Viernes, Julio 5

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Es decir, para el 2026, a nivel nacional, las familias pagarían un nuevo monto para acceder a este servicio. Justamente, hace un par de semanas, el presidente ejecutivo de la Sunass, Mauro Gutiérrez, alertó de este mismo posible hecho, algo que fue descartado por el gerente general de Sedapal. Ambas entidades se enfrascaron en dimes y diretes, lo que creó más dudas que certezas en la población.

No obstante, Barrantes confirmó a El Comercio que este incremento, el cual considera necesario, se daría en el marco de la prepublicación hecha por el MVCS del reglamento del Decreto Legislativo N° 1620, que aprueba la Ley del Servicio Universal de Agua Potable y Saneamiento en el Perú.

Lo que hicimos fue la prepublicación de esta norma que justamente lo que busca es fortalecer las empresas prestadoras de servicio y paralelamente ir sincerando los precios de las tarifas, pero de forma progresiva, y con un subsidio para aquellas personas vulnerables que están en la pobreza o pobreza extrema. Estamos trabajando de la mano con diferentes entidades”, precisó.

En tanto, Barrantes señaló que actualmente el costo del servicio de agua se brinda bajo un subsidio cruzado (que implica cobrar tarifas bajas a usuarios domésticos y más altas a la industria y el comercio), en el que solo existe una diferencia de 0,50 céntimos entre las familias con mayor cantidad de recursos y que tienen agua las 24 horas, y las familias con menos recursos y tienen agua 4 horas. Por ello, dijo que la idea es que los más vulnerables no se vean afectados por este incremento.

La idea es mejorar ese subsidio de tal manera que las familias vulnerables no se vean afectadas con el aumento de la tarifa y que aquellas familias que utilizan más el agua puedan pagar un poco más por el servicio. De esa manera se garantizará un efectivo subsidio cruzado”, resaltó.

El viceministro agregó que el sector Vivienda viene trabajando con el objetivo puesto en reducir la brecha de acceso a este servicio a nivel nacional. En ese sentido, dijo que actualmente se están ejecutando 349 proyectos que van a permitir que 175 mil familias puedan tener conexiones de agua potable y alcantarillado. ”Este trabajo se ha venido haciendo para reducir esa brecha de 3.14 millones de peruanos que aun no cuentan con acceso al agua potable”, expresó.

¿Es necesario pagar más por el agua?

Barrantes explicó que comparativamente con otros países de la región, el costo por el servicio de agua potable en el Perú todavía se mantiene en valores bajos. En ese línea, sostuvo que sí sería necesario un aumento de la tarifa para acceder a dicho recurso, pero que este se debe dar de forma progresiva. El propósito, añadió, es que las empresas prestadoras de servicios no presenten las dificultades que vienen teniendo actualmente.

En el Ministerio de Vivienda, como ente rector, consideramos que debemos hacer ese trabajo, de sincerar las tarifas, de incluir las inversiones que se hacen, de tal manera que las empresas no pasen por las dificultades que tienen actualmente”, detalló.

La Sunass advierte que las EPS tienen una baja ejecución de los fondos de inversión provenientes de las tarifas del servicio de agua.

Sin embargo, el viceministro también consideró que existen otros aspectos importantes que se deben tener en cuenta, que están relacionados con la forma en cómo usamos el agua y el valor que le damos. Asimismo, expresó que lo más importante es comprender que no solo hay que lograr que todas las familias puedan obtener el servicio, sino garantizar que este sea de calidad y se mantenga en el tiempo.

Hay mucha pérdida, muchas fugas. En regiones hay familias que no pagan los servicios y eso hay que mejorar. Tenemos que usar micromedidores, trabajar desde el punto de vista cultural. Nuestras grandes ciudades del país están sobre un desierto. Tenemos que asegurar esa sostenibilidad de los servicios”, manifestó.

Paul Villegas, docente del Departamento de Derecho PUCP, indicó a El Comercio que son tres elementos importantes en esta discusión del incremento de la tarifa del agua. Uno es la sostenibilidad, es decir, que el servicio no solo exista hoy sino que perdure a través del tiempo. Lo segundo es que las empresas sean más eficientes, lo que significa que deben recuperar sus costos. Y lo tercero es que tomar en cuenta a la población vulnerable.

