Con la intención de fortalecer las relaciones entre Reino Unido y el Perú, especialmente en materia de derechos humanos, la embajadora británica mundial de Derechos Humanos, Rita French, realizó una visita de tres días a Lima.
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Durante su paso por la capital peruana, French se reunió con activistas ligados a la libertad de prensa, igualdad de género, cooperación internacional, liderazgo indígena, defensa del medio ambiente, entre otros. Además, conversó con autoridades locales como la ministra de la Mujer, Nancy Tolentino; las congresistas Ruth Luque, Flor Pablo y Janet Rivas; el juez supremo, Jorge Luis Salas Arenas y el juez de la ONPE, Piero Corvetto.
French, además, recibió a El Comercio en la residencia del embajador británico en el Perú para conversar sobre los mayores retos humanitarios en el mundo, las guerras en Gaza y Ucrania, un polémico proyecto de ley migratorio en el Reino Unido y la denuncia presentada en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) contra el gobierno de Dina Boluarte.
– ¿Cuál es la principal preocupación global en materia de derechos humanos en estos momentos?
Lamentablemente hay muchos conflictos y retos alrededor del mundo. Por supuesto el de Gaza se impone, al igual que la guerra en Ucrania, pero también hay situaciones adversas en Afganistán, Irán, Myanmar, por solo nombrar algunos. Hay muchos países en conflicto. Los retos para los derechos humanos y la democracia alrededor del mundo son muchísimos, pero creo que también hay mucho por ver en cuanto a lo que hemos progresado. Pienso, por ejemplo, en la paridad económica para las mujeres, la participación política, la descriminalización del matrimonio entre personas del mismo género, las mejoras en el acceso a la educación para las niñas, o que cada vez más países introducen moratorias a la pena de muerte o incluso la suprimen.
Hay progresos locales o nacionales alrededor del mundo en materia de derechos humanos, aunque por supuesto eso no acapara los titulares y tampoco cambia los conflictos que sufre el mundo. Es difícil no deprimirse al analizar la situación de los derechos humanos en el mundo y las violaciones que sufren, pero es importante mantenerse optimista pensando en los progresos que logran distintas comunidades. Yo diría que hay una real ambición y compromiso por mejorar los derechos en el mundo, acá lo escuché de la ministra de la Mujer y también de los representantes de las organizaciones que conocí. Eso me da esperanza.
– Israel ha sido acusado por Sudáfrica ante la CIJ de estar perpetrando un genocidio de Gaza, ¿cuál es la posición del gobierno británico frente a esta acusación contra su aliado?
Lo que pasó el 7 de octubre fue terrorífico. Y el terror continúa para las personas que aún tienen familiares secuestrados. Israel claramente tiene derecho a la defensa y a mantener la seguridad de su población. El genocidio es un término muy estricto y depende a una corte independiente determinar cuándo se aplica. Es una acusación con la que no estamos de acuerdo, pero por supuesto respetamos a las cortes independientes y sus veredictos sobre estos temas.
– El otro gran conflicto es el que mantienen Rusia y Ucrania. Los rusos han sido acusados repetidamente de violar los derechos humanos durante la guerra y las sanciones no parecen tener ningún efecto sobre ellos. ¿Cómo se aborda la relación con un gobierno como el de Vladimir Putin?
Nos acercamos al segundo aniversario de la ilegal invasión rusa a Ucrania. Y no solo fue ilegal sino que no fue provocado. El Reino Unido y sus aliados han sido firmes en su apoyo a Ucrania, para asegurarse de que los ucranianos se puedan defenderse a sí mismos y combatir las intenciones rusas. Yo me he reunido con la sociedad civil ucraniana, he visto y escuchado a los miembros de la comisión investigadora sobre violaciones a derechos, he conocido a familiares de niños que fueron deportados lejos de sus familias y mujeres que sufrieron violencia de género. Son violaciones muy serias y es importante que rindan cuentas por lo que está sucediendo.
Putin, a quien no deseo llamar presidente porque no lo respeto como tal, subestimó la capacidad de apoyo para Ucrania de parte de sus aliados. Y es un apoyo que se ha mantenido con el tiempo. Nuestras sanciones no van a cambiar la situación por sí mismas, pero son importantes. Puedes ver a inversores y negocios saliendo de Rusia, y si algún inversor ruso quiere llevar su dinero a otra parte de Europa no lo puede hacer. Esto sí está afectando a Rusia, su economía está sufriendo. Normalmente, el mundo actúa tarde ante las atrocidades que suceden pero con Ucrania creo que fuimos bastante rápidos en brindarle lo necesario para acumular pruebas y que, cuando llegue el momento, pueda recurrir ante los tribunales en busca de justicia. Finalmente, la ONU condena con firmeza los crímenes de Rusia y lo ha demostrado en sus diferentes plataformas.
– Su cargo se creó hace cinco años, ¿cuáles son los principales aportes que le ha brindado este puesto al tratamiento de los derechos humanos por parte del Reino Unido?
