Miércoles, Abril 9

A los sicarios no les importó la presencia de un niño en la combi y abrieron fuego contra todos los pasajeros. La noche del último miércoles, en el cruce de las avenidas Lima y San Felipe, en Comas, una familia entera fue atacada a balazos dentro del vehículo en el que se transportaban luego de asistir a una misa. Fueron interceptados por un auto negro y, segundos después, abordados por sicarios a bordo de una motocicleta, quienes ejecutaron el ataque. Como resultado, tres personas resultaron heridas, entre ellas un niño de dos años, mientras que otra persona perdió la vida.

Las víctimas responden a los nombres de: Piero Díaz Arrieta, de 19 años, quien sufrió una herida de bala en la pierna; Lucero Stephany Pillaca Farías (39), con dos impactos de bala, y el menor A.U.D.P. (2), quien recibió disparos en el pecho y el rostro, siendo el más afectado. En tanto, Ángel Christiam Díaz Vila (46), quien recibió múltiples disparos, llegó sin vida al Hospital Sergio Bernales.

Hace solo unos días, El Comercio revelaba una escalada en las tácticas de los sicarios, quienes ahora irrumpen en autos o viviendas para eliminar familias enteras y sembrar terror entre sus enemigos y víctimas. Este modus operandi busca enviar un mensaje contundente a sus rivales o personas extorsionadas.

El asesinado Díaz Vila, se catalogaba en redes sociales como ‘Oropeza de Los Olivos’, solía compartir fotos posando con tragos en la mano, rodeado de mujeres y con referencias a Caracortada, el icónico personaje de un capo de la droga en la ficción. Según fuentes policiales consultadas por El Comercio, el crimen sería un ajuste de cuentas. Díaz Vila tenía un extenso historial delictivo, con múltiples denuncias en su contra, incluyendo tráfico ilícito de drogas y violencia física. El caso sigue en investigación.

El fiscal adjunto provincial Abel Zegarra Wixsan, del Segundo Despacho de la Quinta Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Lima Norte, abrió una investigación preliminar contra los responsables del presunto delito de homicidio calificado en agravio de Díaz Vila.

Asimismo, la fiscalía viene realizando diligencias urgentes con la pareja de la víctima. En paralelo, el Departamento de Investigación Criminal (Depincri) de Comas se encargará de recibir las declaraciones de los familiares y testigos, además de llevar a cabo otras acciones para identificar a los autores del crimen.

Continúan los asesinatos

El crimen no se detiene. Horas antes del ataque en Comas, otro asesinato conmocionó Lima Norte. Paul López, un conductor de 52 años de la empresa de transporte público Aquarius, fue acribillado mientras trabajaba en su ruta habitual San Martín de Porres – Chorrillos. El ataque ocurrió en el cruce de las avenidas Canta Callao y Alisos, en San Martín de Porres, una zona golpeada por la violencia y la extorsión.

Las cámaras de seguridad registraron el momento exacto en que los sicarios siguieron el bus y acabaron con la vida de López. Según testimonios de sus compañeros, la empresa Aquarius ha sido blanco de extorsiones durante las últimas dos semanas por parte de la banda criminal “Occidentales Criminales Sanguinarios Intocables” (OCSI), dedicada al sicariato y al cobro de cupos en el transporte público de Lima Norte.

El conflicto inició hace 15 días, cuando un delincuente robó el celular de un chófer en la avenida Pacasmayo y, aprovechando el acceso al grupo de mensajería de los conductores, envió mensajes exigiendo un pago de S/70.000 a cambio de permitirles seguir operando y no volver a extorsionarlos. Si no podían pagar la cantidad solicitada, también les ofrecieron efectuar el pago de S/120 por una “inscripción”, además de S/20 diarios por cada vehículo.

Ante la negativa de los transportistas, los delincuentes intentaron asesinar a un conductor en el paradero Quiosco de la avenida Canta Callao, pero el arma se les cayó y la víctima logró escapar. En respuesta, la banda envió una amenaza directa: matarían a otro trabajador, cumpliéndola con el asesinato de López.

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Cabe resaltar que El Comercio alertó en una edición pasada que más de 300 kilómetros de rutas de transporte público en Lima Metropolitana están controladas por extorsionadores, precisamente en la empresa Aquarius también cubre un tramo que está considerada dentro de esta cifra, entre los distritos de Magdalena y San Isidro.

Un estado de emergencia que no frena la violencia

A pesar del estado de emergencia decretado por el Ejecutivo, los homicidios siguen en aumento. Según el Sistema Informático de Defunciones (Sinadef) del Ministerio de Salud (Minsa), en lo que va del año se han registrado 558 asesinatos, lo que equivale a 6 homicidios diarios, es decir, uno cada 4 horas. De este total, más del 70% fueron perpetrados con armas de fuego.

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Horas antes de la masacre en Comas, un hombre de 89 años murió tras un ataque a un policlínico en la cuadra 56 de la avenida Túpac Amaru, en Comas. Sicarios dispararon contra el establecimiento, alcanzando fatalmente a Fausto Sánchez Montemayor, quien se encontraba en el interior.

El centro médico había sido blanco de extorsionadores, quienes previamente le lanzaron una granada de guerra y lo obligaron a cerrar temporalmente. Tras reabrir sus puertas, los criminales cumplieron su amenaza, dejando como saldo una nueva víctima inocente.

Ante los últimos hechos de sangre registrados en Comas, el municipio de la jurisdicción emitió un comunicado oficial solicitando al Ejecutivo acciones claras para luchar contra el crimen organizado.

Asimismo, que el Congreso de la República legisle a favor de que solo una persona pueda ir a bordo de una motocicleta. En tanto, que el Ministerio del Interior potencie las seis comisarías del distrito con más personal y que se instale el sistema de inteligencia de la Policía Nacional del Perú.

“No podemos seguir perdiendo vidas inocentes a causa de la extorsión y sicariato”, concluyeron.

La violencia también alcanzó San Isidro. La madrugada de ayer, Juan Carlos Olórtegui Dueñas, de 28 años, asesinó de un disparo en la cabeza a su expareja Andrea Nicoll Paucca Pedregal, en plena vía pública. Tras cometer el crimen, huyó e intentó quitarse la vida.

El feminicidio ocurrió durante un receso del call center donde ambos trabajaban. La pareja discutió en la avenida República de Colombia y, en medio de la disputa, Olórtegui Dueñas sacó un arma de fuego y disparó a quemarropa contra la joven. Según testigos, también amenazó con un cuchillo a una amiga de la víctima para impedir que interviniera.

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Paucca Pedregal fue trasladada al hospital Casimiro Ulloa, donde lamentablemente se confirmó su deceso. Horas después, el agresor fue ubicado en la intersección de las avenidas Arenales y Javier Prado, donde sacó su arma e intentó suicidarse.

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Según la Defensoría del Pueblo, solo en febrero de 2025 se reportaron 11 feminicidios: 5 en Lima Metropolitana, 2 en Arequipa, 1 en Áncash, 1 en Cusco, 1 en Ica y 1 en Tacna.

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