Martes, Octubre 1

Las abejas son los principales polinizadores del planeta. Ellas recogen polen y néctar de las flores; este último sirve para producir miel. Al esparcir el polen entre las flores durante su recorrido, permiten que las plantas, incluidos cultivos alimenticios, se reproduzcan. Según Luis Raúl García, docente de la facultad de Zootecnia de la Universidad Autónoma de Chihuahua, de las abejas depende el 60% de polinización mundial. “Sin abejas, el planeta se quedaría sin vida en cinco años”, afirma.

Por ello, son las protagonistas del equilibrio de nuestros ecosistemas y repercuten directamente en la producción de las frutas, verduras y otros alimentos para los seres vivos. Protegerlas significa también proteger la biodiversidad del planeta.

Alfredo Santiago (35 años) comprendió la importancia de las abejas desde niño al observar cómo su padre y abuelo —ambos apicultores en la provincia de Cajatambo, región Lima— criaban y protegían a las abejas. Él y su hermana Fiorella siguieron los mismos pasos. En el 2020, vieron en las redes sociales una oportunidad para difundir su labor y rescatar abejas de enjambres y colmenas en espacios públicos de Lima antes de que sean destruidos.

Así nació el proyecto ‘Rescate de abejas Perú’. Lamentablemente, Fiorella falleció el 2022. Fue así que Alfredo rebautizó la iniciativa con el nombre ‘Rescate de abejas Perú Reina Fiorella’. El año pasado creo una cuenta de TikTok, que permitió masificar su trabajo. La cuenta tiene más de 320 mil ‘Me gusta’ y algunos videos han superado el millón de reproducciones.

¿Cuáles son los pasos del rescate de abejas?

La primavera, que acaba de iniciar, es la principal temporada de trabajo y formación de nuevas colonias para las abejas, por lo que no debemos sorprendernos si las observamos con mayor frecuencia en parques y jardines.

¿Cómo realiza Alfredo los rescates de abejas? El primer paso es recibir el reporte de una colmena o un enjambre a través de mensajes de WhatsApp o llamadas a su número (+51 987 128 459). Alfredo solicita que envíen fotos y videos; asimismo, contacta al número de serenazgo del distrito donde estaría el grupo de abejas reportado para verificar la información.

Una vez confirmado, Alfredo acude al lugar para realizar una primera inspección. Así fue como encontró una colmena al pie del monumento de la Plaza San Martín. Según su experiencia, allí debe haber entre siete mil a nueve mil abejas.

El siguiente paso es contactar al propietario del espacio donde se encuentra para coordinar y solicitar autorización para el retiro de las abejas. “Si está en un espacio público, me comunico con la municipalidad distrital. Por ejemplo, rescatarlas del árbol de un parque requiere de la autorización del área de parques del municipio y aislar a las personas durante el retiro. Si está en un espacio privado, necesito su permiso para ingresar y hacer el rescate”, explica.

Alfredo cuenta con todos los instrumentos necesarios para retirar las abejas en aproximadamente una hora: indumentaria especial, palanca de apicultor, ahumador y una caja para llevar hasta 80 mil abejas. Por su parte, la municipalidad o el propietario privado pueden realizar el desmontaje de los objetos donde se encuentran las abejas, apoyar con escaleras si se encuentran en espacios altos, entre otros.

Alfredo indica que las abejas forman colmenas en el interior de espacios huecos y secos. Uno de sus lugares preferidos son los postes y faroles de luz. Este fue el escenario que encontró la semana en la Plaza Bélgica del Cercado de Lima. “Primero, coordinamos con el área de parques de la municipalidad, porque el farol estaba en medio de un jardín. Ellos realizaron el desmontaje con la autorización de la empresa de electricidad. Siempre se necesita encontrar a la abeja reina y meterla primero a la caja para que todas la sigan”, narra.

Cada año, Alfredo realiza alrededor de 100 rescates al año. La mayoría de ellos se hace durante la temporada de primavera. Según sus cálculos, en los cuatro años de desarrollo del proyecto, ha rescatado a más de 4 millones de abejas.

Finalmente, las abejas son trasladadas al apiario en la casa de Alfredo en Puente Piedra. Es allí donde crecen rodeadas de árboles, se alimentan, tienen crías y producen miel en panales. “Una abeja reina pone entre 1.500 a 2.000 huevos diarios en sus tres primeros años de vida y más o menos 1.000 en sus dos últimos. Para alimentarse y reproducirse, las abejas necesitan acceder a muchas flores. Lamentablemente, esto no ocurre en Lima, así que la abeja reina deberá regular su reproducción”, detalla.

Las colmenas que alcanzan un aproximado de cuarenta mil abejas son enviadas a Cajatambo, donde la familia de Alfredo es dueña de un refugio de abejas. Aquí cuentan con mayor vegetación a su disposición.

El lugar ideal de las colmenas son los árboles. Sin embargo, como en las ciudades se destruyen para construir más edificios, la abeja reina debe buscar un lugar ideal para que formen su colmena. Lo malo es que cuando una persona las ve reunidas, trata de matarlas, lanzándoles piedra o agua. Por eso, los postes son un buen lugar, porque muchos tienen huecos en la cima y las personas no alcanzarían a retirarlas”, manifiesta.

Además…

¿Cuál es la diferencia entre enjambre y colmena?

Los enjambres se establecen temporalmente cuando un grupo de abejas está de viaje en busca de un lugar donde establecer una nueva colmena. Usualmente, están expuestos al aire libre.

Las colmenas son el nido establecido por la abeja reina, donde también la colonia vive, produce miel en panales y se reproduce. Se encuentra en el interior de un espacio seco.

El trabajo en equipo de las abejas es admirable. Desde la abeja reina hasta la última abeja obrera, cada una cumple un rol para preservar a la colmena.

Su trabajo en equipo, organización social y la manera incansable con la que realizan sus actividades día a día me motivan a rescatarlas. Ellas me enseñaron que hay que vivir para servir. Por eso las rescato para concientizar a las personas de su importancia, no para vender sus productos”, resalta. Alfredo.

Ten en cuenta…

¿Qué debo hacer si se acerca una abeja a mí?

Si una abeja vuela cerca a nosotros, lo mejor que podemos hacer es quedarnos quietos o retirarnos lentamente sin tocarlas. Ahuyentarlas con los brazos sería un error. “Las abejas son inofensivas. Si intentamos golpearlas, ellas sentirán que su reina y colmena están amenazadas, y atacarán en conjunto“, menciona Alfredo.

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