas puedan aumentar la productividad agrícola en América Latina y el Caribe. Al identificar los motores del crecimiento sostenible y destacar la adopción tecnológica, la innovación climáticamente inteligente y la inclusión, el informe brinda a los países herramientas para mejorar rendimientos y eficiencia, protegiendo el capital natural y con el potencial de convertir la agricultura en un motor de desarrollo competitivo y resiliente”, afirmó Fabrizio Opertti, gerente del Sector de Productividad, Comercio e Innovación del BID.
Para fomentar el crecimiento sostenible de la productividad en la región, el informe propone cerrar la brecha en la adopción tecnológica mediante el fortalecimiento de la asistencia técnica, la capacitación de agricultores y los servicios de extensión, integrando además los impactos ambientales en las métricas de productividad y en el diseño de políticas para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
Además, el estudio enfatizó en la adaptación climática como una oportunidad clave para mejorar la resiliencia y la competitividad, e insta a los países a abordar las disparidades sociales mediante intervenciones específicas basadas en datos. Asimismo, aboga por equilibrar el apoyo directo con inversiones en bienes públicos, como infraestructura, investigación e innovación, y fortalecer los sistemas de datos agrícolas para permitir la formulación de políticas basadas en evidencia en América Latina y el Caribe.
- LEE TAMBIÉN: Lima recibiría hasta 50 mil hinchas brasileños por la final de la Libertadores, proyecta Apotur
El informe incluye estudios de caso que analizan la productividad agrícola a nivel nacional y subnacional en nueve países: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Uruguay. También introduce el Índice de Productividad Sostenible (IPS), que evalúa el crecimiento agrícola en la región entre 1995 y 2021 integrando la producción agrícola con los costos ambientales.
El IPS mostró que, si bien la región ha logrado avances significativos en el aumento de la producción agrícola, el desempeño general parece menos sólido cuando se considera la sostenibilidad ambiental, lo que subraya la necesidad de equilibrar la producción agrícola con la responsabilidad ecológica para alcanzar un crecimiento sostenible.














