Jueves, Marzo 20

La economía peruana en el último trimestre del 2024 inició un proceso de aceleración que se está viviendo en este trimestre y que da un nuevo sesgo al alza a las proyecciones de la economía del 2025.

Según el BBVA Research, el PBI de Perú este año crecería 3,1%. Dicha cifra se revisa al alza desde un 2,7%, su previsión inicial. “Localmente, el escenario base incorpora condiciones climatológicas relativamente normales, mientras que por el lado político y social se asume que la calma relativa se mantiene, pero también que la incertidumbre que usualmente se observa en los procesos electorales se hará más visible hacia fines de este año o principios de 2026”, señala el Informe Situación Perú.

Hugo Perea, economista jefe del área, considera además que existe un entorno favorable para la economía. “El crecimiento de enero no solo refleja dinamismo de los sectores extractivos, sino también una mayor participación del componente no primario. Es este el que genera mayor dinamismo y mayor empleo”, indicó.

Perea destacó, en el sector no primario, la recuperación del sector construcción y de servicios. En tanto, en la parte primaria, se verá un impulso de la manufactura primaria. “Por el lado de la demanda, esperamos que la inversión privada crezca 4,4% este año y si bien la inversión pública se va a moderar, crecerá algo por encima del 7%, que es un nivel bastante saludable”, dijo.

Escenario fiscal

De acuerdo a BBVA Research, las cuentas fiscales tenderán a mejorar en los próximos dos años. El déficit fiscal para este año se reducirá de 3,5% a 2,4% por mejora de los ingresos fiscales. “Los gastos fiscales como porcentaje del PBI se mantendrían en nivel similar. La recaudación mejorará por los mejores precios de exportación y el IGV a servicios digitales. Agregaría que se esperan ingresos extraordinarios vinculados a la venta de una empresa de energía el año pasado”, indicó.

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En el mediano plazo, se estima que el déficit fiscal estará más cerca del 2,0%. Una reducción adicional del déficit, para ubicarlo en niveles consistentes con el proceso de consolidación fiscal anunciado, requerirá, no sólo de una mejora de los ingresos del gobierno, sino también un esfuerzo de moderación del gasto público, lo que necesitará de apoyo político.

Bajo este escenario para el resultado fiscal, la deuda pública bruta alcanzará en 2030 el 36,3% del PBI, el cual seguirá siendo un nivel moderado.

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