Al menos un soldado libanés murió y otros 18 resultaron heridos este domingo en un ataque israelí contra el cuartel del Ejército del Líbano de Al Ameriya, en la carretera que conecta Al Qalila con Tiro en zona costera al sur del país, que ha sido “gravemente dañado”.
Las Fuerzas Armadas libanesas anunciaron en un comunicado la muerte de uno de sus efectivos en un ataque del “enemigo israelí” al cuartel general del Ejército en esa carretera, a aproximadamente diez kilómetros al norte de la frontera con Israel.
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Esta acción también dejó a 18 soldados heridos hasta el momento, algunos de ellos en estado grave.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, condenó el ataque y reiteró que la comunidad internacional debe presionar a Israel para que detenga tales acciones.
“El ataque del enemigo israelí de hoy contra un cuartel del Ejército en el sur (…) representa un mensaje sangriento de rechazo directo de todos los intentos y comunicaciones actuales para alcanzar un alto el fuego”, aseveró Mikati en un comunicado, en relación a los esfuerzos para lograr una tregua entre Israel y Hezbolá.
Por su parte, el Ejército israelí expresó su “arrepentimiento” en un comunicado y dijo que “el incidente ocurrió en un área de operaciones activas de combate” contra la milicia Hezbolá y que está siendo investigado.
El pasado miércoles, otro militar libanés murió a consecuencia de una ofensiva “del enemigo israelí” a un vehículo del ejército en el sur del país tras “sucumbir a sus heridas”, indicó el Ejército libanés.
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Al menos 41 soldados libaneses han muerto en ataques israelíes desde el estallido de la violencia entre Hezbolá e Israel, el 8 de octubre de 2023, a pesar de que las tropas regulares del Líbano no participan en el conflicto y se limitan a realizar tareas de socorro y de monitoreo de la situación sobre el terreno.
Sin embargo, la mayoría de estos uniformados han perdido la vida desde el comienzo de la campaña incesante de bombardeos israelíes el pasado 23 de septiembre.
Más de 3.500 personas han muerto y otras más de 15.000 han resultado heridas en un año de violencia, en el que también se han visto obligadas a abandonar sus hogares alrededor de 1,2 millones de personas solo en territorio libanés, según las autoridades del país.
