Dar un buen beso es sentir cómo el cuerpo estalla en cuestión de segundos. En Corea del Sur, los dramas de televisión revelan el deseo a través de gestos, en una cultura donde la distancia física es parte del lenguaje. Los besos, incluso en series de Netflix pensadas para una audiencia global, se administran con cautela. Por eso, la primera temporada de “Beso Dinamita” (“Dynamite Kiss”), título de miniserie coreana de habla no inglesa más visto a nivel global en la plataforma, arranca como un temblor contenido entre sus hermosos protagonistas, Ahn Eun-jin y Jang Ki-yong, donde sus labios se juntan y el público suspira.
En un giro inesperado de las métricas de Netflix Perú, el título coreano superó durante cinco de las seis semanas posteriores a su estreno en noviembre a lo más visto de todos los tiempos: “Stranger Things”, temporada 5. Así, “Beso Dinamita”, un romance de capítulos semanales, está firme en la lista de las 10 series de habla no inglesa con más horas de visualización de diciembre. Al desplazar a la producción de los hermanos Duffer, confirma que los k-dramas o “korean dramas” son hoy la maquinaria más efectiva del servicio, sin mencionar a “El juego del calamar”, cuya tercera temporada lanzada en junio también hizo destacar al sitio de contenido bajo demanda este año.
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La serie, de la cadena de señal abierta SBS TV en Corea, se estrenó por Netflix. Su otro título internacional traducido en inglés es “Ella no puede dar un beso”. Escrita por los guionistas Ha Yoon-ah y Tae Kyeong-Min, propone un primer episodio donde los protagonistas tienen un encuentro poco usual en dramas coreanos. Es decir, con cercanía de pieles y besos apasionados. Vemos a un heredero reacio a la ilusión del amor, Gong Ji-hyeok (Ki-yong), que se topa con una joven de diferente casta en un clic melodramático que, después, se complica cuando ella prioriza su futuro próspero a sus más profundos sentimientos.

Por su parte, Gong Ji-hyeok arrastra el trauma de una infancia marcada por la infidelidad paterna, así como la severidad heredada de padres a hijos, y trágicamente, la fragilidad mental de su madre. De su lado, Da-rim miente sobre su estado civil en la compañía donde trabaja, porque el mercado laboral no le ofrece otra opción. De esta forma, es obligada a enfrentar la deuda de su hermana y pagar los gastos médicos de su madre. Ambos personajes se mueven desde las heridas, lo cual hace una historia relativamente más honesta.
El romance también pone en primer plano a un grupo de madres trabajadoras, ‘Mother Task Force’, que desmontan estereotipos sobre maternidad. Esto se ve cuando la joven coreana, Go Da-rim (Eun-jin), necesita el trabajo en la compañía familiar de Ji-hyeok, que vendía productos infantiles. Él, sin saber la verdad detrás de su falsa faceta de madre, la odia por momentos, pero el profundo sentimiento por ella le juega en contra todo el tiempo.
“Beso dinamita” y la fórmula de k-drama
La teórica Grace Jung, en “K-Drama School: A Pop Culture Inquiry into Why We Love Korean Television”, dice que todo k-drama potente se sostiene sobre un “trauma”. “Beso dinamita”, por ejemplo, lo confirma al hablar de las diferencias económicas que dificultan la ligereza del romance en la sociedad coreana. Esto lo tiene Netflix, con “Squid Game” (2021-2025) y su crítica feroz al capitalismo; con “Woo, una abogada extraordinaria” (2022) y su exploración del choque social desde el espectro autista; o “Tú siempre estuviste ahí”, una de los k-dramas más vistos de 2025, centrado en la violencia doméstica y la sororidad entre las mujeres que no quieren confundir el amor con sumisión al marido.
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La fórmula del k-drama usualmente se trata de un encuentro inicial basado en el odio o las cámaras lentas, después viene el desarrollo con obstáculos para los personajes principales, y finalmente la reconciliación en un final feliz. Pero, en este caso, hay ciertas variaciones cuando el k-drama nos da la carnecita al inicio para, después, separar a los protagonistas durante varios capítulos entre idas y venidas hasta volver a ver un beso pasional.
Queda confirmado que ni las campañas de marketing (como las papas Pringles edición Upside Down de “Stranger Things” o chicles Trident con la cara de Millie Bobby Brown) compitieron con el boca a boca de una buena telenovela coreana de Netflix. En apariencia, “Beso dinamita” es uno más del montón coreano más romántico de Netflix, pero el público responde a este tipo de estrategia de estrenos semanales, que además se pueden ver mientras se plancha la ropa en casa o incluso para pasar un rato en familia esta Navidad.
K-dramas para ver en Netflix
Si estás con ganas de ver 3 series coreanas de Netflix, que no son “El juego del calamar” (“Squid Game”), por su variedad de género, sobre todo el romántico, estas son las mejores opciones. Se posicionaron en el Top 10 de la plataforma a nivel de la región Perú en 2025.
“Bon Appétit, Majestad” (2025)
Comedia romántica de época. La serie cuenta el viaje en el tiempo de una chef con estrella Michelín que llega hasta la dinastía Joseon de Corea, donde el rey hace de crítico gastronómico. Apunte las recetas.
“Si la vida te da mandarinas…” (2025)
Ambientada en la isla coreana de Jeju, famosa por sus mandarinas y por las mujeres buceadoras (llamadas haenyeo), la serie sigue a dos jóvenes locales cuyo vínculo persiste pese al paso del tiempo, las ausencias y las pérdidas. Viven uno de los romances más enternecedores.
“Tú siempre estuviste ahí” (2025)
Debido a las escenas que recogen la violencia doméstica de algún matrimonio coreano, la serie tiene corte de drama social. Aborda la jaula en que se traduce una relación cuando una mujer se ve atrapada por la misoginia de su esposo. La salida: su mejor amiga tiene en mente una solución de vida o muerte que convierte este drama en un thriller.




