
Desde hace cinco días, el Perú contiene la respiración esperando noticias sobre Ashley Vargas, la alférez de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) que desapareció en pleno vuelo de instrucción en la región de Ica. Las últimas horas han estado marcadas por la desesperación de su familia, una intensa operación de búsqueda en mar y tierra, y una estafa que redujo aún más la esperanza de sus amigos y familiares que aún la buscan.
Todo comenzó el lunes 20 de mayo, cuando el avión perdió contacto con tierra mientras realizaba un vuelo de instrucción sobre el mar de Pisco. La alférez FAP Ashley Vargas pilotaba la aeronave y, desde entonces, se inició un operativo de búsqueda que incluyó a personal de la FAP, la Marina de Guerra del Perú, pescadores locales y hasta drones de alta precisión.
La Fuerza Aérea del Perú confirmó en un comunicado que se desplegaron unidades aéreas, marítimas y terrestres para dar con el paradero de la joven piloto. Incluso se usaron embarcaciones especializadas en patrullaje marítimo. La prioridad es ubicar tanto a la piloto como los restos de la aeronave, que se presume cayó al mar.
La incertidumbre hasta anoche era total. La familia de Ashley, así como grupos de rescatistas se instalaron en la zona de búsqueda, entre Paracas y Pisco, y no dejan de pedir por ayuda.
Ayer, en plenas labores de búsqueda, un hecho indignante los golpeó aún más: un grupo de estafadores se comunicó con los familiares afirmando falsamente que habían hallado a Ashley con vida. “¡La encontramos!”, gritó una mujer al otro lado del teléfono, según narró el abogado de la familia, quien denunció la cruel broma ante los medios.
Un capitán de la Marina de Guerra explicó que, luego de recibir las supuestas coordenadas del lugar donde estaría la embarcación que habría encontrado a Ashley Vargas, descartaron esa posibilidad. Según dijo, el punto señalado se encontraba a unos 340 kilómetros de la costa peruana, lo que hace prácticamente imposible que la piloto haya llegado hasta allí.
El abogado Carlos Chirinos, representante legal de la familia Vargas, explicó que los estafadores ofrecieron supuestos datos a cambio de una suma de dinero, mientras reproducían en altavoz voces femeninas para hacer creer que se trataba de Ashley. “Son unos sinvergüenzas. No tienen piedad”, declaró el letrado visiblemente consternado.
La familia llegó incluso a compartir la ubicación enviada por los estafadores con los rescatistas, quienes se dirigieron al lugar solo para confirmar que se trataba de una mentira. El engaño les hizo perder horas valiosas de búsqueda.
Las labores de rescate no se detienen. El martes 21 de mayo se reportó una versión preliminar que hablaba del hallazgo de una persona en el mar que podría ser Ashley. Sin embargo, horas después, la FAP aclaró que no se había confirmado su identidad y que la búsqueda seguía.
Se sabe que Ashley llevaba puesto su traje de vuelo. La FAP no ha dado aún una versión oficial sobre cómo la aeronave cayó al mar, si hubo fallas técnicas o si la piloto intentó un aterrizaje de emergencia.

El buque oceanográfico BAP Zimic, operado por la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú, se ha sumado oficialmente a las labores de búsqueda de la alférez.
La aeronave accidentada, el Zlin Z-242L, es de origen checo y tiene más de una década en servicio. Ayer por la tarde, la fiscal Gladys Torres Lobato, ha solicitado informes técnicos sobre la aeronave, las capacitaciones de los pilotos y las circunstancias de los vuelos.
Anoche se supo que el impacto emocional por esa falsa llamada aún no ha sido superado por los seres queridos de Ashley. Las redes sociales han convertido a Ashley en símbolo de resistencia y esperanza.
Se supo también que Vargas ingresó a la FAP en el 2018 y se consagró como la mejor alumna de su promoción. En el 2022, la presidenta Dina Boluarte le otorgó la espada de honor por su mérito.

¿Dónde queda la isla Zárate, lugar del accidente de la piloto de la FAP?
La isla Zárate, donde se perdió el rastro de la piloto de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) Ashley Vargas, es una pequeña formación rocosa situada en la Reserva Nacional de Paracas, en la región Ica. Aunque menos conocida que las islas Ballestas, Zárate es un refugio para aves guaneras.
Con apenas 5.9 hectáreas, esta isla se encuentra a 1.3 kilómetros de la costa, cerca de la zona conocida como El Puente, y se caracteriza por sus acantilados abruptos y fuertes corrientes marinas que hacen su acceso complicado.
La zona presenta condiciones climáticas adversas, con olas de hasta dos metros y vientos de más de 30 km/h, lo que complica las tareas de rescate.
¿Cómo fue el accidente de la piloto?
El martes 20 de mayo, alrededor de las 4:08 p. m., se perdió el contacto con la aeronave KT-1P, perteneciente al Grupo Aéreo N.º 51. La alférez se encontraba realizando su última misión de entrenamiento en navegación táctica en la zona de Pisco, en la región Ica, requisito necesario para completar su formación.
Tres horas más tarde, a las 7:03 p. m., la Fuerza Aérea del Perú informó que la aeronave se hallaba cerca de la isla Zárate y que le restaban menos de 25 minutos para finalizar su ruta de navegación.
De inmediato, la FAP, la Policía Nacional del Perú y la Marina de Guerra desplegaron un amplio operativo de búsqueda. Se utilizaron helicópteros Mi-17 y F280-FX, equipados con visión nocturna y sensores infrarrojos, y también se envió una patrullera de la Capitanía de Guardacostas de Pisco hacia el área de operaciones.
El miércoles 21, al día siguiente, la Fuerza Aérea comunicó que continuaban las labores de búsqueda y rescate. A las 6:00 a. m., una patrulla equipada con tecnología de buceo fue enviada para realizar operaciones desde embarcaciones, mientras un dron (RPA) sobrevolaba la zona para ampliar el rango de rastreo en condiciones de baja visibilidad.
En este segundo comunicado, la institución expresó su solidaridad con la familia de la joven y recalcó que toda información oficial sería difundida únicamente a través de canales institucionales.
