Toyota presentó en el Salón del Automóvil de Tokio 2025 un prototipo que ha despertado tanta curiosidad como debate: el Kids Mobi, un minicarro eléctrico y completamente autónomo pensado para que los niños (de hasta 1,30 metros de altura) puedan desplazarse solos en trayectos cortos, como el camino al colegio.
El vehículo destaca por su diseño colorido, sus pantallas LED que simulan expresiones y un sistema de conducción autónoma basado en inteligencia artificial y sensores LIDAR. También incorpora un asistente conversacional llamado “UX Friend”, que explica el recorrido, responde preguntas y acompaña al menor durante el trayecto.
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Toyota sostiene que este prototipo podría ofrecer una alternativa para familias que, por logística o horarios, no siempre pueden acompañar a sus hijos, además de introducir a los más pequeños en nuevas formas de movilidad sostenible. La marca enfatiza que está pensado únicamente para distancias cortas y en entornos controlados.
Sin embargo, el anuncio llega en un contexto de creciente escepticismo hacia los vehículos autónomos. Diversos incidentes recientes, como el caso de un Jaguar I-Pace de Waymo que quedó girando más de 30 vueltas en una rotonda en Estados Unidos, han alimentado dudas sobre la fiabilidad de esta tecnología incluso en situaciones aparentemente sencillas.
Por ello, aunque el minicarro de Toyota apunta a un futuro donde los niños podrían ganar independencia gracias a la automatización, su propuesta también plantea interrogantes sobre la seguridad de delegar el transporte infantil a sistemas aún en evolución. La discusión, de momento, sigue abierta.














