Fue en mayo del 2023 cuando el alcalde Rafael López Aliaga inauguró esta playa artificial, que se ubica en el distrito de San Juan de Lurigancho. Desde entonces, la Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (Digesa) -entidad adscrita al Ministerio de Salud (Minsa)– ha evaluado dos veces el estado de la piscina tras su renovación. La primera se dio el 25 de mayo del año pasado -la cual fue aprobada- y, la última, el pasado 20 de enero. Sin embargo, previo a la gestión de López Aliaga, también se han realizado inspecciones en el lugar.
No Saludable
En esta reciente inspección, la Digesa varió el estado de la piscina de Huiracocha de ‘Saludable’ a ‘No Saludable’ por incumplir con los estándares de calidad de limpieza, uno de los cuatro criterios evaluados en el caso de las piscinas. Los otros aspectos son: la calidad microbiológica del agua, la condición del equipamiento y las instalaciones, y si cumple con el ordenamiento documentario. Todos estos fueron aprobados.
A manera más precisa, El Comercio pudo conocer por medio del reporte semanal de la Digesa que la falta cometida fue asociada a la “suciedad y/o presencia de sólidos flotantes dispersos y/o abundantes”. De hecho, es la segunda vez, desde el febrero del 2018, que esta piscina es sancionada por incumplir con esta disposición. De 25 inspecciones realizadas desde entonces, ocho han resultado en ‘No Saludable’ y 17 como ‘Saludable’.
Entre enero y febrero del 2020, esta piscina también fue descalificada en cinco inspecciones continuas de la Digesa por no contar con la Aprobación Sanitaria vigente. Años luego, en febrero del 2023, la entidad de salud la denominó como No Saludable por no tener el Cuaderno o Libro de Registro al día. Esta situación se repitió al mes siguiente, en marzo del año pasado.
Las faltas
Durante una conferencia de prensa, Elmer Linares, vocero del Servicio de Parques de Lima (Serpar), explicó que las observaciones –de manera puntual- eran dos. La primera correspondía a que el “espejo del agua no llegaba hasta el rebose de la canaleta [en la zona norte de la piscina principal]”. Esto significa que, si hay material flotando en esta zona, no se expondría encima de la canaleta para retirarla.
La otra falta que fue contemplada por la Digesa fue una acumulación de agua al lado de un tanque de compensación, según lo confirmó el vocero del Serpar. Cabe señalar que la Digesa evalúa la existencia o no de criaderos de Aedes aegypti, el mosquito que transmite el Dengue, el Zika, y la Chikungunya, entre otras enfermedades. De acuerdo con Linares, la observación fue fundamentada en esto, ya que -explicó- un charco puede convertirse en un espacio de reproducción.
Tanto el vocero como el presidente del Serpar, Luis Molina, aseguraron que las observaciones fueron resueltas de inmediato, por lo que esperan una nueva evaluación de la Digesa para que se compruebe el estado de la piscina. Ambos resaltaron que a calidad del agua no fue observada, por lo que su uso es seguro. El Comercio intentó contactar con Digesa sin tener respuesta hasta el cierre de esta edición.