El programa Audiencias Vecinales, organizado por El Comercio con el auspicio de la empresa Pluz y el apoyo técnico de IDEA Internacional, llegó hasta el distrito de Lurigancho-Chosica, uno de los más afectados por los desastres naturales en esta época de verano. Aquí se reunieron más de 90 vecinos que participaron en el taller donde se estructuraron las preguntas que se realizarán al alcalde Oswaldo Vargas, en la jornada principal que se llevará a cabo el sábado 22 de marzo.
En el taller se realizaron dinámicas para identificar las principales problemáticas del distrito. A través de una dinámica de tarjetas semáforo y del micrófono abierto, los ciudadanos mostraron su descontento mayoritario respecto de la prevención de desastres, contaminación de distintos tipos, la falta de habilitación urbana, entre otras problemáticas.
-Principales problemas-
En prevención de desastres, la vecina Bremilda Chuquihuanga, presidenta de la Asociación San Antonio de Carapongo, indicó aún sufren los estragos de los huaicos del 2017. “Fueron 850 metros afectados y hasta la fecha la zona no ha sido recuperada, es totalmente tierra. Y estamos hablando de una zona ubicada a pocos metros de la carretera Ramiro Prialé”, afirmó.
Grover Torres, vecino de la alameda de Ñana, dijo que, desde hace 50 años, solo reciben sacos de tierra para afrontar los huaicos, y no resulta suficiente. “No se realiza una real labor de prevención”, acusó. En esa línea, la vecina Rosa Rodríguez, de la Asociación de Propietarios de Ñaña, recordó que en esta gestión se prometieron muros de contención y esto no ha sido cumplido. “Nos dan sacos que luego nadie remueve”, sostuvo.
Por otro lado, el vecino Eddy Águila, de la zona Camposol en Carapongo, afirmó que un 40% de los terrenos de su localidad se dedica a la agricultura, pero estos vienen siendo perjudicados por las aguas contaminadas de la zona industrial. Betty Léon, de la Cooperativa Patrón de Chosica, informó que han pedido pozos tubulares para el margen izquierdo, mientras que en el margen derecho, la población bebe “agua chocolate” (en alusión al agua turbia), por lo que vienen demandando plantas desalinizadoras. “Necesitamos agua limpia para calidad de vida”, reclamó.
Jairo Huatuco, de la Asociación El Portillo, también reclamó debido al descuido de las pistas y veredas debido al alto tránsito de camiones que trasladan materiales de construcción desde la zona industrial.
Finalmente, los vecimos Angel Huamán, Rina Caclla y Edgar Sifuentes pidieron un plan de habilitación urbana para recuperar espacios públicos. “No tenemos parques y hay varios terrenos desocupados utilizados para drogadicción”, advirtió Huamán.
