
El nombre de Benito Antonio Martinez Ocasio sonó mucho durante el inicio del 2025, cuando el popular Bad Bunny lanzó el disco “DeBÍ TiRAR MáS FOToS” (DtMF), cuyo mensaje caló en el corazón de muchos que extrañamos a alguien, que como dice el título del álbum, debimos guardar más recuerdos y que reivindica los ritmos boricuas como parte de su esencia.
El autor del – hasta ahora – disco del año, que se mantuvo por 14 días consecutivos en el número 1 de diferentes rankings musicales, ‘rompió’ el Internet esta semana con una colaboración con Calvin Klein, una de las marcas más reconocidas a nivel mundial, con su línea de ropa interior. Pero su elección no es casualidad, sino una estrategia bien pensada que obtuvo como resultado que el primer ‘reel’ de esta campaña ya cuente con más de 900 mil de reproducciones.
La alianza entre Calvin Klein y el desenfadado cantante puertorriqueño, que va camino a convertirse en un ícono de la moda global, se llama Icon Cotton Stretch, se realizó en Puerto Rico. Bajo el lente del legendario fotógrafo Mario Sorrenti. La marca americana describe esta campaña como “icónica desde todos los ángulos”. De esta manera, la firma busca conectar con el público joven y latino.
¿Por qué Bad Bunny?
Bad Bunny es un fenómeno global que trasciende a la música. Su capacidad para generar tendencia ha convertido su imagen en una de las más influyentes de la actualidad. Calvin Klein, por su lado, es una marca históricamente ligada a la sensualidad que busca revitalizar su imagen y atraer a una audiencia más diversa.
Para Ximena Vega Amat y León, CEO de Claridad Coaching Estratégico, el éxito de esta campaña se debe a que es el mismo Bad Bunny quien está detrás. “Posiblemente el gerente de Marketing de Calvin Klein nunca lo reconozca, pero si tú haces un ‘benchmark’ entre Calvin Klein vs. Bad Bunny, este último va a arrasar”, afirma.
Eliana Gálvez, profesora de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad del Pacífico, sostiene que Calvin Klein siempre se ha caracterizado por realizar campañas mediáticas, disruptivas y que dan que hablar.
“Lo que han hecho ahora es llamar a un cantante que está en pleno auge y lo que vemos es que la marca busca incorporar la cultura latinoamericana dentro de su radio. Tener a Bad Bunny es retador y ha causado revuelo, muestra una faceta que no se le conocía”, explica.
La campaña que ha sacudido las redes, entre compartidas, interacciones y tiktoks con ‘reacts’ ante las primeras imágenes del ‘conejo malo’ en este nuevo escenario de la moda, ya salió del Internet y empieza a verse en las calles de Nueva York.
La tradición y la cultura latina
Si bien no es la primera vez que un latino colabora con Calvin Klein, porque en el 2020 Maluma también participó de una peculiar sesión, para Vega no hay punto de comparación entre ambas campañas dado que la imagen de Bad Bunny es un fenómeno global que trasciende la música.
La campaña de Maluma obtuvo alrededor de 680.000 visualizaciones en Instagram mientras que la de Bad Bunny cuenta con 900 mil y sigue creciendo. Ambas especialistas coincidieron que este éxito se dio por el momento en que se lanzó la promoción y la identidad única de ‘Benito’ en la industria.
“Hemos visto campañas millonarias y exitosas de Calvin Klein con Kate Moss, Justin Bieber, David Beckham, pero ninguna como esta que genera un gran impacto por su extensión en redes sociales, medios de comunicación y mucha más cobertura”, comenta a este Diario.
Otro punto resaltante, precisó Gálvez, es que las marcas de moda buscan diversificarse y conectar con un público más amplio, por ello el mercado latino es un segmento clave y Bad Bunny lo representa, en particular, desde su última etapa donde se muestra más latino que nunca.
“Los latinos somos seguidores de moda y que uno de nosotros modele una marca americana termina generando una conexión que incidirá en los patrones de consumo, sin duda, porque todos van a querer sentirse sexy con sus Calvin Klein, porque él puede ser como tú”, asegura.
Un mes atrás, Alberto Goachet, director general del Grupo Fahrenheit, escribió en su columna de opinión para este Diario que el fenómeno Bad Bunny fue posible gracias al impecable, creativo, multimedio, sincronizado y honesto trabajo que hizo con DtMF, cuya historia gira en cómo la cultura y costumbres se desvanecen con el tiempo.
“Todas las entradas agotadas para más de 20 fechas en sus conciertos de Puerto Rico. Más de 30 mil reservas en hoteles. El KPI emocional de reducir la resignación e intensificar el orgullo del puertorriqueño definitivamente se ha logrado. Les aseguro que van a haber más hitos alrededor de este disco que nos sirvan para romper moldes de como uno puede lanzar una campaña exitosa”, se lee en la columna de Goachet.
Las especialistas consultadas para este informe comentaron también que la imagen del artista abre puertas a más cantantes y ‘performers’ ante la marca norteamericana que quiere cautivar Latinoamérica. “Podríamos pensar en Rosalía o Karol G, pero actualmente no hay nadie. Bad Bunny está haciendo cosas muy interesantes, ha demostrado una profundidad y madurez que ha ganado durante el tiempo de su carrera”, reflexiona Vega.
Este éxito, comenta la CEO de Claridad Coaching Estratégico, también es una herramienta para que en un futuro cercano Bad Bunny puede quizá lanzar su propia marca de ropa. “Parece que tras alcanzar el éxito, él está haciendo su ‘checklist’ de vida y va más allá de la opinión pública. Que no nos sorprenda lo que pueda preparar luego”, indica.
La nueva visión de Calvin Klein
Para Vega y Gálvez, esta campaña va a rejuvenecer mucho a Calvin Klein y la acercará a un ‘target’ más joven. Además coinciden que la marca norteamericana no se esperaba la magnitud, ni el alcance que esta promoción tendría a nivel de redes y repercusión entre los seguidores del popular ‘conejo malo’. Cada publicación en el Instagram de la empresa bordean – en promedio – las 20 mil visualizaciones, mientras que las del cantante puertoriqueño, con 6 publicaciones a la fecha, mantienen un rango de 100 mil visualizaciones por posteo.
En el caso de la red X de Calvin Klein, el ‘tuit’ con mayor interacción llega a 19 mil ‘me gusta’. Mientras que en TikTok el ‘reel’ de la campaña llega a 7,4 millones de reproducciones. En otras redes como Facebook, la publicación más exitosa cuenta con 35 mil reacciones y en YouTube, el video de la campaña fue visualizado más de 235 mil veces.
“Calvin Klein tiene cierto estatus e incluir a Bad Bunny es acercarse a un mercado que es bastante emergente, que tiene patrones de consumo bastante marcados. Sin duda, la acercan al nuevo consumidor”, nos comenta Gálvez de la Universidad Pacífico.
Este es un momento que la marca debería aprovechar volverse atractiva para el público joven y latino, expresa Vega. “Con este ruido mediático tan fuerte, algo impactante puede hacer la marca como consecuencia de ello. Sin duda su siguiente colección va a estar muy interesante”, remarca.