
Juan Guillermo Aguirre Mandiola, mejor conocido como Capitán Memo, nunca imaginó que su voz se convertiría en el soundtrack de la infancia de millones en América Latina. Su historia comienza en Chile con su primera banda, Los Sacros, que pasó sin pena ni gloria. En 1972, con más ganas que certezas, decidió probar suerte en Estados Unidos, donde inició una aventura como compositor que continúa hasta hoy.
“Por aquellos años no parábamos, producíamos casi de forma automática. Muchas veces ni sabía si tenía un impacto o no, solo continuaba haciendo lo que mejor sabía. Llegaban propuestas de jingles para Coca-Cola, McDonald’s y algunas animaciones que, años más tarde, serían relevantes en mi vida”, recuerda Memo Aguirre en entrevista con El Comercio.
Así fue como terminó poniendo su voz —o componiendo la letra— en temas icónicos de series como “He-Man”, “El Vengador”, ”El Galáctico”, “Los Cuatro Fantásticos”, “Capitán Futuro”, “La Pequeña Lulú”, “Candy Candy”, ”Mujer Araña”, ”Sport Billy”, “El Rey Arturo”, ”La Abeja Maya”, entre muchas otras producciones que, en total, suman más de 300 composiciones.
“Cuando empecé, el productor me dijo: ‘Tú vas a ser rico con nosotros’. Años después, me lo encontré en un restaurante y le pregunté por los temas. Me respondió: ‘No pasó absolutamente nada con ellas’. Pensé que había fracasado otra vez”, confiesa.

Lucha por los derechos
Tras regresar a su natal Chile para una entrevista radial sobre sus proyectos musicales y la relevancia que cobraba en Estados Unidos, el compositor se daría cuenta de la importancia de esos trabajos realizados en los años 70 y 80, y del impacto que tuvieron en una generación de jóvenes latinoamericanos esas series donde su voz era parte del recuerdo.
“Esa misma noche, un promotor musical consiguió mi número y me dijo que lanzaríamos un nuevo disco, realizaríamos conciertos y que todo ya estaba pauteado. Incluso ya estaba la banda esperándome. Solo tenía que dar ese paso para comenzar una carrera musical”, comenta Aguirre, quien no guardó ninguna copia de las canciones que produjo.

Sin embargo, antes de aventurarse en un mundo de giras nostálgicas por diversos países, recibió la noticia de que el trabajo de su vida estaba a nombre de otros. Así fue como decidió regresar a Estados Unidos, donde inició una lucha por el reconocimiento de sus derechos, lo que comenzó con un golpe de realidad.
“Cuando quise demandar, los abogados me dijeron que no tenía sentido, que había al menos 30 casos iguales y que las empresas siempre contrademandaban para alargar el proceso”, recuerda. Pero no se quedó de brazos cruzados: “Fui a las compañías que publicaban las canciones y puse los créditos correctos. Luego les mandé una carta diciendo: ‘Ahora ustedes métanme juicio y yo los contrademando’. Nunca me respondieron”.

Los viajes del capitán
Desde aquel día ya pasaron 20 años —y se perdieron 20 millones en regalías—, en los cuales viajó haciendo honor a su apodo de capitán, dando entrevistas en diversos medios, donde era común la expresión: “Pensábamos que eras español, mexicano o colombiano, es increíble que seas chileno”.
Fue en aquellos años de conciertos donde, saltando de alegría en el público, una fan de “Capitán Futuro” no dejaba de verlo. Tras acabar el concierto, la mujer se acercó a él y le confesó que había estado enamorada de él mucho antes de conocerlo en persona. Años más tarde se casarían y vivirían sus propias aventuras. “Gracias a las caricaturas encontré al amor de mi vida”, menciona Memo.

Para la pareja, su primer reto sería en Perú, donde, antes de presentarse, el compositor tendría que escoger entre su pasión por la música y su relación. “Había una chica guapa en la banda, y mi esposa tenía celos de ella, así que decidí tomar una tercera opción y le dije: ‘Amor, ¿quieres ser tú la vocalista?‘. Se convirtió en parte de nosotros, pero la vida de fiestas no era lo suyo”, cuenta el compositor.
Sin embargo, antes de dar su concierto en la discoteca Voce, en el distrito de Lince, otra idea pasaba por la mente del compositor. “A los chilenos de mi generación nos decían que no les agradábamos en Perú”, menciona Aguirre, quien regresa una vez más como parte del Día del Cómic. “Perú es especial para mí, no lo digo como lo hace Julio Iglesias, yo sí lo digo en serio”, agrega.

Con regalías perdidas y una guitarra en mano, Memo Aguirre canta por el placer de hacerlo, así como para recordar tiempos que, si bien no fueron mejores, sí más tranquilos, como la infancia de muchos. En honor a quienes crecieron con él, prepara un disco en vinilo con versiones sinfónicas de sus temas para darle cierre a esa querida nostalgia.
“Seguramente habrá artistas que canten mejor que yo mis propios temas, pero yo las creé, y eso tiene cierto significado al momento de recordar ese querido pasado”, concluye.
Sobre la presentación de
Capitán Memo
El Día del Cómic Festival 2025 se llevará a cabo desde el jueves 1 hasta el domingo 4 de mayo, en el Campo de Marte, en el ingreso por la Avenida de la Peruanidad, en Jesús María.