
Después de varios años lejos de los estudios de grabación, Elena Romero (Lima, 1961) ha vuelto a donde su voz y su pasión siempre la han llevado: la música. Su nuevo sencillo, “Pecado”, un feat con Ernesto Pimentel, no solo marca su incursión como solista y compositora en cumbia, sino que también la impulsa a perseguir un Grammy. “Aprendí de Mimy Succar que nunca es tarde para perseguir los sueños”, confiesa.
La cumbia no es ajena a su historia. Hace años, cuando formaba parte de un grupo de música latinoamericana, ya la interpretaba. “Me acerco con mucho respeto a ese género porque en el Perú hay compositores y agrupaciones increíbles, con niveles de producción altísimos. La valla está muy alta y eso me parece maravilloso”, afirma.
Su colaboración con Ernesto Pimentel fue casi cosa del destino. “Estábamos en el estudio trabajando en varias canciones cuando mi productor, Paulo Morales, sugirió que este tema sería perfecto para él. Lo llamé, le envié la canción y su respuesta fue inmediata: aceptó sin dudarlo”, recuerda.

Pero su regreso no se limita solo a la música. En el 2024, Romero volvió a la televisión: condujo durante seis meses, el programa “Tu mejor compra”, en Willax, en reemplazo de Gian Piero Díaz. Luego, ingresó a “Al fondo hay sitio” como Alicia, la mamá de Gaspar.
“La primera vez que me llamaron de ‘Al fondo hay sitio’, no pude aceptar porque estaba enseñando en la universidad, y querían que me sume de inmediato al programa. El año pasado se pudo dar y fue una experiencia muy grata. Espero regresar pronto porque mi personaje se fue, pero no está muerto. Siento que todo llegó en el momento justo. Por eso no vale la pena llorar sobre leche derramada, sino mirar hacia adelante”, reflexiona.
Además de su carrera artística, Elena Romero enseña canto y teatro musical en la universidad, una labor que la apasiona tanto como el escenario. Durante la pandemia, también creó “Tu voz existe”, una plataforma de comunicación donde imparte talleres sobre el uso de la voz y la expresión corporal.
Momentos claves de su carrera
Al recordar los momentos que marcaron su carrera artística, Elena menciona dos hitos fundamentales. El primero fue “Maruja en el infierno”, su debut como actriz a los 22 años.
“Fue mi primer papel y estaba aterrada”, confiesa. Sin embargo, su interpretación le valió el premio a Mejor Actriz Sudamericana en el Festival de Cine de Cartagena de Indias. “Nunca había actuado antes, pero entendí que siempre estás aprendiendo. Ese fue mi gran papel”, añade. Ahora, sueña con un nuevo protagónico que le permitirá explorar la feminidad en la madurez. “Creo que tendré que escribirlo yo misma, y ya estoy en ello. He comprado libros sobre cómo hacer un guion de cine”, revela.
El segundo momento clave fue “De dos a cuatro”, un proyecto entrañable que marcó su regreso tras una década en España.
“Fue una etapa hermosa. En España conocí a mi esposo, al amor de mi vida, con quien llevo 40 años. Raúl, mi hermano, me animó a volver, y pronto llegaron nuevas oportunidades. Fue un espacio de encuentro en medio de tanto desencuentro. Me devolvió la fama, pero aquella vez con más preparación y madurez”, concluye.

A sus 64 años, recién cumplidos, Romero se siente más plena que nunca. “La edad me enseñó a quedarme con lo esencial: la salud, la familia y hacer lo que amo. Ahora cada cosa que llega a mi vida el recibo como un regalo”, dice.
Su meta es clara: seguir componiendo, incorporar más cumbia en sus presentaciones y, algún día, sostener un Grammy en sus manos. “Si Mimy lo hizo, yo también puedo hacerlo. Ella nos enseña que nunca es tarde para soñar”, subraya.
