Sábado, Febrero 22

La obesidad es uno de los grandes problemas de la salud. En el 2022 la OMS informo que más de 1.000 millones tienen esta enfermedad, lo que equivale a decir que una de cada 8 personas sufre de exceso de peso, esto obliga a que todos los profesionales de la salud trabajen en la prevención y tratamiento

¿Cuáles son los aspectos psicológicos relacionados con la obesidad?

Existen una serie de alteraciones psicológicas que podemos observar con mayor frecuencia en las personas con obesidad. Por este motivo, conviene tener presente la importancia de tratar a todas las personas que buscan ayuda para combatir el exceso de peso desde una perspectiva integral y profunda, es decir, basándonos en generar cambios que no sean básicos si no que estén enfocados a ir más allá, a que se transformen en profundos y mantenidos en el tiempo.

  • Distorsión o insatisfacción de la imagen corporal. A menudo las personas que padecen obesidad tienen una imagen corporal negativa y/o distorsionada que dista de la realidad.
  • Descontrol, desorden y alteraciones en el comportamiento o relación con la comida. Aquí entran en juego múltiples elementos, desde aquellos aspectos que cada persona tiene en cuenta a la hora de alimentarse, de escoger lo que come, cómo lo come, etc…
  • Trastornos psicológicos como: ansiedad y depresión. Tanto la ansiedad como la depresión dificultan el bienestar de la persona y en el contexto de la obesidad, suponen una barrera que dificulta la mejora del tratamiento, por tanto, conviene tenerlos en cuenta, evaluar de su existencia y si cabe, sopesar la necesidad del trabajo terapéutico enfocado a la mejora de los mismos.
  • Dificultades en las relaciones. Se puede dar el caso que presente dificultades en las relaciones sociales y/o familiares, ya sea por causas externas como el valor social de la delgadez y el consiguiente aislamiento de la persona que no cumple con él o bien por causas internas propias del individuo que atienden a dinámicas familiares y que pueden estar favoreciendo el problema del peso.
  • Baja autoestima. Tanto la valoración que hacemos de nuestro físico como la valoración de nuestra persona determinan muchos de nuestros actos. Si una persona solo se centra en valorarse por las cifras de peso y ve que siempre son negativas, es muy probable que viva con un continuo malestar y rechazo hacia ella misma que le dificulte no solo el tratamiento si no el bienestar del día a día.
  • Hábitos inadecuados de estilo de vida. El caos en la alimentación a menudo puede conllevar que se extrapole o contamine al caos de otros hábitos como la actividad física, el descanso, etc. La dificultad añadida en casos de sobrepeso y obesidad es el mantenimiento de los logros y los cambios conseguidos ya que en muchos casos, se trata de cambios superficiales que no se mantienen a largo plazo y que dificultan a su vez, la motivación, una buena salud y la adherencia al tratamiento.

El rol de la psicología en el tratamiento de la obesidad

Dado que en la actualidad se dispone de diferentes modalidades de tratamiento eficaces para combatir la obesidad, la intervención psicológica, la farmacoterapia y la cirugía bariátrica, se plantea la cuestión de cuál debe ser el tratamiento de elección.

Existe cierto consenso entre los especialistas, por un lado, en reservar las intervenciones farmacológicas y la cirugía para los casos más graves o resistentes; y por otro, la modificación de hábitos y del estilo de vida, que debería establecerse siempre desde un enfoque psicoterapéutico, como elemento común en todos los casos, y como tratamiento único en aquellos menos graves.

El tratamiento cognitivo-conductual empleado en todos los estudios analizados suele centrarse fundamentalmente en promover hábitos saludables de alimentación y actividad física. Los resultados indican que este tipo de intervención no solo reduce el peso u otras variables antropométricas, como el IMC, la masa grasa o la relación cadera-cintura, sino que también mejora aspectos de índole psicológica, como una mayor autoeficacia o el bienestar psicológico psicosociales, así como aquellos vinculados directamente con la salud, como la percepción de la calidad de vida.

¿Cómo es un programa de intervención psicológica de la obesidad?

  1. Promoción de la motivación hacia el cambio.
  2. Psicoeducación sobre las causas generales de la obesidad, sobre alimentación saludable, sobre actividad física.
  3. Propuesta de régimen alimentario especial y un plan de actividad física.
  4. Intervención para incrementar el autocontrol.
  5. Realización de auto registros.
  6. Técnicas generales de modificación de conducta para la reducción de conductas asociados a los hábitos implicados.
  7. Modificación de estilos cognitivos asociados a los hábitos implicados.
  8. Promoción de las relaciones interpersonales, diseño de actividades gratificantes, entrenamiento en asertividad o habilidades sociales.
  9. Prevención de recaídas.

Aplicado este programa lo que se busca es alcanzar y mantener un peso saludable, así como mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo de complicaciones. Esto mejora la salud en general y reduce el riesgo de desarrollar complicaciones relacionadas con la obesidad.

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