Anoche, en una ceremonia simultánea desde Palacio de Gobierno y el puerto ubicado a 80 km al norte de la capital, se inauguró el Terminal Portuario Multipropósito de Chancay. El evento se transmitió en vivo en la Plaza de Armas del distrito que proyecta aumentar su población en 150 mil personas en medio de carencias de servicios básicos.
Arándanos para China
7:10 pm en punto. Desde Palacio en Lima, la presidenta Dina Boluarte y el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, autorizan el pedido de los representantes de los inversionistas del puerto –Wan Min, presidente de Cosco Shipping, y José Picasso Salinas, director de Inversiones Portuarias Chancay (IPCH)– quienes parados frente a la pantalla de transmisión en vivo informan que todo está listo para iniciar operación.
“Proceda y adelante”, responden los mandatarios y suceden tres cosas en simultáneo: suena el tradicional gong chino que da paso a un espectáculo de la danza de dragón en pleno puerto, una grúa de Cosco Shipping se activa para mover el contenedor peruano que partirá hacia China y, en Shanghái, otro contenedor con vehículos eléctricos se deposita en un barco que partirá al nuevo terminal. La nueva “Ruta de seda” se abre camino.
Cuando todo eso sucede, afuera del megapuerto, en la Plaza de Armas de Chancay, los vecinos aplauden y responden al entusiasmo del maestro de ceremonias Homero Cristalli mientras esperan el concierto de salsa prometido que cerrará un día de actividades culturales y recreativas impulsadas por el municipio distrital. Una pausa a sus pedidos, aún pendientes de atención, por la mejora de servicios básicos, seguridad y transitabilidad ante incremento de demanda por el terminal portuario.
El primer contenedor nacional que saldrá de Chancay está cargado de arándanos y viajará en el buque Xin Shangai, una enorme embarcación de 336 metros de largo por 45 metros de ancho anclado en el puerto. Lleva pintadas las banderas de Perú y China, la frase “De Chancay a Shanghái” (lema del megapuerto), un panda, una llama, arándanos, paltas y uvas verdes.
Para tener una idea de lo que implica la nueva ruta, enviar arándanos a China tardaba 35 días. Con el megapuerto, lo hará en 25. Esa reducción de tiempo significará un ahorro de más del 20% de costo logístico, según explicó el presidente Xi Jinping en la inauguración.
“Hace más de 2.000 años, los antepasados de la nación china, alzando las velas y surcando los oleajes impetuosos, abrieron la ruta marítima de la seda entre el Oriente y el Occidente. Hace más de 500 años, los incas, ancestros de la nación peruana, conquistando las altas montañas, lograron construir el gran Camino Inca que atravesaba de norte a sur la Cordillera de los Andes. Hoy día, el puerto de Chancay está convirtiéndose en el nuevo punto de partida del gran camino inca de la nueva era: de Chancay a Shanghái”, dijo.
Boluarte, por su parte, calificó el comienzo de operaciones del terminal portuario como un hito y un día histórico para el país. “Con esta megaobra damos inicio a una transformación que consolidará al país como centro logístico, tecnológico e industrial de clase mundial, que nos proyectará de manera estratégica en la región Asia-Pacífico”, enfatizó desde Palacio.
El Terminal Portuario Multipropósito de Chancay permitirá que el país reciba buques de hasta 18,000 contenedores (TEU) -los más grandes del mundo- a plena carga. Pretende movilizar entre el 30 y el 40 por ciento de la carga nacional con destino a China y el sudeste asiático en los primeros años de operación. Su construcción requirió una inversión de USD 1.300 millones y se caracteriza porque todas las grúas y vehículos del puerto son eléctricos y no tripulados con sistema centralizado de gestión.
Tras un periodo de “marcha blanca” que inició ayer con la inauguración, se espera que las operaciones empiecen entre diciembre de este año y enero del 2025.
En Chancay, hasta que no terminó la transmisión de Palacio, los asistentes a la inauguración, entre autoridades chinas y peruanas, se mantuvieron de pie, incluso en os 9 minutos en los que se interrumpió la señal en directo. Una vez terminada la participación de los mandatarios, en el puerto la ceremonia continuó con la declaración de funcionarios y altas autoridades de Perú y China y las empresas vinculadas a la operatividad del puerto.
“El milagro económico chino es para nosotros una gran inspiración. Así como ustedes dieron ese gran salto que hoy sorprende al mundo, nuestro pueblo está listo para dar ese mismo gran salto cont trabajo y sacrificio. A nosotros nadie nos ha regalado nada, nuestro distrito sigue teniendo grandes carencias y sufrimos una crisis de inseguridad, pero los chancayanos no bloquemos por eso este puerto se ha podido hacer realidad”, dijo el alcalde de Chancay, Juan Álvarez.
Un puerto automatizado
Llegar a Chancay demanda al menos dos horas de viaje en auto. Ayer, un grupo e periodistas peruanos y extranjeros (solo desde China viajaron 18 hombres y mujeres de prensa) visitamos el megapuerto para cubrir la ceremonia de inauguración.
El estricto protocolo de seguridad incluyó una revisión con escáneres similares a los que existen en el aeropuerto Jorge Chavez. Para llegar a la Zona Operativa Portuaria desde el Complejo de Ingreso, donde se encuentra el edificio principal de administración, se debe ir por el túnel de 1.8 km construido para el tránsito de carga. Toma apenas 3 minutos recorrerlo.
En el área portuaria, cuya extensión cubre 141 hectáreas, solo era posible desplazarse por una pequeña aérea utilizada para la ceremonia de inauguración. La razón, todo el puerto es manejado de forma remota con vehículos no tripulados. La automatización de grúas, vehículos y toda maquinaria es uno de los principales atributos del megapuerto.
Impacto del megapuerto
Para el economista peruano Carlos Aquino, director del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, el principal impacto económico del megapuerto aumentar la competitividad del país al no solo solo reducir los costes de exportación sino también abrir la oferta a otros productos. “Ahora la carga demora mucho porque debe ir a Manzanillo en México, a Long Beach en Estados Unidos y, recién ahí, con barcos más grandes atravesar todo el Pacífico hacia Asia y China. Las cargas antes no podían salir desde Perú porque no había un puerto suficientemente grande que pueda acoger a esos barcos gigantescos que pueden cargar más de 18.000 contenedores”, dijo.
En diálogo con El Comercio, Aquino consideró que la aspiración de Cosco Shipping es mirar a los grandes mercados de Brasil y de Argentina gracias a Chancay. “La mitad de lo que China compra de Latinoamérica es de Brasil y cada año eso aumenta más. Brasil tiene hierro, carbón, petróleo, carne, frutas, soja. Esa carga de Brasil podría salir de Perú”, añade.
Con él coincide Omar Narrea, investigador del entro de Estudios sobre China y Asia Pacífico de la Universidad del Pacífico, quien añade que se requiere una política más agresiva de zonas económicas especiales, que permita traer inversiones a lugares acondicionados con la máxima competitividad, considerando que la ciudad de Chancay va a concentrar la cadena logística de exportación, importación y distribución. “Se necesita que las ciudades cerca a los parques industriales tengan mano de obra calificada y también espacios urbanos para recibir a la familia de los trabajadores calificados”, indicó.