
La primera impresión que te da el llegar a Ica es la similitud de sus calles con las más variopiontas avenidas limeñas, aquellas plagadas de mototaxistas y de los infaltables vendedores ambulantes que hacen lo propio al compás del ruido de las bocinas. Sin embargo, si sigues avanzando, no tardas en cruzarte con enormes carteles que te invitan a visitar sus bodegas, viñedos y restaurantes y es ahí, cuando empieza la magia de la llamada “ciudad del eterno sol”.
Precisamente, con el sol de compañía, recorrer Ica es transitar sus estrechas avenidas para encontrarte con una bodega de vino en cada vuelta de la esquina. “Venga y disfrute de este o aquel pisco o vino a 100 metros”, “Tacama a 7 metros” se lee, por ejemplo, en los enormes carteles plantados en medio de las vías.
“Volviendo al origen”
En lca, con motivo de la 60 edición del Festival de la Vendimia 2025 (Del 7 al 17 de marzo), tratamos de repartir nuestro tiempo entre las varias experiencias que nos regala esta tradicional ciudad.
“Este año la Vendimia de Ica destaca porque hemos querido volver al origen”, nos dice Leydy Loayza, regidora de la municipalidad de Ica y presidenta del Comité Especial del Festival Internacional de la Vendimia 2025, haciendo alusión al lema que caracteriza esta edición que tiene como fin rescatar esta tradición que ha girado un tanto más a lo comercial en los últimos años.
“Hace 60 años, cuando la vendimia inició en la avenida Matías Manzanilla se sembraba, se cosechaba y se distribuía la uva en una feria tradicional que era con comparsas, con tradición vitivinícola y la idea era remontar esas épocas para que la gente viva mucho más su ciudad, su identidad, su tradición y haga sentir al turista extranjero esta experiencia ‘FIVI’ con la pizza de uva, con las comparsas tradicionales y con esa tradición de ir todos juntos a la ruta del Lagares, el campo ferial, a tener una experiencia completa de lo que es justamente la vendimia, el proceso de siembra, cosecha y corte de la uva”.
Viviendo la Vendimia desde adentro
El Tambo de Tacama
En durante este recorrido que nos encontramos con historias que nos remontan al pasado de la mano de los guías locales. Una de ellos, nos muestra el viñedo Tacama desde adentro. Fundado en 1540, este es nada menos que el más antiguo del Sudamérica.
Abierto para todo el público que pase por Ica, el viñedo Tacama cuenta con varios tours, según tu presupuesto y tiempo. Entre ellos, podemos mencionar el Tour Tradicional, el paquete más básico que te permite conocer solo la bodega, la cual te presenta la más antigua y la moderna, te lleva por el museo y te ofrece una pequeña degustación.


Otra opción es hacer el Gran Tour. Acá, visitas la bodega y la hacienda, además de tener dos opciones adicionales, hacerlo con degustación o cata dirigida dentro de la sala de cata profesional. Las alternativas son varias y los precios están entre los 25 y 145 soles. Algo que diferencia a esta bodega del resto es que no tienes que reservar con tiempo sino que tienes la facilidad de ser recibido el mismo día.

Algo que se aprecia mucho en lugares como estos es la paz que te ofrece el campo, a pesar de estar a solo media hora de la ciudad.




El Campo Ferial
Si lo que deseas es comer y beber al ritmo de comparsas y concursos de baile, la Feria Agropecuaria ubicada dentro del campo ferial de la ciudad es otras de las experiencias de la Vendimia que no puedes perderte. Desde raspadillas, para calmar el calor, pasando por sus llamativos churros valencianos hasta el clásico chancho al palo, esta es una buena opción para pasarla bien con opciones para todo bolsillo.




La infaltable Huacachina
Si hay algo imperdible que hacer por tu paso por Ica es visitar la Huacachina, ya sea para caminar por su enorme oasis como para retar a la adrenalina subiéndote al bordo de un buggy.