Estoy honrada de haber sido designada como la primera embajadora global para los derechos humanos. Creo que este cargo representa el compromiso y liderazgo del Reino Unido en materia de derechos humanos, no solo a nivel interno sino internacional. Esto me permite conectarme con las distintas comunidades y abogar por un cambio para su progreso.
Un ejemplo es Sierra Leona, donde después de mi visita financiamos un proyecto que buscaba abolir la pena de muerte. Actualmente el presidente ya ha firmado una ley para que se elimine ese castigo. Ese es un ejemplo concreto de lo que podemos lograr. Nos encargamos de empujar hacia adelante iniciativas o programas que ya existen. Pero también me da la oportunidad de abogar por el cambio en países donde los gobiernos no son espacios para que los derechos avancen. Ahí nos preguntamos cómo podemos crear valor y lo solemos hacer con asociaciones civiles. Otro elemento de mi rol diría que es el de convertirme en un resonador para que las comunidades que sufren algún tipo de opresión sean escuchados por las Naciones Unidas o plataformas de ese nivel.
Por eso cada vez que visito un país le digo al embajador local que le causaré un dolor de cabeza humanitario, hacen un gran trabajo en temas económicos, de seguridad y comercio; pero siempre les pido que a esa apretada agenda le sumen cada vez más temas de derechos humanos. Invertir en un proyecto de derechos humanos no te permitirá poner tu bandera sobre un gran edificio, pero créeme cuando te digo que no existe solución más sostenible que la de invertir en educación o en la capacitación de jueces y fuerzas policiales.
– Sin embargo, hay dos temas en su país que le complican un poco el trabajo. El primero son las críticas al gobierno de Rishi Sunak sobre sus medidas ante el cambio climático.
La política climática no es parte de mis funciones, pero el gobierno británico mantiene objetivos muy ambiciosos en temas medioambientales. Lo importante desde mi lado es asegurarme de que nuestras policías climáticas incluyan la protección y apoyo a quienes les impacta directamente el cambio climático. Alrededor del mundo he podido ver que hay mujeres que pasan 2 o 3 horas al día intentando recolectar agua, por ejemplo. Otras familias que ya no pueden pescar donde siempre lo hicieron. La escala de desafíos que los derechos ambientales enfrentan son enormes y amenazas reales para las vidas de muchos.
. ¿Qué nos puede decir sobre la polémica ley presentada ante el Parlamento británico con la que se pretende deportar a los solicitantes de asilo hacia Ruanda?
La migración es un enorme tema político no solo en el Reino Unido sino en Europa y también en América Latina. Los retos son tanto para los países que reciben como para aquellos por donde transitan los migrantes, son dinámicas muy retadoras. Lo que el gobierno está intentando hacer es atacar la migración ilegal que llega al Reino Unido porque los únicos que se ven beneficiados con ella son las organizaciones criminales y los cárteles, mientras que la gente vulnerable se vuelve aún más vulnerable. Estamos absolutamente comprometidos a enfrentar esa estructura y asegurar que sigamos apoyando una migración ordenada. En los años recientes hemos abierto rutas específicas para quienes llegan buscando refugio desde Ucrania, Hong Kong, Siria o Afganistán. Tienes que asegurarte de alguna forma que esas bandas no se sigan alimentando de la tragedia de la gente.
– ¿Pero Ruanda es un buen aliado para eso?
No es mi labor juzgarlo. Este proyecto aún debe pasar por procedimientos parlamentarios y algunas cortes también. El proceso aún no termina, esa es la importancia de nuestras instituciones, por eso son los pilares de nuestras democracias. Las instituciones representan el filtro necesario para que todas las políticas sean evaluadas y se entienda por completo sus efectos, para analizar si cumplen con las obligaciones internacionales a las que estamos suscritos.
– ¿Sabía usted que la Corte IDH denunció al gobierno de Dina Boluarte por violar los derechos humanos durante las protestas del 2022? ¿Su oficina o su gobierno tienen algo que decir sobre este tema?
Respeto totalmente a las instituciones regionales dedicadas a los derechos humanos, considero que son cruciales para que exista una rendición de cuentas de parte de los estados sobre sus obligaciones internacionales y tratados firmados. Sé que el Gobierno Peruano tiene hasta marzo para responder a la acusación y entiendo que lo hará. No creo estar en posición de brindar opiniones más allá de eso sobre el tema.
– Si la corte determina en marzo que el Gobierno Peruano sí violó los derechos de los manifestantes, ¿cómo afectará esto a las relaciones bilaterales con el Reino Unido?
Para cualquier país es muy importante cómo es percibido a nivel internacional, a menos que seas una economía bastante cerrada y no te importe. La reputación internacional importa y las decisiones de estas instituciones sin duda tienen un impacto que todo gobierno toma bastante en cuenta. El Perú ha sido muy activo en la defensa de los derechos humanos a través de la ONU, incluyendo cuando fue miembro del Consejo de Derechos Humanos, además ha suscrito distintos tratados tanto ante Naciones Unidas como la Corte IDH. Espero que vean la misma importancia en asegurarse de que respetan las decisiones que emitan estos organismos. Por ahora solo hay que esperar hacia dónde nos lleva este proceso.