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Esta semana el Gobierno cambió al ministro de Economía y Finanzas. José Salardi duró cerca de tres meses. ¿Era un momento oportuno para hacer cambios?
En una cartera tan importante, no se pueden dar cambios tan frecuentes. Además, sin claridad de qué es lo que motivó los cambios. Desde el Consejo Fiscal tenemos una posición crítica, pero no nos parece que la manera correcta de corregir era sacrificar a un ministro de Economía. Es una cartera tan importante que, justamente, ha ido perdiendo fuerza no solo ante el Congreso, sino en el interior del Gobierno. Y esta es una prueba más. Esto no es ni una defensa al anterior ministro ni una crítica a la actual, es simplemente que debería haber mayor estabilidad.
Se sabe que la posición del Ministerio de Economía y Finanzas es de optimismo sobre las cifras económicas. Sin embargo, juzgando el último Informe de Actualización de Proyecciones Macroeconómicas (IAPM), ¿qué de particular tiene este optimismo?
En los últimos años ha habido un sesgo optimista, que no es atípico, pero lamentablemente la diferencia es que estos sesgos optimistas lo que han generado son proyecciones de ingreso muy optimistas. Y, por otro lado, que no se cumpla con la rigurosidad de mantener la senda de gasto. Como consecuencia, han devenido en incumplimientos de reglas fiscales que ya son sistemáticos. Una cosa es tener sesgo optimista cuando no hay consecuencias y otra cosa es tener sesgo optimista cuando ya tenemos historia de consecuencias. Esa es la parte que preocupa porque es una historia repetida.
El Consejo Fiscal ha destacado que el IAPM asume ingresos transitorios como si fueran permanentes.
Una parte importante de la previsión de ingresos este año se va a dar por un efecto transitorio de los buenos precios del año pasado. De hecho, eso ya se dio en gran medida en abril. En abril hemos visto que el déficit fiscal bajó de 3,4% – 3,5% a 2,9%, porque ya se dio gran parte de la regularización. La pregunta es cómo llegas de 2,9% a 2,2%. Y la respuesta es que en gran medida tiene que venir porque sean disciplinados con la trayectoria de gastos. No pueden haber créditos suplementarios ni partidas de gastos adicionales. Ahí preocupa que haya partidas que no están presupuestadas, como las compras de aviones, que son gastos significativos y otras cosas.
El principal informe de proyecciones del MEF le da un efecto menor al impacto por la guerra comercial. ¿Se ha minimizado el impacto?
Es un poco temerario asumir que esto se va a diluir en tres meses y que no se puede incluso complicar. Perú esto le puede pegar por canales directos e indirectos. No sabes si mañana por alguna razón le dicen a Perú ‘si no haces esto, te duplico, te triplico, te cuadruplico el arancel’ y Perú no tiene capacidad. Recordemos también que esta es una guerra de Estados Unidos contra China, y China es el principal socio comercial de Perú. Son cosas que preocupan porque te pueden generar desvíos importantes más adelante por haberte puesto en un escenario excesivamente optimista.
En esa línea, ¿el MEF se quedó corto al reducir su proyección de 4% a 3,5%?
Más bien lo que pareciera que ocurrió es que han usado esta turbulencia -que la ponen como transitoria- como pretexto para retornar a un escenario que sea menos alejado de consenso. Pero recordemos que el consenso está por debajo de tres este año.
¿Pero es imposible llegar a 3,5%?
No, pero es bastante difícil. No pareciera prudente que ese sea un escenario base. Y tiene consecuencias, porque si proyectas un 3,5%, se van a asumir ingresos que -si no es 3,5% y es 3%-, serán menores y por tercer año consecutivo. Y entonces, así mantengas tu gasto a raya, nuevamente, incumples con objetivos de déficit fiscal. Ya ha tenido consecuencias en años recientes. No deberías arriesgar tener por tercer año consecutivo incumplimientos por exceso de optimismo.
