En las últimas semanas, el incremento de focos de calor en diversas regiones del Perú ha encendido las alarmas debido al riesgo de incendios forestales y su impacto en el medio ambiente. Según el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), las zonas más afectadas incluyen departamentos del sur, norte y centro del país, con mayor incidencia en Ica y Piura.
LEE: Senamhi advierte sobre niveles extremos de radiación UV en varias regiones del país
Ica ha reportado un total de 58 focos de calor, distribuidos en las provincias de Pisco, Ica, Palpa y Nasca, lo que evidencia una alta concentración en esta región. Por su parte, Piura registra 67 focos en las provincias de Sullana, Paita, Piura y Sechura, consolidándose como una de las zonas más afectadas.
En el sur del país, Arequipa cuenta con dos focos de calor en Caravelí y Arequipa, mientras que Cusco reporta tres en La Convención y Chumbivilcas. Tacna suma nueve focos concentrados en Jorge Basadre y Tacna.
En el norte, Cajamarca presenta cuatro focos en la provincia de Jaén, La Libertad registra 14 distribuidos en Ascope, Trujillo y Virú, y Lambayeque reporta seis focos en Lambayeque y Chiclayo.
En el oriente, San Martín destaca con 40 focos de calor, afectando casi toda la región, salvo algunos distritos como Rioja, El Dorado y Lamas. Ucayali, con ocho focos en Padre Abad, Coronel Portillo y Atalaya, y Loreto, con un foco en la provincia de Ucayali, muestran una situación menos crítica, pero igualmente preocupante.
MÁS: Chorrillos: tres muertos y un herido tras disputa de terreno en asentamiento humano | FOTOS
En contraste, algunos departamentos como Huancavelica, Huánuco, Madre de Dios y Moquegua no han reportado focos de calor, ofreciendo un panorama más talentoso.
Medidas de prevención
Ante este panorama, el SERFOR ha instalado a las autoridades locales y a la población a intensificar las medidas de prevención y control para evitar incendios forestales, que no solo afectan la biodiversidad, sino que también ponen en riesgo a las comunidades cercanas. La colaboración ciudadana y la vigilancia activa serán claves para mitigar esta problemática.