Miércoles, Septiembre 18

El distrito del Rímac, ubicado en el corazón de Lima, es una joya histórica que ha sido testigo del devenir de la ciudad desde tiempos coloniales. Declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco debido a la riqueza arquitectónica y cultural que alberga, el Rímac concentra el 40% del patrimonio de Lima, lo que lo convierte en uno de los distritos más importantes desde el punto de vista histórico y cultural. Sin embargo, pese a su gran legado, ha sido marginado y olvidado durante décadas por sucesivos gobiernos, al enfrentarse a una serie de problemas socioeconómicos que lo colocan en una situación crítica.

Según cifras del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), el 76% de la población del Rímac vive en condiciones de pobreza y extrema pobreza. Esta alarmante realidad contrasta drásticamente con la imagen de otros distritos céntricos de Lima, como Lince o Jesús María, los cuales, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), también se encuentran dentro de la categoría de Lima centro, pero disfrutan de mejores condiciones socioeconómicas y una mayor inversión en infraestructura.

Las cifras que reflejan la pobreza en el Rímac son solo el comienzo de un análisis más profundo. El distrito enfrenta también un grave problema de salud pública: el 43% de su población sufre de anemia, según datos proporcionados por el Ministerio de Salud (Minsa). Este porcentaje es preocupante, sobre todo si se tiene en cuenta que la anemia afecta principalmente a niños y mujeres en edad reproductiva, comprometiendo su desarrollo físico y cognitivo, así como sus oportunidades futuras.

El Fondo de Compensación Municipal (Foncomun) es una de las principales fuentes de financiamiento para los distritos del país, y en teoría, debería ayudar a equilibrar las desigualdades entre ellos. No obstante, el Rímac recibe uno de los peores presupuestos per cápita de todo el país: solo 60 soles por habitante al año. Esta cifra es irrisoria si se compara con las grandes necesidades que enfrenta el distrito en términos de infraestructura, seguridad, salud y educación.

La falta de recursos es uno de los principales obstáculos que impiden que el Rímac pueda salir del círculo vicioso de pobreza en el que se encuentra inmerso. Este bajo presupuesto también contrasta con el estatus de “distrito de clase media” que el INEI le asigna por su ubicación geográfica en Lima centro. 

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