De cara a la nueva gestión del MEF, ¿dónde están las oportunidades para controlar el gasto?
Es simple: mantener tu trayectoria de gasto. ¿Quieres incorporar una parte de gasto? Ok. ¿De cuánto? ¿De mil millones? Ok. Dime qué mil millones vas a cortar. Evidentemente, desde el Consejo Fiscal siempre recomendamos tener mucho cuidado con seguir incorporando gastos rígidos. Remuneraciones, por ejemplo. No hay espacio para aumentos, para nombramientos y partidas similares. Y dos: cuidado con inversión pública.
Existe hoy una autógrafa firmada por el Congreso que plantea la reforma de las APP. ¿Qué riesgos implica emprender una reforma de esta magnitud?
El trabajo por el gran marco de las APP fue trabajado con asesores internacionales y expertos. Se consultó con asesores internacionales de infraestructura, se trabajó con el Banco Mundial y se tomó como un año en la evaluación diagnóstico de las propias situaciones. Entonces, sacar un proyecto de esta naturaleza sin discutirlo con ningún experto ni internacional ni local cambiando todo el marco y dándole una serie de competencias para las cuales Proinversión no ha tenido las capacidades, es temerario. Al MEF le quitan un montón de responsabilidades y de capacidad de hacer control fiscal.
“Este gran índice de inseguridad ya tiene un costo económico“.
¿En qué casos?
Cuando incorporaba proyectos, el MEF debía hacer una declaración de consistencia con cumplimiento de reglas fiscales. Y eso lo han eliminado. Pero eso revela un desconocimiento de cómo funciona el MEF, porque quien va a hacer esa evaluación es la Dirección General de Política de Promoción de Inversión Privada. Una dirección que están desmantelando porque le están eliminando muchas de sus competencias y trasladándolas a Proinversión. Otro punto son los criterios de elegibilidad. Al MEF le quitan la rectoría de inversión privada. El MEF es rector en todas las materias presupuestales, económicas, financieros. Sin embargo, se la quitan y la mandan a Proinversión que no tiene capacidad para ver el ‘bosque’ que es la inversión privada.

No es el camino hacia un destrabe de proyectos.
Eso no es destrabar. Esto te va a generar bombas de tiempo. Aquí también hay algo absolutamente irregular. El MEF ha dicho que ha trabajado con el Congreso. El MEF no puede trabajar con proyectos del Congreso si no pasa por Consejo de Ministros y si no pasa por -requisito OCDE- un análisis de impacto regulatorio. Este proyecto lo han entregado al Congreso para que sea aprobado en menos de una semana, sin pasar por la Comisión de Economía, sin discusión, solo con primera votación, en la noche del miércoles de Semana Santa. No es bueno para el MEF, para nadie, que eso salga de esta manera y sin discusión. Lo más sensato ahora es que regrese la autógrafa [al Congreso] y que hagan discusión con expertos internacionales.
Hablando del Congreso, se ha aprobado la autógrafa para que las Zonas Económicas Especiales (ZEE) inicien con un Impuesto a la Renta de 0%. ¿Tiene el Consejo Fiscal observaciones sobre ello?
Primero, hay centenares de proyectos con impacto fiscal. También tienes múltiples proyectos que tienen exoneraciones tributarias. En los últimos años se han aprobado hasta 19 exoneraciones tributarias que no han sido observadas por el Ejecutivo. Y hay más de 20 proyectos en el Congreso. Ahí ya tienes un foco de preocupación. De nuevo, necesitamos un Ejecutivo que plante cara frente a esto. Segundo, sobre las exoneraciones en Zonas Económicas Especiales, hay evidencia internacional de que las ZEE no te generan incrementos de inversión ni de Empleo o del PBI. Perú no es China. El éxito de China no viene por la parte tributaria, sino por la conectividad de puertos, inversión en conocimiento y tecnología. Eso te permite que una ZEE traiga inversión, no que se reduzcan impuestos. Aquí se ha definido un impuesto cero y no hay ninguna claridad de que haya infraestructura conexa, que habrán sinergias…no se ha hablado de eso. Otra cosa es que no se ha acotado a sectores. Hay actividades de todo tipo, incluido servicios.