Quizás esta es una de las actividades de las que mejores recuerdos te lleves ya que no se hace en solitario sino en grupo. Así, eres testigo del miedo, emoción o las risas de nervios de tus compañeros momentos previos al salto en sandboard y qué decir ‘del después’, cuando todos se dan cuenta que la duna no estaba tan empinada y piden bajarla nuevamente.



Una vez concluida esta parte, la Laguna de la Huacachina nos invita a entrar en ella. Ya sea para pasearla en bote como para comer algunos de los platillos típicos en algunos de los restaurantes que la rodean. En este boulevard encuentras no solo platos de la región sino también comida rápida para todos los gustos.

Unos pasos más allá, a unos 10 minutos de la Huacachina, el Boulevard La Achirana del Inca es una buena opción para tomar algo y de paso, visitar el museo del mismo nombre. La ” Achirana del Inca” es además, una de las tradiciones peruanas escritas por Ricardo Palma, la cual narra la historia de amor no correspondida del inca Pachacutec y de una doncella.

La pisa de uvas
Si estás de visita con motivo de la Vendimia de Ica, presenciar de la pisa de uvas es algo que no debes perderte. Aunque ya ha dejado de ser parte del procesado real de la uva y el vino, esta práctica se mantiene como parte del atractivo de la tradicional fiesta. Adultos, jóvenes, niños junto a la reina de la Vendimia pisan la uva en medio de risas y música peruana.


Refugiarte en la Hacienda La Caravedo

Establecida en 1684, la Hacienda La Caravedo es uno de los atractivos iqueños más bonitos. Ya sea para comer y ver los caballos de paso como para pasar una noche en una de sus místicas habitaciones. Además, acá puedes conocer a modo de tour, cómo es el proceso del vino, recorriendo a de la mano de un guía, desde sus viñas hasta el área de destilación.



La Casa de las Tejas
En la calle Palazuelos, en pleno centro de la ciudad, una pequeña y acogedora casa nos abre las puertas; se trata de la reconocida La Casa de las Tejas. Fundada en 1932 por doña Rosalía García, este legado manejado por su nuera, doña Norma vende este dulce tan típico de la ciudad en un espacio que es a la vez, un museo, una tienda y un taller para aquellos que quieran aprender este tradicional dulce.


Conmovida por la nostalgia, doña Norma nos cuenta que este negocio se inicia con doña Teresa Manrique, abuela de doña Rosalía allá por el año 1900.
Casi treinta años después, este manjar solo compartido entre familiares, se convierte en un éxito en una boda de aquel entonces y es este hecho el que impulsa a doña Rosalía a distribuirlo a modo de negocio. Con el paso del tiempo, no solo las tejas las que vende esta acogedora casa sino variedad de dulces como el popular paciencia, Revolución, Besos, Limones rellenos, entre otros.

Con 150 expositores vitivinícolas, 200 expositores de todo el país y más de 45 actividades, la Vendimia de Ica ha reunido este año a la familia, a los amigos y al turista que por primera vez pisa tierra iqueña en medio de la alegría y la algarabía en torno al pisco, el vino y la cachaza. ¿Qué viene después? Leydy Loayza nos cuenta que la idea de acá a 5 años, es poder hacerla más grande y poder también promoverla a nivel internacional.
“Hacer un lanzamiento como el Inti Raymi en Miami, algo que diversifique el mercado internacional para traer al turismo y que Ica se convierta en una potencia turística porque es el segundo destino nacional, pero así como vive de la exportación, nuestra mira es que se convierta también el turismo en un motor de desarrollo regional”, sostiene.
Y tú ¿te animas a experimentar la Vendimia de Ica?
DATO
La XXVIII Ruta de los Lagares es una asociación con fines culturales que está integrada por empresas vitivinícolas e agroindustriales que en forma conjunta realizan actividades dentro y fuera de su entorno empresarial durante el año siendo la más importante en la época de la vendimia.
La Ruta de los Lagares es una actividad artística realizada por las bodegas, con el apoyo de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo del Giobieno Regional de Ica (DIRCETUR).