El Ejecutivo aprobó la Ley de Control del Tabaco, Nicotina y Productos Sucedáneos para la protección de la vida y la salud, con el fin de proteger la salud pública y que prohíbe entre otras cosas la venta de vapeadores a menores de edad y toda publicidad de dichos productos.
La ley establece nuevos parámetros para la comercialización, publicidad y regulación de cigarros, vapeadores y otros productos que contengan estas sustancias nocivas para la salud. Uno de los autores de la referida ley, el congresista Alejandro Soto, de Alianza para el Progreso, destacó que esta iniciativa surge a partir de las alarmantes cifras relacionadas con el consumo de tabaco.
Según datos oficiales del INEI, en 2022, el consumo promedio de la población de 15 años y más fue de 4.5 cigarrillos por día. “Más de 8 millones de personas en el mundo mueren anualmente debido al consumo de tabaco y sus derivados. De ellos, un millón 200 mil fallecen por la exposición al humo de tabaco”, afirmó el legislador.
Las prohibiciones
La norma establece una prohibición total de publicidad, promoción y patrocinio de productos de tabaco o sus sucedáneos. También se prohíbe la publicidad, promoción o patrocinio en locales de salud o educación, tanto públicos como privados, en dependencias públicas y en un radio de 500 metros alrededor de centros educativos donde asisten menores de edad.
Asimismo, queda prohibida cualquier comunicación que promocione estos productos en medios gráficos dirigidos a menores y en actividades donde se permita su ingreso.
Del mismo modo, se prohíbe la venta de empaques de menos de diez unidades y la entrega de productos promocionales, muestras o regalos de tabaco, productos de nicotina, vapeadores de nicotina o similares sin nicotina a menores de edad.
Otro aspecto destacado de esta ley es la prohibición de imprimir en etiquetas, publicidad, marcas, slogans y cualquier signo que acompañe al producto los términos ‘ligero’, ‘ultraligero’, ‘suave’, ‘supersuave’, ‘light’ y ‘ultra light’, así como sinónimos y otros términos similares.
Además, se establece que los productos de tabaco, nicotina o sucedáneos que utilicen saborizantes o aromatizantes no deben tener nombres de golosinas o postres que resulten atractivos para los menores de edad.
Impacto en la salud
En una entrevista con El Comercio, Joel Collazos, Jefe de Equipo de la Dirección de Promoción de la Salud del Ministerio de Salud (Minsa), destacó que la implementación de una política integral para el control del tabaco es fundamental, dado el grave impacto que este tiene en la salud de la población. Señaló que el consumo de tabaco está relacionado con 20 tipos de cáncer y otros problemas graves como enfermedades cardiacas y respiratorias, lo que conlleva un costo de atención médica cercano a 2.500 millones de soles. “El tabaco es un producto que mata a sus consumidores”, enfatizó.
Según Collazos, la prohibición total de la publicidad y el patrocinio de productos de tabaco es una mejora necesaria que aún no se había implementado en Perú. Mencionó que, según una encuesta reciente, un número significativo de estudiantes de 13 a 15 años consume cigarrillos electrónicos. “No hay evidencia concreta de que estos productos ayuden a dejar de fumar tabaco convencional”, advirtió, agregando que hay un riesgo mayor de que quienes comienzan con cigarrillos electrónicos terminen consumiendo cigarrillos tradicionales.
Explicó que es necesario adoptar un enfoque multisectorial, colaborando con instituciones como Indecopi, aduanas y el Ministerio de Economía y Finanzas. Destacó que “las municipalidades jugarán un papel clave en la fiscalización, junto con el Minsa”. También mencionó los desafíos que enfrenta el Ministerio de Salud en la implementación de esta ley, como la necesidad de fortalecer la coordinación entre los diferentes sectores del gobierno. “Es crucial involucrar a todos estos sectores en el proceso”, afirmó. Además, se está trabajando en la ampliación de las advertencias sanitarias en los cigarrillos convencionales y electrónicos.
Carlos Alberto Saavedra, médico y docente de la Facultad de Medicina de la UNMSM, destaca que, además de la adicción, ambos productos están vinculados a enfermedades crónicas, problemas respiratorios e hipertensión. Saavedra menciona que “el consumo de tabaco puede provocar varios tipos de cáncer”, incluyendo cáncer de lengua, labio, cuerdas vocales y estómago. A medida que aumenta el consumo de tabaco, también se incrementa la probabilidad de desarrollar enfermedades graves, no solo en quienes fuman, sino también en aquellos que están expuestos al humo de segunda mano.