El Consejo Fiscal ha señalado a Petro-Perú como un riesgo. Pero, más allá de la situación de la estatal, subrayan como riesgo “la persistencia de la negativa a la situación financiera” de la empresa. ¿Por qué?
Lo que nos preocupa es que el primer trimestre no ha ido bien. Y simplemente decir que no le vas a dar más dinero no te ayuda a solucionar el problema. ¿Qué pasa si sigue con fuertes números en rojo y no puede pagar proveedores? ¿Apagas la luz? ¿Cuál es la estrategia? No inspira ninguna confianza. Eso te lo digo a título personal, no como parte del Consejo Fiscal. No necesariamente da confianza que se diga solo que no le darán recursos. ¿Cuál es tu solución? Esa es la pregunta. Da la impresión que no hubiera una estrategia clara. Sería bueno que la detallen.
Hace unos días fue noticia la propuesta de incremento remunerativo de la presidenta Dina Boluarte. ¿Es el momento adecuado?
Nuevamente, esto lo respondo a título personal. Es acertada la pregunta: ¿este es el momento? Eso queda a criterio de cada quién. Mi opinión es que no. Es un momento en que tienes una situación de un gobierno de baja popularidad, más lo ocurrido en Pataz. Da la impresión de estar desconectado de la realidad. Vale decir que esto no tiene impacto fiscal, el detalle son las señales. Si es como están diciendo algunos ministros que la presidenta no lo ha pedido, que lo desestime y listo. El siguiente gobierno mirará si corresponde.
En el contexto de inseguridad actual, ¿le preocupa que estemos llegando a un punto de no retorno?
Sí, claro. Ya uno lo ve en el día a día. Este gran índice de inseguridad ya tiene un costo económico. Hay inversiones que se paralizan, negocios que cierran. Este es un problema que, además de todo lo que implica, en temas sociales y afectación a las personas ya tiene un impacto económico. Y se está perdiendo la batalla contra las actividades criminales. Nuevamente, esto requiere de mucho trabajo de inteligencia. No simplemente de medidas salpicadas.
En líneas generales, ¿cuál es su mirada del actual gobierno?
Nuevamente me pongo mi gorro del Consejo Fiscal. Nos corresponde dar las alertas de que la construcción de la política fiscal ha venido perdiendo los principios de prudencia y respeto a reglas, a la credibilidad que ha tenido por décadas en el Perú y se están volviendo desvíos sistemáticos. Se está perdiendo el actuar sobre la base de evidencia y eso no es bueno para el país. Eso sí es responsabilidad plena del Gobierno porque esos desvíos han ocurrido durante la gestión de este gobierno: el seguir con anuncios triunfalistas que se materializan en supuestos para toma de decisiones de corte económico que también son exageradamente optimistas pero que tienen consecuencias. Se requiere un poco más de conexión con la realidad y autocrítica en la construcción de políticas publicas y de la política económica. No es fácil ser funcionario público, pero ahí están los indicadores de incumplimiento sistemático.
Pérez- Reyes llega con una mirada más centrada en obra pública, por su experiencia en el Ministerio de Transportes. ¿Le preocupa un cambio en la mirada desde el MEF?
Habrá que esperar y ver. Creo que ha sido bastante pública la posición del actual ministro sobre que la reforma de las Asociaciones Público- Privadas no había sido discutida y que trasladar los programas de infraestructura a la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) era precipitado. Obviamente hay diferencias con la gestión anterior, pero justamente lo que tiene que cuidarse es que las políticas públicas sean más institucionales. No que cambie el ministro y de repente cambie todo el juego.