Momentos de tensión se viven en Petro-Perú debido a las maniobras desplegadas por la administración saliente en su empeño por retomar el control de la empresa.
Expresión de esto son las presiones ejercidas sobre el directorio para conminarlo a nombrar a un nuevo gerente general que “sea afín a sus designios”, manifestaron diversas fuentes consultadas por este Diario.
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Petro-Perú
Así ocurrió el pasado martes (2 de diciembre), cuando el directorio presidido por Carlos Canales se reunió para designar como nuevo gerente general a Arturo Rodríguez, actual gerente corporativo y hombre de confianza de Óscar Vera, hasta hace poco uno de los líderes de la petrolera.
Como comentamos en un anterior artículo, dicho intento no llegó a buen puerto por una investigación judicial que involucra al funcionario.
Esta circunstancia, anotan las fuentes consultadas, motivó el repliegue de la candidatura de Rodríguez, tras lo cual el grupo que apoya a Vera puso sobre la mesa un segundo nombre: Iván Montoya, asesor tributario de Petro-Perú y ex mano derecha de Hugo Chávez.
Para lograr su designación, el directorio volvió a reunirse el miércoles (3 de diciembre) por la mañana con la consigna de “elegir a Montoya a toda costa”, señalaron fuentes bien enteradas.

Sin embargo, este segundo intento también fracasó debido a que el funcionario no cumplía con el perfil ni los lineamientos requeridos por el Fonafe.
Esto, debido “a su poca experiencia y permanencia en altos cargos gerenciales”, razón por la cual su candidatura también cayó en saco roto.
No valieron, anotan nuestras fuentes, las protestas de Vera, quien habría manifestado en todo momento que “tenía el encargo de nombrar al gerente general”.
Por el contrario, el presidente de la estatal, Luis Canales, habría mostrado firmeza al “insistir en que se cumpla con el perfil requerido”.
Pero las cosas no habrían quedado allí. Este Diario supo que el directorio de Petro-Perú volvería a reunirse hoy (5 de diciembre) para intentar, por tercera vez, el traspaso de la gerencia general.
El candidato escogido en esta oportunidad sería Gustavo Villa Mora, actual gerente de operaciones Talara, cercano a Vera y “mano derecha” de Arturo Rodríguez.

Trascendió que los impulsores de dicha candidatura estarían “ajustando el perfil del funcionario” para que pueda ser designado sin mayor demora por el directorio.
¿A qué se debe este afán por controlar la gerencia general?
EQUIPO DEL MEF
“En la práctica, se buscaría que el mismo grupo que ha conducido a la empresa a una situación crítica retorne a puestos estratégicos, con objetivos principalmente políticos y no necesariamente alineados con el saneamiento y fortalecimiento institucional que Petro-Perú requiere”, manifiesta una fuente cercana a la estatal.
De acuerdo a esta versión, lo que querría la administración saliente es manejar a su antojo al administrador privado (CTO) que velará por los destinos de Petro-Perú.
Y también trabar la licitación de la auditoría forense de la refinería de Talara. Esto, con el fin de ocultar posibles responsabilidades relacionadas con los continuos desperfectos que experimenta el complejo refinero.
El tiempo apremia para estos funcionarios porque la gerencia general, a cargo de José Manuel Rodríguez, estaría colaborando estrechamente con la Junta General de Accionistas (JGA), “brindando información fidedigna” para que se forme una mejor idea de la situación de la empresa.

A ese fin, apunta otra fuente consultada, hay un equipo del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) trabajando a la interna de Petro-Perú para “dar soporte” a la JGA.
“Dicho equipo está analizando la información y dando el ‘feedback‘ tanto a la ministra de Economía y Finanzas, que es la presidenta de la JGA, como al ministro de Energía y Minas, para que lo eleven al Presidente de la República”, detalla.
Dicha información, agrega, serviría de base para formular una nueva reorganización de la estatal, la cual estaría inserta en el pedido de facultades legislativas solicitado por José Jerí.













