Nuevos vehículos eléctricos podrán funcionar con baterías de metal de litio que recorren entre 800 y 1.100 kilómetros con una sola carga, el doble que con las baterías de iones de litio actuales.
Actualmente, la tecnología de metal de litio tiene serios inconvenientes: la batería pierde rápidamente su capacidad de almacenar energía después de relativamente pocos ciclos de carga y descarga, lo cual es muy poco práctico para los conductores que esperan que los autos eléctricos recargables funcionen durante años.
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En este contexto, los investigadores de la Universidad de Stanford han descubierto una solución de bajo coste: simplemente agotar la batería y dejarla reposar durante varias horas. Este enfoque sencillo, restableció la capacidad de la batería y mejoró el rendimiento general.
Los resultados del estudio, que se publican en Nature, pueden proporcionar a los fabricantes de vehículos eléctricos información práctica sobre cómo adaptar la tecnología de metal de litio a las condiciones de conducción del mundo real, comenta en un comunicado el autor principal Yi Cui, profesor de Energía e Ingeniería en la Escuela de Sostenibilidad Stanford Doerr.
Asimismo, duplicar la autonomía podría eliminar la ansiedad por la autonomía de los conductores que se muestran reacios a comprar vehículos eléctricos. Desafortunadamente, la carga y descarga continua hace que las baterías de metal litio se degraden rápidamente, dejándolas inútiles para la conducción rutinaria.
Por otra parte, este nuevo enfoque no requiere técnicas o materiales de fabricación nuevos y costosos. Este protocolo puede implementarse tan rápido como sea necesario para escribir el código del sistema de gestión de la batería.
Así, los investigadores consideran que en ciertos tipos de baterías de metal litio, el estado de descarga en reposo por sí solo puede aumentar significativamente la vida útil del ciclo de vida de los vehículos eléctricos.