El doctor también subraya la alarmante tendencia de inicio del tabaquismo entre los jóvenes, indicando que muchos comienzan a fumar desde los 15 años. Este patrón de consumo no solo perpetúa el hábito a largo plazo, sino que también tiene consecuencias visibles, como “mala higiene bucal y dientes amarillos”, que son indicadores de un fumador habitual.
Por otro lado, Eduardo Cruz, subdirector de Prevención del Consumo de Drogas de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), destacó en una entrevista con El Comercio la importancia de regular el consumo de tabaco, recordando que Perú es parte de un convenio mundial en este ámbito. Enfatizó que hay un consenso global sobre la necesidad de que los estados intervengan en esta problemática. “La regulación de los mercados de tabaco es fundamental para controlar la difusión y el incremento del consumo, especialmente entre los jóvenes”, afirmó.
Respecto al papel de Devida, explicó que la institución recibe consultas sobre proyectos de ley y emite opiniones técnicas, lo que les permite influir en la formulación de políticas para reducir el consumo de tabaco y proteger a los jóvenes de sus efectos nocivos. Cruz consideró que sería ideal prohibir la venta de vapeadores, que aún no están completamente regulados. Señaló que estos dispositivos han sido promocionados como una alternativa saludable para quienes buscan dejar el tabaquismo, pero subrayó que esto no es cierto. “Estos productos, en lugar de ser una solución para dejar el hábito de consumir nicotina, han sido utilizados por la industria para atraer a nuevos consumidores, especialmente adolescentes”, afirmó Cruz.
Alcances legales
María del Pilar Segura, experta en derecho al consumidor y derecho digital, analiza los recientes cambios introducidos por la nueva ley que regula la publicidad y comercialización de productos de tabaco y vapeadores. Según Segura, el objetivo principal de esta ley es ofrecer mayores herramientas de protección a los consumidores. Destaca que, anteriormente, los vapeadores no estaban contemplados en un marco regulatorio, pero ahora se integran en el mismo contexto que los cigarrillos convencionales.
“Para los consumidores, esta norma es más protectora”, afirma. Sin embargo, señala que una de las implicaciones de la nueva regulación es que los usuarios deberán comprar un mínimo de diez unidades de cualquier producto, a diferencia de antes, cuando podían adquirir solo uno.
Respecto al impacto a largo plazo de esta ley en la reducción del consumo de tabaco y su efecto en la salud pública, Segura expresa que, aunque la norma tiene como finalidad contribuir a esta reducción, su enfoque parece estar más centrado en el aspecto económico. “La obligación de comprar diez vapeadores o cigarrillos de una vez podría hacer que los consumidores duden”, comenta. No obstante, no está convencida de que la ley logre disminuir el número total de fumadores. Sin embargo, cree que podría limitar el acceso a los menores de edad, quienes probablemente no tendrán la capacidad económica para adquirir tanto producto de una sola vez.
Juan Ñahue, especialista en Derecho Administrativo Económico y fundador de Dosis Legal, sostiene que esta normativa representa un avance significativo al imponer restricciones publicitarias que limitarán la exposición de los consumidores, especialmente de los más jóvenes, a mensajes que podrían incentivar el consumo.
Ñahue señala que, aunque estas medidas pueden presentar desafíos y costos adicionales para las empresas del sector, también brindan oportunidades para innovar y adaptarse. Resalta la importancia de un monitoreo constante de los establecimientos que venden productos de tabaco y sugiere implementar un sistema de denuncias informativas ciudadanas, permitiendo que la población reporte violaciones a la normativa.
Además, destaca que, al prohibir la publicidad en lugares accesibles a menores, se espera una disminución del consumo, especialmente entre los jóvenes. “Esto reducirá el riesgo de adicción y problemas de salud a largo plazo”, enfatiza. Ñahue argumenta que es crucial establecer una regulación que busque un equilibrio, lo que implica contar con normas claras y transparentes, así como la participación activa de todos los actores involucrados en el proceso.
Pronunciamiento
La Asociación de Usuarios y Consumidores de Vapeadores en el Perú (Asovape), que representa a más de 200.000 personas, apoya la legislación que prohíbe el acceso de menores de edad a los dispositivos de vapeo. Jorge Palma, presidente de Asovape, destacó en una entrevista con El Comercio que es fundamental que “los adultos que vayan a consumir estos productos estén debidamente informados”, subrayando la importancia de las advertencias que ahora deben figurar en los empaques de los vapeadores.
Palma también enfatizó que Asovape ha exigido en repetidas ocasiones leyes que restrinjan el acceso de los menores a estos dispositivos. “Luego de la aprobación de la ley, esperamos que los comercializadores cumplan con las medidas establecidas y que las autoridades también cumplan con su rol de fiscalización”, afirmó.