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No es lo mismo ver a una familia donde varios tienen una renta habitual mínima con la pueden tener una vida normal, que otra casa donde hay solo una persona percibe un ingreso mínimo. Al considerar a la población vulnerable se toma en cuenta a las personas que se encuentran en pobreza o pobreza extrema. Se debería reconocer bien a esta población que se encuentra en situaciones complejas y establecer que reciba un tipo de apoyo para el pago se servicio”, dijo.

Villegas agregó que el Estado podría subvencionar un porcentaje de la tarifa total de esta población vulnerable, mientras que para el resto de familias que sí tienen ingresos más holgados y no presentan complicaciones si deberían pagar el 100%. “Así tendremos un poco más de orden en el servicio y podremos tener un servicio de calidad. No hoy sino en el tiempo”, opinó.

¿Importa el uso que se le da al agua?

En el Perú, así como en otras partes del mundo, el precio o rango a pagar por el servicio de agua depende del esquema tarifario en el que se encuentra el usuario o consumidor. Fuentes de la Sunass detallaron que en las 50 empresas de agua a nivel nacional existen alrededor de cinco categorías de consumo: social, doméstico, comercial, estatal, industrial. En el caso del público normal, constituido por miles de familias, este se encuentra en la categoría doméstico.

Teniendo en cuenta lo anterior, vale decir que los usuarios que hacen uso del agua en el rubro comercial o industrial pagan más por acceder al servicio. Explicaron que cada usuario tiene una categoría diferenciada dependiendo de su consumo de agua. Técnicamente, en el actual esquema tarifario, quien consume más paga más. La tarifa va subiendo mientras más metros cúbicos de agua se consuma. Señalaron que a fin de cuentas el monto de la tarifa premia a quien hace un uso responsable del agua.

En el caso del estricto uso doméstico del agua, por ejemplo, indicaron que la población que cuenta con piscina (uso no esencial del recurso) registrará un mayor consumo en su medidor, lo que se verá reflejado en su factura.

En esa línea, Sedapal precisó a El Comercio que no existe algún recargo extra o monto tarifario adicional por algún uso no esencial del agua en el ámbito doméstico, como es el caso de las piscinas familiares.

Si una casa tiene piscina solo se cobra la tarifa de acuerdo a su uso, en este caso de uso doméstico. Si la piscina fuera usada como actividad comercial, es decir si se cobrara por el uso de la piscina entonces también tendría la categoría comercial (por ser un negocio). Sin embargo, la normativa de Sunass que establece la tarifa y los usos no establece ningún tipo de sanción económica para estos casos, cuando el cliente hace un uso irracional del agua”, sostuvo.

¿Cuándo inicia el aumento de tarifa?

Barrantes precisó que se le ha dado a la Sunass un plazo de 2 años para que puede llevar a cabo unos nuevos cálculos y que al final será la única entidad encargada en determinar si las tarifas del agua suben y cuánto. “Esperamos que dentro de dos años pueda haber un sinceramiento de la tarifa y que este no afecte a las familias vulnerables. Se busca que estas sigan pagando lo mismo y que las familias que están usando mayor cantidad de agua paguen más”, comentó.

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Añadió que Sunass se encargará de realizar metodología y la propuesta de la nueva tarifa y que en en ese marco el MVCS viene conversando con ellos y otros actores. Con la prepublicación ya hecha del reglamento, dijo que ahora se condensarán todos los aportes de las diferentes entidades para luego llevar a cabo finalmente la publicación de la norma. “Será una norma mucho más consensuada”, puntualizó.

Por su parte, Villegas explicó que se necesita una tarifa que se corresponda con los servicios de operación y mantenimiento, pero también de inversión, que se necesiten para tener un adecuado servicio. Esa es la idea que debemos tener siempre cuando pensamos en un servicio público sostenible en el tiempo.

Por otro lado señaló que es muy normal en el ámbito de la regulación que cuando uno tiene que hacer un cambio, no se pueda alcanzar de un mes al otro. Primero se tiene que plantear el tiempo que va a tardar alcanzarlo.

En este caso, si la tarifa del agua de repente va a tener que sufrir o experimentar algún cambio la pregunta es cuánto tiempo se tardará. De esa manera se podrá luego tener una tarifa correspondiente realmente con el servicio que se está ofreciendo. Lo que se está apostando es tener un servicio de calidad a mediano plazo, no a corto plazo. Y para ello uno de los elementos que tienen cambiar es la tarifa”, sostuvo.

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